Aquella noche fue como un ducha caliente en una noche de invierno y el grupo consiguió que cualquier duda saliese de nuestra mente chapoteando como el agua que sobra de las bañeras.
Personalmente me pareció que Pedro y Raúl se mostraron muy relajados durante las nueve canciones que nos brindaron, hicieron el escenario suyo, y todo el grupo más que meterse al público en su bolsillo lo que lograron fue tenernos con el corazón en un puño durante su actuación.
Bajo mi punto de vista, tal vez soy demasiado observadora o me equivoco en mis impresiones, a Nando y a Edu se les notaba un poco más nerviosos, bueno más que nerviosos diría yo, tensos. Motivos no les faltaban, aunque creo que el respetable les dio razones más que de sobra para ir relajándose a cada aplauso y a cada gesto cómplice.
Como todo se malinterpreta quiero dejar claro que lo que he comentado en el párrafo anterior no es ni bueno ni malo, es normal porque somos humanos. Y creo que si hay algo que no se les pueda ni se les deba reprochar a estos dos hombres ni a nadie es precisamente el ser personas.
El concierto en acústico de presentación de Raíces comenzó con sus dos primeros temas, “Gripado el corazón” y “De pasajeros”. La Fuga fue compartiendo sus temas con nosotros y explicándonos lo que significaban para ellos. Habrá que darle unas cuantas escuchas al disco, porque así en acústico la cosa promete bastante pero personalmente se me escapa la magnitud de lo que puede dar de sí.
Entremedias llegó la ocasión de lo añejo y de desgañitarnos a manos del clásico “Las olas”, y no es que la gente no estuviese entregada en todos los temas, pero como es evidente no nos les sabíamos. Pero sin duda alguna fue una noche estupenda para descubrirlos. |