A pesar de que Los Cuervos llevan graznando todos los jueves durante muchísimos meses en el Black Bird de Santander llegó el momento de verles con el 2º Aniversario de la sala. Como suelen decir no hay mal que cien años dure ni persona que lo resista. Así que esta vez ganamos la batalla a la pereza y al apoltronamiento que le provoca a cualquiera una dura semana y el tener que trabajar al día siguiente. Y como más vale tarde que nunca nos acercamos a ver a esta banda formada por buenos amigos y mejores personas.

Muchísima gente nos había comentado ya que merecían la pena y mucho, y nos resultaba fácil imaginar cómo sonarían los covers de grandes bandas como Loquillo, Burning o Barricada si eran interpretadas por Jorge Catalán, David Saiz, Juanma, Antonio Celis y Chena. Era sencillísimo intuir que aquello sería una fiesta en mayúsculas. Pero una cosa es contarlo y otra vivirlo, y además en esta ocasión iban a estar acompañados de amigos de grandes bandas. Y por allí se acercaron componentes de Poetas de Botella, Emboque, La Fuga, Muy deficiente, Los Perezosos o Las Orejas del Lobo entre otros. En el mejor sentido de la palabra con amigos como éstos ¿quién quiere enemigos?. Pues nadie, o si no se tendrían que enfrentar a muchas personas, porque allí se palpó una camaradería que daba gusto y envidia.

Parece mentira que hayan pasado ya dos años desde que se abrió el Black Bird, pero sí, los minutos y los años pasan, y como ya he dicho en otras ocasiones esta sala se ha convertido en imprescindible. Pero creo que nunca sobra el momento para darles de nuevo las gracias a parte de por lo bien que nos tratan siempre, porque estar ahí al pie del cañón disparando proyectiles todas y cada una de las semanas tiene un gran mérito.

Pues bien, en un primer momento tuvimos algo de “miedo” porque parecía que no se estaba acercando mucha gente a la sala, ¡culpa nuestra por llegar siempre tan pronto!, pero después pudimos ver cómo está se llenó hasta casi abarrotarse. Nadie se quiso perder una noche tan mágica.

Resulta complicado acordarse de todas las personas que se subieron a las tablas aquella noche, pero menos mal que algo de memoria nos queda. Ahora lo que es inolvidable es volver a ver de nuevo a Jorge Catalán “destrozar” un micrófono y un escenario. Este señor es un auténtico animal de escenario, yo casi hasta lo había olvidado y consiguió trasladarme a aquellos maravillosos años pasados y replantearme muy seriamente el porqué no montaba mi tienda de campaña en la sala para verles todos los jueves.

Por supuesto el resto de la banda también me dejó impactada, a estas alturas de las circunstancias qué vamos a decir de artistas como Chena, Hubber, Turu o Keny, pues que son impresionantes y una base instrumental como para quitarse el sombrero.

Podríamos comenzar resaltando las canciones en las que tuvieron “ayuda”, pero yo prefiero empezar las cosas por el tejado, así que creo que Los Cuervos demostraron todo su arte como formación en las versiones de “Si nos dejáis” de Porretas, “La mataré” de Loquillo (¡los pelos de punta!), al final no sé si será más chulo El Loco o el señor Jorge Catalán, “Opera tu fimosis” de Siniestro Total y “Ay Dolores” de Reincidentes.

Sinceramente no consigo acordarme del tema con el que abrieron el concierto, puede ser por el impacto, porque todos mis sentidos estaban concentrados en ellos y no en pensar, o por una y mil razones. Pero me parece que una de las primeras que sonaron fue la genial “Cupido” de Los Perezosos con el aporte de Ramón Caballero.

Posteriormente nos presentaron a todo un galán, Fincher de Muy Deficiente, que les acompañó para dar forma a “Decidí” de Extremoduro. Podría escribir aquí los comentarios con los que le recibieron a él, y a todos y cada uno de los que por allí pasaron, pero eso daría para escribir tres o cuatro folios y no es cuestión de aburrir o de destripar demasiado. Ahora eso sí, al igual que al resto de la banda a Jorge se le notaba emocionado y feliz, y para mí no hay nada más bonito que ver cómo unas personas disfrutan de verdad y con sentimiento sobre un escenario.

El guitarrista de Los Cuervos dejó por un momento las seis cuerdas para entonar “Agradecido” de Leño. Y también aportó sus cuerdas vocales Rober de Poetas de Botella en “La luna me sabe a poco” de Marea. Tal vez esperábamos “Pa que te enteres”, pero con la luna nos quedamos con muy buen sabor de boca.

Pablo, compañero de banda de Rober, se juntó con Álvaro de Muy Deficiente para homenajear a Los Suaves con su mítico tema “No puedo dejar el rock”.

Y la noche siguió a ritmo de rock en castellano con una de las canciones que más me impactan, y creo que me impactarán por mucho más que escuche, y que no es otra que “Animal caliente” de Barricada.

Era consciente, aunque suene muy preponderante,  de que aquellos momentos que estaban viviendo eran históricos, o por lo menos en mi historia personal y musical estaban siendo bastante importantes, que al fin y al cabo es lo que realmente importa. Creo que el resto de los que allí estaban también estaban convencidos de que estaban viviendo algo único y muy especial, o por lo menos así lo demostraban en un baile incesante y en unas caras que mezclaban la alegría y la expectación a partes iguales.

Algunos llevaban unas cuantas copas de más y algunos otros alguna de menos, pero lo que estaba claro es que todos coreaban al unísono y con el fervor propio de una persona ebria la alcohólica “Vamos muy bien” de Obús. Y es que la cosa no era para menos si además a este himno tan particular le añades la colaboración sobresaliente de Raúl de Emboque.

Como bien comentó Jorge si puede haber en nuestro panorama alguien más altanero que el señor Beltrán probablemente éste sería Johnny Cifuentes, dicho lo cual Igor de La Luisete Bolina interpretó a la perfección “Mueve tus caderas”. Sin duda alguna, esta fue otra de las grandes sorpresas de la noche para nosotros, ya que no sabíamos que Igor cantase tan bien porque nunca le habíamos visto en directo con su banda. Así que habrá que buscar la fecha de su próximo concierto.

La expectación llegó a su punto cumbre cuando sobre las tablas del escenario del Black Bird se subieron Nando, Raúl y Edu de La Fuga para dejarnos con “Sola”, para mí el mejor tema de su disco “Raíces”.

Creo que sobra explicar lo que supone La Fuga para Cantabria, y probablemente ahora no sea el momento de hacerlo entre otras cosas porque faltarían demasiadas palabras para ello.

La emoción en estado puro se personificó aquella noche con una canción compuesta nada más y nada menos allá por 1998. Un tema incapaz de dejar indiferente a nadie y que rompe el alma y el corazón en añicos. Hablamos de “Por verte sonreír”. Pero en aquel momento no daban ganas de estrellar el whisky en la pared sino de tomarse unos cuantos vasos, porque Carol nos dejó con los ojos como platos mientras felicitaba a los dueños del Black Bird por su aniversario. Y también con su interpretación de este himno cara a cara con Jorge y acompañados por Nando, Raúl y Edu.

Aquella noche podría dar para escribir mil y una palabras, pero al final la precisión impera y lo más descriptivo que se puede decir es que fue una noche única e irrepetible.