¡Intrascendente para muchos pero necesario para otros!
Pasan los años, se suceden modas y tendencias, pero hay quienes se muestran inalterables, impertérritos a los cambios, fieles a una modo de hacer, reapareciendo cuando ya casi no nos acordábamos de ellos. El cantautor Zaragozano Manolo Kabezabolo es un veterano de tal calibre, un músico nihilista en contra de todo principio, autoridad, dogma filosófico o religioso, el trovador más punk de la música española, que recomienda necesariamente tomarse la vida con gran sentido del humor, ironía, medio en broma, medio en serio, ya que si nos la agarráramos tal cual viene muchas veces, viviríamos constantemente en un estado de angustia e insipidez imposible de soportar. Simple y puro punk-rock con un evidente mensaje mejor reirse de lo que pasa que lamentarse sobre el propio destino.. El perfecto ejemplo para ver que a veces la simpleza hace la diferencia y se encuentra lo notable. Canciones para aquellos que buscan algo más que tres simplones acordes, letras puramente sarcásticas y teñidas de humor negro capaces de alegrarte la existencia.
Como ya hizo en anteriores visitas a nuestra tierra, el zaragozano acompañado de su nueva banda (Y Los Que Se Van Del Bolo) demostró en el escenario ubicado en la Txozna Pinpilinpauxa llevar la interpretación en la sangre, soltando su ingenio dialectico y su gusto por contar historias surrealistas como de gallinas que abortan, de yonkis que no pueden con su vida y algunos de sus himno post-punkies "Cuando los punkies nos vamos de marcha, no te enamores, tonta del haba", sin olvidarse de sus inmejorables adaptaciones de canciones populares como al Dúo Dinámico, Zapato Veloz, Miguel Ríos, Black Sabbath o Judas Priest. Cada frase tenía un punto álgido y cada estrofa un fragmento especialmente hiriente y mordaz.