Según avanzan los meses, los conciertos al aire libre de las distintas fiestas bizkaínas, van cesando, una de las últimas son las de Zamudio, que el pasado 10 de noviembre celebraron un concierto por todo lo alto con dos bandas que han hecho historia, por un lado Zarama y por otro Bad Manners, un cartel que nos hizo retroceder 25 años.
A la banda de Santurtzi capitaneada por Roberto Moso Zarama, les vimos en plena forma y nos agrada ver que gran parte de sus integrantes siguen siendo los de siempre. Sus actuaciones se miden a cuentagotas, tras su vuelta a los escenarios en el 2.009 con un disco en directo grabado ese mismo año en las fiestas de Bilbao pensábamos que les veríamos más en directo, pero no ha sido así, la última vez que coincidimos con ellos fue en el Bilbao BBK Live de hace dos años.
Supervivientes del rock radikal vasco, son un referente de la música de los años 80 que se hacía en Bizkaia, al igual que Eskorbuno, buenos amigos del pueblo. Zarama con sus letras en euskera consiguieron dar salida a toda su rabia y sus inquietudes musicales, influenciados por el rock clásico de la época como Zepellin o Rolling Stones, y el punk de los Clash, por supuesto.
Hora y cuarto de concierto donde no faltaron ninguno de los clásicos, incluso homenajearon a sus compañeros de Eskorbuto con "Eskizofrenia", también hubo guiños a The Who con "Baba O´Riley" y "My Generation". Sobre sus temas, recordamos a "Bidea Eratzen", "Iñaki", "Txatxo" versión de los asturianos Berrones, "Bihotzak Sutan", "Zoaz Euskal Herria" o "Dena Ongi Dabil" con la que terminaron.
Da gusto comprobar que el paso de los años no afecta a una banda, a excepción del movimiento sobre el escenario que lo normal es que decrezca. La legendaria banda de ska inglesa, Bad Manners, fueron los siguientes en mostrar todo su poderío, liderada por el carismático Buster Bloodvessel, que apareció con ropa deportiva en pantalones cortos y con una chaqueta con dibujos de tigres, hicieron bailar al numeroso público que se acercó a Zamudio.
Se puede decir que viven de las rentas y de los magníficos discos que editaron entre los años 80 y 90, 20 singles y 10 trabajos en total que dejaron una huella considerable. "Can Can", "Lorraine" o su himno "Skinhead love affair" no faltaron a la cita, y desde el comienzo hasta el final de la actuación, repartieron leña de la buena.