Nos levantamos pronto para asistir a la segunda jornada del festival, el sol nos saludó y por delante teníamos un bonito día primaveral, sin lluvias como años atrás o sin ir más lejos, una semana antes cuando las lluvias torrenciales hicieron acto de presencia en la localidad albaceteña. El atractivo de esta jornada venía de la mano de The Toy Dolls y los italianos Talco, bandas que pondrían el broche final al segundo día del Viña Rock.
Justo al abrir las puertas, entramos al recinto para cubrir las primeras bandas, que como bien dijimos en la crónica anterior, necesitan todo el apoyo del mundo, pero debemos ser unos raros porque ni público ni otros medios opinan como nosotros, recinto desierto y foso semivacío.
Funkiwis fueron los encargados de abrir la jornada tras caerse del cartel la otra banda que iba a tocar en el otro escenario, los metaleros de Ecuador, Basca, que el día anterior anunciaban la no comparecencia en el festival dejando sin margen a la organización para rellenar el hueco vacío, quedando únicamente el escenario Ron Legendario como única alternativa para los madrugadores.
Sin conocerles de nada, Funkiwis consiguieron captar nuestra atención con un gran poder para hacernos bailar, su propuesta de funk con hip hop y ciertos toques de rock tienen algo que te impide quedarte quieto, aparte, tienen un público heterogéneo y eso muy pocas bandas lo poseen.
Joven banda, apenas tienen un año de vida y mírales, tocando en el Viña Rock presentando su primer disco “Sírvase su copa aquí”, una colección de 10 temas con fuerte crítica social y perfecta armonía entre los distintos registros vocales que hay en la banda, más los arreglos cuidados de guitarra y perfecta línea de bajo.
Los valencianos desbordaron sobre el escenario su magia e ilusión por sacar adelante la formación, estaba claro que la banda funciona y consigue brillar con luz propia, además tienen una sesión de vientos a tener en cuenta. Temas festivos de influencias funk, que esperamos tengan recompensa en un futuro próximo.
Funkiwis
Malos Vicios consiguieron un reseñable poder de convocatoria a pesar de ser los primeros del día en pisar el escenario principal, un logro que pocas bandas obtienen. Recientemente volvieron a la actualidad musical con un nuevo disco que les ha llevado a tocar por diversas salas durante el invierno, curiosamente, nosotros aún no coincidimos con ellos y es que esta gente es demasiado escurridiza, haciendo memoria creo que sólo les hemos visto una vez en Zaragoza cuando tocaron con Disidencia, y otra en un Baitu Rock.
A pesar de ello nos sabíamos muchas de sus canciones y las disfrutamos al máximo, temas rápidos y directos que la mayoría no superan los cuatro minutos de duración, hablan del sentimiento de amor, emoción sin dejar de lado la mirada crítica a los conflictos sociales. Banda cercana capaz de dejarnos momentos tan gloriosos como “Casi Anónimos”, “Tu Centro de atención” o “Bajo Cero” de su reciente trabajo “Ruido de Fondo”.
Concierto variado centrado en los álbumes “Por Amor al Arte” y “La Ventana Indiscreta”, pero sin dejar de lado sus otros trabajos, eso sí, a cuentagotas. No dejaron tiempo para el descanso, los temas desfilaban uno tras otro y es que el tiempo a previa, además daba gusto verles tocar con esa pasión y ganas.
Recta final afilada y sin frenos con las canciones más míticas de la banda, ya sea “Barreras”, “Sólo para mí”, “Lucía” o “La Parodia Nacional”. En el Viña nos reencontramos con Malos Vicios, la vieja guardia levantina está presente y tienen que poner los puntos sobres las íes a los más jóvenes, que al menos, conozcan su música.
Malos Vicios
El grupo gallego Dakidarria llegaba al Viña Rock tras diez años de vida, bien podían haber pasado por aquí años antes pero el momento llegaba ahora. Aunque su último disco data del 2011, los dos últimos trabajos tienen mucho que rascar y así lo demuestran en directo.
Sus letras ponen en tela de juicio cuestiones sociales y políticas, alternan castellano y gallego y lo tienen claro, con su música quieren abrir los ojos a los borregos dormidos. Esto mismo reclaman en “Despertar”, y es que sus temas que no tienen desperdicio.
Uno de mis favoritos es “La ventana”, también sonaron “Carreteras”, “Sigue ardiendo” y “El futuro nunca existió”, entre otras. No se iban a olvidar los temas con su lengua natal, lo pudimos comprobar con “Linguas ceives” y “Terra”, con la que se despidieron.
Dakidarría
Con KOP venían los sonidos pesados a Villarrobledo mientras el sol pegaba de lleno en el escenario obligando a su cantante, Juanra, a salir con gafas de sol. Sus conciertos están llenos de movilidad intensa y espectáculo, además se ayudan con una base elevada situada en mitad del escenario para que los saltos fueran más espectaculares.
Siguen presentando su último disco hasta la fecha “Acció Directa” que salió hace un par de años, con letras combativas y fuerte compromiso social y político, esas son sus claves en los directos. En el Viña no olvidaron el suceso de Iñigo Cabacas, fallecido por impacto de una pelota de goma propiciado por las fuerzas policiales de Euskadi (ertzaintza), fue uno de los momentos especiales de la actuación y que gran parte del público vasco aplaudió, además tiraron al respetable la bandera que se han hecho por este motivo.
Tampoco se olvidaron de los presos políticos con bandera en mano “Euskal Presoak Euskal Herrira” pidiendo libertad para todos ellos. Respecto a lo musical, tocaron “Acció Directa”, “No te Rindas” y “Freedom” entre otras, canciones machacadas y coreadas a base de metal y hardcore.
Allá donde van siempre arman un buen revuelo en las primeras filas.
KOP
Turno en solitario de los reaparecidos Disidencia. Volvieron hace un año a la primera línea del panorama musical después de un tiempo de ausencia, ahora con Alberto y Grass de Boikot, y para esta ocasión con Fernando Madina de Reincidentes en buena parte del concierto.
De sus cuerdas y baquetas escuchamos “A contracorriente”, “A todos ellos” “Apología de lo evidente”, incluso “Martes 13”, de Proyecto Jipi, proyecto paralelo de uno de los miembros del grupo.
Sonaba “Preso de la vida” cuando parecía que llegaba el final pero, supongo que aprovechando la visita de Fernando, nos regalaron “Jartos daguanta”, de Reincidentes, para terminar.
Disidencia
Trashtucada son un ejemplo de letras con conciencia y pura fiesta, su música es un cóctel donde ambas cosas se hacen más que compatibles y en el que hoy por hoy no tienen comparación. Tienen claro lo que piensan de la religión, así nos lo cuentan en “El coito Da Vinci”, denuncian el maltrato a la mujer en “Trashtumano” y critican las guerras inventadas por los países ricos para invadir a los pobres en “K.O. Boeing 747”. Todos temas incluidos en su último disco “Tírate del puente”.
Como también lo es la divertida “Niñato” en la que un chaval se está buscando una colleja de sus padres. Tampoco podían olvidarse de su disco “Y no es broma” y esa tarde sonaron algunas como “Penelope” y “Racka Placka”. Los de Chiclana saben transmitir la energía y la rabia de sus ideas sin perder una gota de frescura.
Además esa tarde fuimos testigos de una bonita noticia que quisieron compartir con todos, Eli, la fémina del grupo, y Javi, guitarra, van a ser papás.
El ambiente lo requería más que nunca, y es que una canción festivalera donde las haya es “De festi? vale”, valga la redundancia. Es significativo como se fue haciendo de los más populares, si no el más popular, de los temas de su repertorio habitual antes de estar publicado en ningún disco. Y por supuesto en el Viña Rock no faltó.
Trashtucada
Vita Imana siguen afianzando su carrera por ser una de las mejores bandas de metal de nuestro país, allá por donde van conquistan a la gente, su ascendente progresión parece no tener límites y su último disco “Uluh” es una obra maestra, se puede decir que son una de las formaciones más solidas y emergentes que ha recorrido los escenarios estatales en los últimos años.
Su metal pesado repleto de percusiones que tiran hacia lo tribal, es marca de la casa, gracias a ello en sus conciertos uno se queda con la boca abierta, es más, no flaquean durante toda la actuación, es un derroche de energía desde principio a fin, vamos, que no te aburres. Capaces de sorprendente siempre, ya sea si lo tuyo es el heavy metal, el trash o el death metal, sin duda, son la banda del momento.
Su capacidad de arriesgar es absoluta y eso les ha abierto nuevas puertas, la más reciente su primer concierto en Latinoamérica el 29 de junio en el gran festival Rock al Parque de Bogotá. Temas como “Gondwana”, “Paranoia”, “Un nuevo Sol” o “Quizás no sea nadie” sonaron aquella tarde, este último llevo a su cantante a bajarse del escenario para mezclarse con las primeras almas metaleras que se encontró y que siempre les apoyan, un acto cercano que suele ser habitual en sus conciertos, al igual que los saltos grandes que se clavan en los directos. Toda la banda se deja la piel, en especial Miriam, encargada de las percusiones, que no para ni un instante con sus ritmos letales.
Vita Imana
Uno de los momentos más esperados de la jornada, Soziedad Alkoholika en el escenario #Hazlolegendario, es decir, el escenario del medio, en el que tocaban sin coincidencias de horario y a las nueve y media de la tarde. Os podéis imaginar cómo estaba aquello, la explanada llena mientras anochecía y ellos, a pesar de la falta de su batería habitual, dieron un gran repaso a todos sus éxitos, “Cuando nada vale nada”, “Pauso bat”, “S.h.a.k.t.a.l.e.”, “Piedra contra tijera”, entre otras.
En un momento del concierto tuvieron el detalle de recordar al reciente fallecido Jeff Hanneman, guitarrista de Slayer, la marea de gente se fundió en una ovación. El espectáculo continuó con “No quiero participar”, “En el tejado” y como traca final nos regalaron “Cienzia asesina”, “Motxalo!” y “Nos vimos en Berlín”. De S.A. ya no se puede decir nada que no esté dicho antes, siempre cumplen y volvieron a hacerlo.
Soziedad Alkohólika
Una de las peores coincidencias del día, para mi gusto, fue la de Obrint Pas y Narco, no quedaba otra que repartir el tiempo para poder disfrutar un poco de cada banda.
El concierto de Obrint Pas tenía especial interés, desde que hace unos meses anunciaron que se despedían, esta gira está siendo su adiós, quien sabe si definitivo, así que se sintió la emoción en cada tema, “La vida sense tu”, “Viure”, todos ellos estaban cargados de melancolía.
Como podía faltar ninguna, no olvidaron “Seguirem”, tampoco faltó “Som”, ni “Coratge” y por supuesto también sonó “La flama”. Debe ser difícil decir adiós a una etapa importante en tu vida pero no se irían sin dar las gracias a la gente de su tierra por el apoyo. Después fueron agradeciendo al resto de comunidades por haberles hecho ser lo que son y asegurándonos que “sin vosotros Obrint Pas nunca hubiera existido”.
Obrint Pas
Mientras, en otro escenario, Narco montando su “juerga, mambo y jaleo” con algunos temas de su último trabajo “Versiones para no dormir”, y sobre todo temas propios. Implacables y directos con “Son ellos” y “Tu dios de madera”, intratables en “La última cena” y “La cucaracha”. Son los chicos malos de Sevilla, no dejan a nadie indiferente.
Algunas de las versiones que sonaron fueron “Cerebros destruidos” de Eskorbuto y Tu ley, de Prodigy, pero supongo que contar con el tiempo justo les llevó a elegir menos de estas y más de las propias. Los sevillanos siempre triunfan, sus conciertos son imparables, y ellos como su música, firmes, sólidos. Se merecen el escenario grande, esperamos verlos allí la próxima vez.
Pidiendo al público que levante el polvo a sus pies llegaron al final a ritmo de un paso de semana santa con “La hermandad de los muertos” y para rematar, “Puta policía” y todo el público, que era mucho, saltando a la vez que ellos. Un desahogo, una liberación estar entre el público de un concierto como este.
Narco
El Drogas y su banda, hasta hace poco Txarrena, bajaron las revoluciones después de Narco. Salieron con “La silla eléctrica”, seguida de “Sofokao”, el comienzo fue variado, después le siguieron “Así” y “Todos mirando”. Fue un concierto algo nostálgico para muchos, porque casi todas las que sonaron fueron de las compuestas para la época de Barricada, “No sé qué hacer contigo”, “No hay tregua”, “Oveja negra”… todas nos hacían volver la vista atrás.
Aquello pasó y nos quedan las canciones así que disfrutamos del momento, “Azulejo frío” nos devolvía al presente, “Todos los gatos” fue la música que calmó a las fieras, “Victima” sigue vigente y “En blanco y negro” ya es eterna. Pero es que al fin y al cabo esto ahora ya no es Barricada ni es Txarrena, es solo El Drogas y todas esas canciones que allí escuchamos son El Drogas.
El Drogas
WarCry siguen incombustibles tras su paso por Latinoamérica culminando una gira repleta de éxitos que está llegando a su fin, pronto editarán un nuevo trabajo, es más, ya está grabado y actualmente se está mezclando en los Estudios Finnvox de Finlandia, así que tenemos relevo de su DVD en directo “Omega” y su último disco de estudio “Alfa”.
WarCry es una de las bandas que se preocupan en confeccionar un set list equilibrado y adecuado para la ocasión, siempre meten temas viejos para que no se olviden y sigan siendo especiales. La banda capitaneada por Víctor García y Pablo García han conseguido ser ahora mismo una de los grandes baluartes de nuestro heavy rock, sin olvidarnos de la gran labor de sus compañeros, Roberto García al bajo, Santi Novia a los teclados y Rafa Yugueros a la batería.
Lleno hasta la bandera, si querías conseguir un buen sitio tenias que rodear la zona de barras y posicionarte en el lado derecho del escenario, puesto que en el izquierdo no cabía ni un alma. Un síntoma de que la banda es querida por todo el mundo, aparte está que dan conciertos a cuentagotas.
Víctor, tan humilde y cercano como siempre, fue presentando cada uno de los temas con palabras sentidas y directas, como “Cobarde”, tema hiriente en esta sociedad, que representa su apoyo a toda mujer herida y maltratada por un hombre, así nos lo comentó: “Espero que algún día no sea necesario hablar de ello, sea un mensaje, para todo aquel que piensa, que con la fuerza se puede cambiar un mundo”. De “Alfa” pudimos escuchar “Alma de Conquistador”, “La Muerte de un Sueño” y “Amistad”.
Como bien comentamos, repasaron temas más antiguos a ritmos trepidantes con fuertes dosis de teclados, “El Anticristo”, “Nuevo Mundo”, o más melódicos y llenos de sincero sentimiento, “Contra el Viento”, “Un Poco de Fe”, “La Vieja Guardia” o “El Guardián de Troya”, canciones que te ponen los pelos de punta cada vez que las escuchas.
El día también nos iba dejando recuerdos hacia el guitarrista de Slayer, Jeff Hannemans, recientemente fallecido, WarCry lo hicieron con el empiece del clásico “Raining Blood” que todos nos lo sabemos de memoria, una gran pérdida, se nos ha ido uno de los mejores guitarristas de la escena mundial.
“Capitán Lawrence” cerró su concierto, quedándose la banda en mitad del escenario recibiendo su merecida ovación, aprovechando para premiar al público con lanzamientos de parte de su merchandising, un bonito detalle.
WarCry
The Toy Dolls divirtieron a los presentes con su punk festivo, saben hacerlo, les sobra carisma y experiencia, no hubo nadie que no saltase al ritmo de sus pegadizos estribillos y sus melodías que parecen mezclar música infantil con brillante punk. Gran propuesta la que ofrecen, sus atuendos, su puesta en escena, su música, todo colorido, mejor vivirlo que contarlo.
Pudimos ver que los británicos siguen en forma pese a llevar muchos años en la carretera, no paran en todo el show de botar, girar y correr por el escenario mientras tocaban temas como “The lambrusco kid” “She goes to finos” o la más conocida, “Nellie the elephant”. Últimamente se les puede ver mucho por nuestro país así que os recomiendo que paséis por alguno de sus conciertos.
The Toy Dolls
Vaya final teníamos para el viernes, Segismundo Toxicómano templó de nuevo la noche, que empezaba a enfriarse, ya eran las dos y media. Salieron con “La ciudad del fango” y descargaron toda su rabia, “Pordioseros”, “Las noches siguen sabiendo a sangre” y “Contra el muro”, no había descanso. Se pusieron juerguistas con “Hoy como ayer” y muy serios con “12 años”, para la que tuvieron un invitado en el escenario.
Avanzaron con un ritmo frenético que se agradecía, nadie podía dormirse porque sonaban temazos como “Apunta”, “Odio” y “Por ti”, y así no hay quien pare. Como colofón se guardaron algunas que no podían fallar en el repertorio, como “Mi vida” o “Las drogas”. El punk de los vascos sigue vivo y coleando, y que así siga.
Segismundo Toxicómano
Los italianos Talco cerraban la jornada desde el escenario Ron Legendario con su animado ska y sus ritmos pegadizos que estoy segura que sorprendieron a quienes no los hubiesen visto nunca en directo. Con “La parábola dei Battagghi”, “L’odore della norte”, “La torre”… montaron la última fiesta, pogos y bailes entre los valientes que quedábamos.
Pero con las que más alborotaron al personal fue con “St. Pauli”, con la que vimos arder algunas bengalas entre el público y con “La mano de dios”, dos temas futboleros que fueron sin duda las más celebradas. Para terminar, dedicaron “La mia citta” a su técnico de sonido que, nos dijeron, es de Terrassa, y se despidieron con “Un’idea”. Muy bueno el directo de los italianos, que ya saludaban al público mientras sonaba de fondo la canción de los cazafantasmas.
Un detalle que quiero comentar es que, será por el escaso tiempo del que disponen los grupos, algunos conciertos empezaban un poco antes de la hora prevista, en ocasiones casi cinco minutos antes. A veces nos pillaban fuera de juego…
Un día muy largo pero al final aguantamos hasta el último, las cuatro y media de la madrugada así que es hora de recogerse que aún quedaba el sábado.