COLABORACIONES
 Crónica
 
Arrikurock 2.013
  25/05/2013     
  Mikel García     
  Karlos García
  Recinto, Ansoáin, Navarra
www.insonoro.com

¡Un verdadero ejemplo de participación y ayuda desinteresada!

Aunque existen infinidad de caminos para alcanzar la satisfacción (sentirse bien emocional y racionalmente), el que continua aportando mayores beneficios a nivel personal, sigue siendo, sin lugar a dudas, la generosidad, darse a los demás de forma desinteresada, ayudar a los que nos necesitan y dar consuelo a los que sufren, sin hacer distinciones ni pensando en que se va a recibir algo a cambio; siendo totalmente recompensados al sabernos útiles, como consecuencia del agradecimiento por parte de la otra persona.

Con tan sólo cuatro años de vida, el Arrikurock ya se ha hecho un pequeño hueco entre la flor y nata de los festivales estatales, es tan inmensa, honesta y profunda la implicación de su asociación, “Arrikulunka”, junto con las sociedades Bikupe, Txinparta y Saraspea, por fortalecer ese impecable espacio de encuentro y difusión cultural, que otros determinados colectivos cercanos (Bikupe y Sarespea) han acabados contagiados, volcándose, por igual, reforzando su, ya de por sí, cristalina honestidad e ilusión y no se vean mermadas ante el primer obstáculo, un gran esfuerzo altruista, con la única pretensión de impulsar la música local, uniendo esfuerzos en pro de acciones simplemente enriquecedoras para sus almas. Además, cuando las cosas se hacen por simple gusto, siempre salen mejor y gustan más.

Tal vez, resulte increíble suponer en los tiempos que corren que existan personas que realmente lleven a cabo actividades por puro amor al arte, sin obtener dinero a cambio o algún otro beneficio material, pues los hay y uno de los mejores ejemplos lo encontramos en ellos, un estado positivo permanente en sus vidas, impulsando a la felicidad, la alegría, el ánimo por luchar por los sueños y como no, al arte de ayudar al prójimo, a través de actos como éste.

Euforia y regocijo fueron las dos sensaciones más comunes entre los asistentes a esta cuarta edición, la cual tenía un marcado carácter benéfico, recolectar alimentos no perecederos para el Banco de Alimentos de Ansoáin, un gesto en solidaridad hacia aquellas personas que lo están pasando francamente mal; recaudándose, a lo largo del día, alrededor de 200 kilos. En líneas generales, tanto el aspecto organizativo como los conciertos, estuvieron en conjunto a la altura de lo esperado, un recinto cubierto con carpa para protegerse del agua y del frío, precios populares en las barras, un adecuado equipo de sonido y luces y todas las bandas dejándose, a su manera, la piel sobre el escenario.

Para los que pensamos que en la variedad está el gusto se trato de un acontecimiento musical de buena cosecha, por el escenario pasaron: El avispero, Gaur Ez, Tracción, Porco Bravo y los inigualables Barricada.

  
Ambiente
 

“Sophomore” es un término que emplean los americanos para designar a los jugadores de segundo año en la NBA. A los locales El Avispero se les podría atribuir dicho calificativo, músicos que a pesar de ostentar una apabullante veteranía por su militancia en otras formaciones (A Quemarropa, Acaro o No More Blues), carecen aún de una cierta pizca de poder de convicción para lograr involucrar al público.

No obstante, saben el terreno que pisan, cumpliendo cada uno de ellos perfectamente sus atribuciones, sin entrar en excesivas ostentaciones. Un sonido cercano al rock urbano, condimentando a cargo de unos estupendos conocimientos del blues más clásico y ortodoxo, todo ello avalado por su experiencia acumulada.

Muy poco público se acerco a verlos, solamente  familiares y amigos. Una lástima que sigan pasando estas cosas y que el público joven no tenga consideración alguna por este tipo de bandas. ¡Recomendables!

  
El Avispero
 

En el mundo de la música, donde ya prácticamente no queda casi nada por inventar, la originalidad como la grandeza de una propuesta residen en la capacidad que tiene un grupo a la hora de saber encajar todos los elementos y en eso de la alquimia musical, los navarros Gaur Ez, son unos genios, como bien dejaron constancia sobre las tablas, una labor creativa muy elocuente, un equilibrio perfecto de sobriedad, sin limitarse primordialmente a un estilo musical en concreto.

Temas cargados de una intensidad adecuada y una emoción espontánea que los hace inevitablemente especiales, “Salto Batez”, “Ametsak”, “Zuengana Noa” O “Itxoiten”, ritmos intensos combinados con rodajes lentos, voces melódicas que lograban en gran medida disminuir los niveles de sobrecarga causado por los zig zigzagueantes pasajes, de pura tralla metalera, en donde toda dulzura melódica se convertía en locura agresiva; cruzándose entre sí, pero respetando la melodía básica inicial y preocupándose, ante todo, que sus letras profundas y reflexivas lleguen con todo el sentido literal.

Con una excepcional versión de Zea Mays “Kukutza” terminaron de exponer un ámbito sonoro brillante como la proverbial luz al final del túnel entre la vida y la muerte, sin perder nunca fuerza ni sentido de la inmediatez.

  
Gaur Ez
 

En unos tiempos tan austeros y en los que deberíamos pedir a los políticos que fuesen más ciudadanos, como los que estamos viviendo últimamente, bandas como Tracción se merecen un monumento ya que su música supone una inyección de desparpajo, rebeldía para empujarnos a un movimiento físico y de conciencia, canciones directas a la yugular, a desgarrar la bolsa de plástico que tiene al mundo encerrado y a punto de ahogarse.

Lo suyo mana de modo natural imponiendo su clase tema tras tema, bocados rabiosos a favor de la solidaridad entre nuestros semejantes, de defender el dialogo como medio para resolver conflictos, de no abandonar la ilusión de llevar a la práctica aquello que realmente deseamos ya que es el primer paso para cumplir los sueños "Zancadillas", el uso de la justicia para redimir a aquellos estrangulados por la injusticia que manejan el guiñol o para quienes abusan del poder “El Maletín”, dedicada con todo el desprecio a Iñaki Urdagarín y sobre todo saber aprender a distinguir la propaganda de la realidad "Desinformación", con toda la rabia que ello implica y una clara intencionalidad por alejarse de la simplicidad, fusionando punk, rock y metal, mediante el rasgar de guitarras vitaminadas y angulosas en confluencia con melodías de urgente expresividad y con una escenografía divertida en determinados cortes como en “M.R”, una personificación de nuestro horrible presidente del gobierno, Mariano Rajoy o “Virgen de las Tinieblas”, con la aparición del aterrador Papa de las Tinieblas y dejando para la recta final los temas más conocidos como “Sobrevivientes” y “Bajo la piel” y también su frenética versión del mítico grupo vasco Sorotan Bele, "Arratsalde Honetan". Riffs adictivos y ritmos de diferente índole que a la hora de ejecutarlos conjuntamente y con la rabia e intensidad apropiada, parecen que van un poco más allá de lo que estamos acostumbrados a oír, rompiendo estructuras canónicas y alejándose a todo gas de la linealidad existente en el rock nacional, proporcionándoles ese combustible necesario para seguir escalando posiciones.

  
Tracción
 

Es ilusionante en una época en la que parece que el rock está deglutido por las grandes compañías que anteponen las sagradas leyes de la mercadotecnia a cualquier criterio musical, surjan bandas como Porco Bravo reivindicando, desde el underground, la vigencia del espíritu animal del rock n' roll, adrenalina, excitación y divertimento. Como en unos días vamos a publicar una extensa crónica de su nueva comparecencia en el Antzoki de Bilbao, la primera de las fechas de presentación de “Porcociclon”, el disco compartido con los vallecanos Motociclón, no nos vamos a exceder demasiado.

Los de Barakaldo ofrecieron un espectáculo que no hubiéramos imaginado ni en nuestros mejores sueños, sabiendo salirse nuevamente por la tangente de lo vulgar y coronándose, por todo lo alto, como los salvadores del rock, maestros apasionados del rock duro; repleto de momentos impagables, acrobacias y espectaculares numeritos escénicos, de tremenda emoción y con una actitud eléctrica de arrasar con lo que se ponga por delante, sin dejar absolutamente nada, puro rock en estado salvaje, destinado a rudos rockeros hambrientos, plenamente dispuestos a devorarlo todo.

El público estaba predispuesto a disfrutar, y con un repertorio como el suyo, no dudábamos en ningún instante de que iba ser otra noche para llevarse a la tumba, más habiéndoles visto en anteriores ocasiones. Unos espléndidos argumentos, confeccionados mediante dos líneas de actuación entrelazadas, punk rock de alto voltaje y rock and roll sucio por un tubo, bajo un sagaz desparpajo e insolencia. “El Cazador”, “Lasciva” fueron la antesala a un recital sonoro de altas dosis de autodestrucción, similar a sobrevivir a una tormenta para conseguir llegar a un Shangri-la particular.

Un tifón llamado Manu, de gran carisma y magnetismo, desató el frenesí de los asistentes a través de sus movimientos espasmódicos, acrobacias y con un despliegue escenográfico de extraordinario nivel, graparse el listado de canciones para posteriormente prenderlo fuego en “La Piara”, saltos y poses ingeniosas y jugándose el tipo navegando con un tabla del Surf entre el público en “Eléctrica Actitud” o poniéndose en el culo una bengala encendida en el tema de cierre del show, “Sin Ti”, estratagemas y un efectismo sonoro que en manos de otros no serían más que un juego gratuito, en un efluvios rockeros que te enchufan sin retorno al infierno "Dios", "Deja Vú", "Donante", "Di Que No", "Bicho Raro"..., evitando deambular por territorios cansinos o un universo sensitivo empastado y adormecido.

  
Porco Bravo
 

Tener que posicionarse entre dos opciones ha marcado el rumbo de la humanidad a lo largo de su historia. Si ya en la prehistoria el Homo Sapiens tuvo que escoger entre la piedra o el bronce para elaborar herramientas sofisticadas, en el presente sucede prácticamente lo mismo, siempre tenemos que escoger la opción que mejor se ajuste a nuestras necesidades para poder sacarla el mayor rendimiento posible, entre estudiar o trabajar, comprar casa o vivir de alquiler, tener novia o estar soltero, seguir una carrera tradicional o escoger una carrera moderna, ganar dinero o gastarlo.... 

Todo esto viene a cuento a que espero que los acérrimos fans de barricada no se hayan visto obligados a tener que posicionarse a favor de Enrique Villlarreal (Txarrena) o una lealtad absoluta a Barricada, dado que dicha toma de decisión es de lo más absurda, idéntico a una malicia rastrera, no reportando ninguna clase de beneficios, por lo tanto, sería lo más correcto disfrutar amenamente del talento de ambos grupos, evitando entrar en el juego de las comparaciones odiosas.

Es agradable comprobar que algunas cosas no cambian, son muchos los años que llevan los navarros Barricada haciendo gala de un inconfundible sabor a rock callejero, aptitud pura y dura, de energía vitalista y ahí siguen, tan salvajes y honestos como siempre. Nunca han sido un grupo que gustase de experimentar o evolucionar dentro de su estilo, lo suyo siempre ha sido denunciar toda la problemática social que les preocupa, rugiendo como leones acorralados, dejando fluir su feeling sin ningún tipo de ataduras, a base de canciones llenas de significado que han dejado  huella en la cultura urbana actual. Situados en ese eje candente donde la mayoría de grupos apuran en vivo las dos últimas canciones, arrancaron su concierto, ardorosos con “Punto De Mira”, “Objetivo a Rendir” y “Pasión por el Ruido”, derrochando coraje y corazón, junto a una complicidad a la que era imposible resistirse.

Lo de estos músicos efectivamente es un pacto con el diablo, no puede ser otra cosa, después de más de 30 años se presentan cada noche con tanta energía como si hubieran empezado la semana pasada. Aunque sinceramente pienso que se debe a una explosiva combinación de química, talento y entusiasmo constantemente renovado. Viendo su actitud sobre el escenario es cuando cobra significado aquello de ten valor para ser diferente y seguir tú propia estrella, la belleza siempre se encuentra en la diferencia.

Algunas veces vivimos nuestras vidas encadenados, sin saber que nosotros tenemos la llave y la fuerza suficiente para salir adelante. El buen rollo existente entre los músicos y su plena interacción dialéctica contribuyó a que la fiesta estuviera más que en el escenario, entre los espectadores, que no cesaron, en ningún instante, de ovacionar, cantar o emocionarse al sentirse parte de un colectivo unido por la música. Una noche memorable que será difícil de olvidar y sobre todo de superar en cuanto a nostalgia. Es prácticamente imposible expresar en un papel todas las sensaciones y emociones para el quien no estuvo, pueda perciba en el mejor de los sentidos lo que fue aquello.

  
Barricada
 

La motivación con la que salieron a escena, a prueba de bombas, y la plena autoridad desde el primer acorde, contribuyeron a dar una imagen magistral y ejemplar de actitud, técnica y coordinación, en un repertorio bien ensamblado que denotaba un intenso trabajo de ensayo y preparación; titánico y encomiable el trabajo a la batería de Ibi, Ander Izeta al bajo, escapando de forma solvente de clichés propios del género, con una técnica fuera de lo común, extraordinaria la tensión en la voz de Boni e insuperable el despliegue guitarrístico y enérgico de Alfredo Piedrafita, riffs imponentes, bien marcados, de los cuales iban saltando chispas, disfrutando a cada momento y dándole a los temas justo lo creo que precisamente necesitan en directo, más garra y energía, siendo jadeados por un público que recibía cada tema (“Contra la Pared”, “Abrir y Cerrar”, “Todos Mirando” , “Pídemelo otra vez” , “Okupación”, “No Hay Tregua”...) como si fuera un hit del momento.

Os aseguro que nuestros rockeros corazones rejuvenecieron unos años de golpe con toda la descarga a la que nos sometieron durante dos horas impagables, en las que demostraron que son capaces de borrar de un plumazo a la gran mayoría de bandas de rock, convencidos de su veracidad y pulsados por un concepto brillante de lo que debe ser un espectáculo, una serie de reacciones consecutivas en cascada, de tal forma que a partir de cada una de ellas se genera las restantes.

¡Una purificación emocional, corporal, mental y espiritual!

- Punto de Mira
- Objetivo a Rendir
- Pasión por el ruido
- Esta es una Noche de rock & roll
- Písale
- Por la Libertad
- Contra la Pared
- Abrir y Cerrar
- Todos Mirando
- El Muelle
- Juegos Ocultos,
- Como el Invierno
- Hasta Diez
- Callejón sin Salida
- En lo más Pequeño
- Rugir y Morder,
- Cierra los Ojos
- Mañana será Igual
- Aguardiente,
- Pídemelo otra vez,
- La Balanza,
- A toda Velocidad,
- Deja que esto no Acabe Nunca
- Okupación
- Rojo
- Animal Caliente
- En Blanco y Negro
- Aún Queda un Sitio
- No hay Tregua
- Esta Noche no es para Andar por esas Calles
- Flechas Cardinales.

  
Barricada
 
 Fotos
 
  
 
El Avispero - Gaur Ez - Tracción - Porco Bravo - Barricada - Ambiente
 
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