La actuación empezó con tres temas de su último disco, que fueron “La fábrica”, “Parece mentira” y “¿Dónde está el dinero?”, para luego ir adentrándose en otros clásicos como fueron “Restos de stock” o “Cuando estés en vena”. La verdad es que daba igual que las canciones fuesen nuevas o algo más añejas ya que el público las coreaba todas con igual intensidad, creando un ambiente mágico y espectacular.
Pocas palabras dedicó Quique aquella noche, comentarios escasos que sirvieron para dedicarles una canción a unos amigos que había allí esa noche, para darnos las gracias por asistir a su actuación y para presentar a su genial banda y dar las gracias a los técnicos y al equipo que le acompaña en ruta.
Hasta en tres ocasiones salió el grupo al escenario y me parece que se marcaron algún tema más del que estaba previsto, y es que el público estaba eufórico y quería más y más, no fueron suficientes “Las chicas son magníficas”, “Me lo agradecerás” o “Kamikazes enamorados”.
En mitad del concierto más o menos Quique sacó la armónica y tocó un par de temas poniéndonos los pelos como escarpias.
Todo lo que empieza tiene un final y “Tenía que decírtelo”, “Salitre” y “Dallas Memphis” se presentaban como la crónica de una muerte anunciada.
El broche de oro a una genial actuación lo pusieron, como no podía ser de otra manera, las estupendas “Su día libre” y “Vidas cruzadas”.
¡¡Grande Quique!! Y ¡¡Grande su banda!!. Espero que nuestros caminos se crucen pronto otra vez. |