La última vez que habíamos visto a La Fuga fue en el Black Bird, a mediados de septiembre, presentando su nuevo disco “Más de cien amaneceres”.
Evidentemente en la anterior ocasión el Black Bird lo petaron. Ahora que la cita era en el Escenario Santander, quedaba la duda de si lograrían llenarlo o se les quedaría un poco grande. Pues bien, llenaron más o menos la mitad del Escenario Santander. Pero como no podía ser de otra manera la fiesta la continuarían en el Black Bird, por el que se pasaron, después de una buena actuación, para celebrarlo con todos los parroquianos del bar.
Pero a diferencia de en su presentación La Fuga no tocaba sola, les acompañaba una banda de Reinosa llamada Stock.
Los campurrianos nos ofrecieron una actuación muy intensa, empezando a desgranar sus canciones ofreciéndonos, “Otro mundo” y “Cartas vacías”. No sé el tiempo que llevarán Stock sobre los escenarios, pero me sorprendió que no se les veía ni un ápice de nerviosos, o por lo menos no se notaba. Contaron con bastante público que les animaron y hubo bastante empatía entre el respetable y la banda reinosana.
La verdad es que los temas estaban bastante bien, y aunque no los conocieras canciones como “La recta final”, “El rock del gato” de Ratones Paranoicos o “Volvamos a empezar”, te quedabas enganchado con el ritmo que marcaban los Stock.
La banda nos ofreció casi una decena de canciones, acabando con “Maggie” de M-Clan y “La luna”. Desde luego que Stock es una banda más que recomendable, sobre todo para los escépticos que piensan que no hay relevo generacional. |