COLABORACIONES
 Crónica
 
Vértigo Rock 2.014
  17/05/2014     
  Karlos García     
  Karlos García
  Plaza, Ermua, Bizkaia
www.insonoro.com

¡Plena recompensa!

Hay una frase de vida que transpira anhelo de determinación, esperanza, convencimiento y persistencia en la lucha por lo que más se quiere: “De todas las cosas que hagas en la vida sólo serán memorables las que hiciste con el corazón”, es decir, las realizadas con pasión, tiempo y absoluta dedicación en hallar el modo de vivenciar sin timidez, de elegir la opción del crecimiento y no la del temor, ya sea, a través de la satisfacción por parte de otros. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en la asociación de grupos locales de rock de Ermua (Bizkaia), Vértigo Rock que año tras año luchan contra viento y marea para que su festival sea un éxito tajante en organización y apoyo indispensable a los grupos noveles del municipio. La octava edición celebrada los días 16 y 17 de mayo rompió con todos los pronósticos, enorme afluencia de público en cada uno de los actos organizados en sus correspondientes dos jornadas y buena caja en barra, la principal vía económica para su subsistencia y oportunidades de mejora.

Un paso solido e imparable hacia su décimo aniversario el cual esperamos que sea especial y recordado durante mucho tiempo. Este año aparte de la acertada novedad, de incluir una jornada previa, el pre-vértigo con las actuaciones de Stai-Zitto y Pepe Botika (Tributo a Extremoduro), hubo meses atrás ciertos eventos de carácter solidario y diversas actuaciones en bares, bajo el lema “Vértigo Itinerante”, una forma de gratitud hacia a todos aquellos comercios, bares y hosteleros que siempre apoyan económicamente con lo que pueden al festival. Por razones de agenda solo pudimos asistir al día principal, ya desde primeras horas de la tarde el ambiente era excepcional, los asistentes más tempraneros se iban contagiado rápidamente del espíritu festivo por parte del colectivo de personas que, de forma altruista, dan vida al festival y la óptima cordialidad de los habitantes del municipio, además cabe señalar que, en esta ocasión, el tiempo acompañaba, posibilitando la celebración de los primeros conciertos en plena calle y no en pequeños recovecos cubiertos como en años predecesores, el callejón de acceso al mítico Pub heavy, por excelencia en Ermua, el “Pub Scorpio”.

  
Ambiente
 

Hay grupos que enganchan a la primera por su imagen, otros simplemente por las canciones pero en el caso de la banda riojana Sin Aliento, formada por miembros de formaciones desaparecidas como Labuela o Sofoco, te vuelcas con ellos por culpa de su directo, guardianes de la autenticidad rockera, narradores de historias sobre viajantes sin rumbo, desajustes emocionales ante la continuada violencia y opresión que nos rodea, el resurgimiento de la derrota y el descalabro y amores reencontrados que insuflan ilusión.

Un rock intenso e inquieto que pese a tener un constante sonido conductor, consigue canalizar todos tus sentidos en su música. Presentaron a pie de calle su primer disco, “Origen” que ha sido producido por Dan Diez (Zenobia) desde los iniciales “¿Por Qué?, “Sin Reloj”, “Ella”, entre otras, hasta los finales “Esquizofrenia”, “Carpe Diem” o “Piratas del Rock”, mediante diferentes dinámicas y tempos rockeros que incidían con músculo no exento de nervio, temple, destreza, buen tono y trazo final en la obtención de un cosquilleo satisfactorio, vitalista y ligeramente energizante y euforizante.

  
Sin Aliento
 

Es impresionante comprobar hasta dónde pueden llegar algunos grupos cuando deciden seguir su propio camino, saltándose con arrogancia las fronteras impuestas por su estilo originario. Aunque los bizkainos Orion Child siguen teniendo ese lado heavy metalero basado en la conjunción entre destreza técnica, intuición y un sentido del trabajo bien hecho, han extendido su mirada a oscuros matices intensos, desde partes algo más lentas hasta pasajes de pura velocidad death metalera y tintes power con sus correspondientes ambientes épicos, ensanchándose su matriz musical, en favor de una desasosegante vitalidad imaginativa.

En cortes como “Exegesis”, “Dark Matter”  o “Agony”, muy apetecibles para todos aquellos que estén buscando una banda de metal con coartada “Culta”, se revelaron como una banda lo suficiente preparada para dar su paso a una división superior, ejecutando con maestría el desarrollo de unas estructuras musicales progresivas que huyen de lo elemental, una nube de identificables influencias (Children Of Bodom, Scar Symmetry, Gamma Ray, Symphony X...) que han logrado redefinir meritoriamente con suma coherencia, llegando incluso a concentrarlas con estilo personal, en “Faraway” y “Out Of The World”, dedos a la velocidad del rayo, punteados de guitarra que despliegan visos de complejidad de relevante visión poliédrica  y alto octanaje en inserciones de metal sinfónico junto a pintorescas líricas que van como anillo al dedo.

  
Orion Child
 

A eso de las nueve, los locales Black Redding dieron el pistoletazo de salida a las actuaciones en la plaza Cardenal Orbe, tocando de forma impecable y ofreciendo una papelina de melodías de identidad purpleniana, “Anyway” , “Bellavista”, “Face To Face” que envolvieron el ambiente de una embriaguez singular, un hálito de melancólica nostalgia setentera. Aún así, hemos de señalar que sobre el escenario les falta potenciar la carisma necesaria para activar el deseo y el interés de aquellos que todavía no hayan tenido la suerte de saborear su música.

  
Black Redding
 

Explosivo y enloquecedor. Si alguien me preguntará como definir el sonido de la emergente banda de Ermua, Orihen, éstos serían buenos adjetivos para hacerlo. 

Músicos rodados, abordando sin complejos la fusión de estilos, siempre desde una perspectiva metalera. Salieron a la palestra, convencidos de su veracidad y pulsados por un concepto brillante de lo que debe ser un espectáculo, una serie de reacciones consecutivas en cascada, de tal forma que a partir de cada una de ellas se generé las restantes. Fuerza y melodía con las complicaciones justas y necesarias, y emoción en la ejecución, algo que escasea alarmantemente en la actualidad, confiando en la esencia de la música más que en sus habilidades como intérpretes.

Enseguida quedó patente la solidez de la banda al reproducir a la perfección el contenido de su Demo de seis canciones, como: “Caído Mi Hermano”, cuya letra ha sido escrita por el preso comunista “Camarada Arenas” (Manuel Perez Martinez), “Luz De Día” , “Trece” o “Orihen” , esta última de un cariz más cercano al hip-hop; a base de seguridad y contundencia sobre el escenario y es que era asombroso ver cómo cada uno de los miembros lograba mantenerse al margen de los demás, con propia identidad, pero sin renunciar a la compenetración y al juego de equipo.

Una base rítmica, comandada por unas guitarras que hacían sangrar los altavoces y los impulsos incontrolables de su vocalista Aitor (Cantante de InsoHmnio) que serpentea sinuosamente entre pasajes tan evocadores como introspectivos, sabiendo desligarse de los cánones habituales con un nivel de inspiración encomiable en “Aguanta” y “Late Corazón”, ardiendo en emoción y sentimiento en la presentación de alguna de sus nuevas composiciones, “Vacío” y desenfrenándose más de la cuenta en las versiones de “Cuando Salga el Sol”  (Desakato), “Os Engañan” (Eskorbuto) con la colaboración, de Adrian (LPC) y “Denak Ez Du Balio” (Berri Txarrak), dejando en el cómputo global una sensación de haber asistido a un concierto glorioso.

  
Orihen
 

En un panorama musical impregnado de campañas de marketing exageradas e ídolos de quita y pon asfixiando al rock español en su amplia gama de vertientes, los barakaldeses Porco Bravo se han levantado con una realidad debajo del brazo que va devolver la fe a muchos y despertar del letargo vital a otros tantos, genuino rock 'n' roll gamberro y cachondo para azuzar la bestia que llevamos dentro.

En lo musical improvisan mucho más que cualquier grupo de su género y te hacen vibrar y eclipsar la apatía con un derroche de ritmos salvajes y un despliegue extraordinario de inventiva escénica, de los de verdad, provocación, actitud y pirotecnia, o lo que es lo mismo, mucha devoción y entusiasmo por exteriorizar su música, una pasarela de guitarras tremolas y acordes incandescentes que superan siempre el efecto de expectativas controladas por parte de su público. Y lo mejor a su favor es que se dejan el alma en cada actuación, flagelando al espectador con su propia visión de lo que debe ser un recital a puro rock, en su más amplia magnitud, mucho descaro estilístico, una cristalina actitud irreverente y un estrambótico espectáculo visual que provoque reacciones ardientes inmediatas.

El ritual se inició con la Intro “El Desafío” y bajo la virulencia de una estampida de mamuts en forma de  “Nunca Pasa Nada”, una de sus nuevas composiciones, un ticket directo y gratuito al infierno, una forma de tonificar cerebro para afrontar lo que nos venía posteriormente encima de nuestras cabezas, una experiencia muy intensa rayando el colapso sensorial, una tormenta eléctrica con clase y furia que comenzó a sacudir tras el burlesco saludo por parte de su vocalista, Manu “Buenas Noches Eibar”, generando sus primeros daños estructurales en el cerebro, en “Lasciva” y “Dios”, ataques testosterónicos en el que los juegos de palabras lograban un doble golpe de efecto.

  
Porco Bravo
 

Sus dos guitarras luciferinos constituían dos torres de alta tensión cuya sádica y electrizante ejecución machacaba sin piedad y sin miramientos nuestras neuronas, en “Ley”, una mirada crítica a los políticos y manipuladores, “Corre” , un alegato a vivir intensamente el presente hasta el último aliento y el homenaje cariñoso a la inclasificable figura de Lemmy Kilmister (Motörhead) en “Lemmy”, perfectamente alternados entre sus emblemáticos himnos, esos que estupendamente simbolizan el inicio de una noche de juerga, donde todo es energía, esperanzas de no volver sólo a casa, alegría y vitalidad, como: “La Piara”, “Motel”, “Donante”, “Electrica Actitud”, “Puto Amor”; “Cazador”, “Bicho Raro” o “Sin Ti”, en las cuales dejan aflorar su vena punk rockera, embarcándose en una ostentación de sus influencias escandinavas a cargo de numeritos escénicos, por parte de su vocalista, el marciano acto de colocarse una bengala en el culo,  el gamberrismo salvaje de navegar entre las cabezas de los asistentes sobre una tabla de surf o la irreverencia de graparse unas hojas de periódico en su torso para prenderlas fuego inmediatamente, reivindicando la más pura esencia y la energía del rock and roll, revolución y cambio. 

En definitiva, la música en vivo necesita de gente como ellos, exploradores sin complejos que no temen equivocarse en hallar nuevas rutas para inculcar la cultura del rock n´roll, en su más primitiva expresión, a gente joven que a lo mejor no ha tenido la fortuna de heredarlo de sus padres. A los que aún les siga pareciendo tan solo una banda de entretenimiento habría que darles una colleja y los que piensan que ya han agotado sus recursos al servicio de unas poses sobadas o directo repetitivo, dos.

Viendo su actitud sobre el escenario, es cuando cobra más sentido que nunca el tópico de que el rock es un estilo de vida que todos deberíamos aspirar a alcanzar.

  
Porco Bravo
 

A medida que el mundo se convierte en un lugar más duro donde sobrevivir, el ser humano parece buscar vías de escape más violentas y radicales. Obviamente, el momento en que vivimos es sumamente crucial como para levantar la voz a favor de la solidaridad entre nuestros semejantes, de defender el dialogo como medio para resolver conflictos, el uso correcto de la justicia para redimir a aquellos que siguen campando a su anchas, políticos corruptos que no miran más que por sus propios intereses y sobre todo saber aprender a distinguir la propaganda de la realidad.

Los sevillanos Reincidentes llevan toda la vida, poniéndonos sobre aviso de la urgencia necesidad de un cambio social que ponga fin a todos los males e injusticias sociales, una movilización, a medio gas, en favor de la República . Músicos inconformistas, siempre en pie, preparados para luchar y reflejar la realidad e intentar despertar las conciencias que aquellos que consideran que todo lo que pasa en la sociedad no va con ellos, encender la mecha al cambio en la interpretación de la realidad, el poder está en el pueblo. Como ya hemos hecho un par de crónicas de su actual gira, no me voy a extender mucho en lo que fue su actuación, fue toda una demostración de saber hacer, de sabiduría punk rockera, sustentado en la importancia de una buena melodía como elemento vertebrado de una composición memorable y en el poder de la concesión: si algo se puede contarse en tres minutos, mejor que en cinco; estructurando a las mil maravillas un repertorio muy coherente a la que deslumbrante manifestando a través de todas sus canciones, en voz muy alta, ideales de libertad, igualdad y solidaridad , la recomendación de abrir los ojos ante la manipulación informativa y que no nos dejemos robar la capacidad para ser nosotros mismos y actuar con libertad.

  
Reincidentes
 

Un concierto divido claramente en dos partes bastante uniformes, una primera en la que defendieron a capa y espada algunos de sus nuevos temas incluidos en el disco “Canciones para Construir”, por citar alguno: “Vamos Pa El Infierno”, “Eh Loko”  y “La Verdad”  así como sus particulares versiones a diferentes autores que en los años 70 y 80 lucharon por las libertades socio-políticas, Fiesta”  (Joan Manuel Serrat), “Responde-me” (Lluis Llach), “Rosas en el Mar” (Luís Eduardo Aute) y un canto cercano, como es el clásico de Oskorri, “Gure Hizkuntza”, recogidas todas ellas en “Canciones Para No Olvidar”, el otro disco que compone la caja conmemorativa por sus treinta años de rock combativo; embarcándose acto seguido en un extremismo radical de sensibilización y lucha por nuestra libertad mediante un extenso elenco de himnos emblemáticos que supieron administrar como se merecen, “La Infancia En Un Cargador”, “La Republicana”, “Vicio”, “Grana y Oro”, “Un Día Más” o “Aprendiendo a Luchar” … No obstante, pudiendo servir siempre un vino excelente ¿Por qué se empeñan rebajarlo siempre con gaseosa?

Vamos al infierno
Grando vila morena
Fiesta
Nuestras manos
Andalucía la que se divierte
Eh loko
Lluis Llach
Rosas en el mar
Agarderei
Guk euskaraz
La verdad
Al asalto
La infancia en un cargador
Al día le faltan horas
La ciudad de los sueños
Pablo Milanés
La republicana
No-normal
¡Ay! Dolores
Un pueblo
Sueños de libertad
Cogido por los güevos
Vicio
Cartas desde el asilo
Cucaracha blanca
Rip-rap
Camela-3
Aprendiendo a luchar
Yaveh se esconde entre las rejas
Andalucía entera

Huracán
Egoísmo
Grana y oro
Una noche
Jartos d'aguantar

Queremos agradecer a todo el colectivo de personas que conforman la asociación del Vértigo Rock, el trato familiar y acogedor que nos dieron a la hora de llevar a cabo este reportaje, en especial a Joana, por dejarnos gustosamente su cámara de fotos.

¡Nos vemos el año que viene!

  
Reincidentes
 
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