Dicen que si Mahoma no va a la montaña hay que llevar la montaña a Mahoma. En nuestro caso llevábamos sin ir al Derramerock unos cuantos años, y no por falta de ganas, sino porque se lo habían llevado de Asturias a Ourense y nos pillaba bastante lejos. Pero este año ni cortos ni perezosos nos propusimos acudir de nuevo al festival, haciendo coincidir nuestras vacaciones con el evento. Así que con muchas ganas y con mucha ilusión nos acercamos hasta Ourense para vivir en primera persona la XIX edición del Derramerock, 19 añitos nada más y nada menos, que se dice pronto.

Había cosas que han cambiado desde que se celebrase en Pravia el festival. Una de las cosas diferentes es que era en un pabellón y había un solo escenario. Al respecto debemos comentar que el sonido ralló la perfección con todos y cada uno de los grupos, y ya sabemos como suelen sonar los pabellones, pues no se notó lo más mínimo. Se merecen un aplauso los técnicos de sonido. En cuanto a que sólo hubiera un escenario, pues se hace un poco pesado que tengan que cambiar los instrumentos y demás, pero no sé si sería que nos lo estábamos pasando muy bien o qué, pero salvo grupos muy determinados, como Loquillo, los cambios se hicieron rapidísimo y la espera entre grupo y grupo se nos hizo muy corta.

Por lo demás, comentar que fuera del pabellón había puestos de comida y de camisetas, merchandising… todo el mundo hizo muy bien su trabajo y eran muy amables y educados. Además te atendían muy rápido.

En cuanto a los baños pues se aprovechaban los del pabellón, que eran un montón, así que no había que hacer mucha cola para ir al baño y demás.

Además los precios de la barra eran asequibles, 6 euros por un cachi de cerveza está bastante bien para los tiempos que corren. Así que en cuanto a este tema también salimos satisfechos del festival.

Y después de este balance general del festival pasaremos a comentar los grupos.

Los encargados de romper el hielo fueron Malheira. Y a los pobres les tocó bailar con la más fea, y es que salvo la gente de prensa, contaron con muy poquito público.

Pero bueno, los de Ourense se plantaron sobre las tablas del escenario y dieron lo mejor de sí mismos. Nos dejaron canciones como “A bandeira”, “O xantar” o “Cotempo”.

Los orensanos tenían poco tiempo y nos dejaron apenas con siete canciones.

Todavía les queda mucha trayectoria por delante y esperamos que nuestros caminos se vuelvan a cruzar en alguna otra ocasión.

Los siguientes en seguir rompiendo el hielo fueron Above the Seas. Ellos son también de Ourense y nos ofrecieron un repertorio en inglés muy intenso. Nos sorprendieron con su deathcore y con su música apta para los oídos más duros.

Tampoco tuvieron mucha suerte y contaron con poco público, pero bueno es lo que tiene la hora de la siesta. Estoy segura de que si hubieran tocado a otras horas hubieran contado con algo más de público.

En apenas algo más de veinte minutos nos dejaron canciones como “Arrows” y “Blindfold Manners”.

Esperamos tener la oportunidad de verles otra vez en directo.

Los terceros en salir a escena fueron los Destemplados. Este grupo contó con algo más de público y vimos a varias personas con camisetas de la banda.

Nos llamó la atención la presencia de una vocalista femenina en la banda, aunque no sería la única que veríamos en el festival.

Nos dejaron canciones como “Puto” o “Sufre cabrón”.

Nos gustó bastante la actuación de los Destemplados. A ver si les podemos ver algún día un poquillo más de tiempo. Ellos por su parte dieron las gracias a las personas que les habían votado para que estuvieran allí y a todos los que les habían ayudado en su trayectoria y con los discos.

Después, como los cuartos en pisar las tablas del Derramerock llegaron desde Vigo los Aphonnic. El grupo se encuentra presentando “Héroes” y nos dio una buena muestra de estas canciones y de otras más añejas.

Aphonnic contaron con mucho más público que los grupos anteriores y vimos a gente con camisetas de la banda. La verdad es que la actuación se nos pasó rapidísimo.

Para mí, a pesar de que este metal que practican los Aphonnic no es que sea el santo de mi devoción, debo reconocer que lo que hacen lo hacen muy bien.

Esa tarde nos ofrecieron canciones como “Amarga despedida”, “Ahora que tengo 33”, “Mi capitán” y para cerrar nos dejaron con “Mala virgen”.

En la página web de la banda están en descarga directa los discos de esta banda que no nos dejó indiferentes. Para los que les pique la curiosidad la web es www.aphonnic.com

Ya pasada la hora de la siesta y con bastante más público aparecieron por escena Uzzhuaïa. Llevábamos muchos meses sin ver a los valencianos y teníamos muchas ganas de volver a disfrutar de su potente directo y de esas canciones que nos tienen más que enganchados.

Los de Valencia siguen presentando su disco “Santos & Diablos”, y nos ofrecieron temas tanto de este trabajo como de otros más añejos. Pero supieron hacer las cosas bien y fueron alternando lo nuevo con clásicos, consiguiendo mantener una tensión constante y así con sus temas de hoy y con los de siempre se metieron al público en el bolsillo.

La actuación salió bastante bien a pesar de que Uzzhuaïa estaban algo cojos esa tarde, y es que faltaba uno de los guitarras que no había podido acudir, por lo que Pau se vio en la obligación de hacer todo lo que pudo para que la actuación no se desluciera.

Los de Valencia empezaron con “Santos & Diablos”, para seguir con la mítica “Desde Septiembre” y luego ofrecernos otro retazo de lo nuevo de la mano de dos canciones, que fueron “Directo al mar” y “Una historia que contar”.

Después le siguió la conocida “Destino perdición” y también le hicieron un guiño a su penúltimo trabajo con “No quiero verte caer”.

Los minutos pasaban volando y cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos en el ecuador de un concierto breve pero muy intenso. Aunque pesó un poco la falta de un guitarrista, no por potencia, sino porque vimos a Pau un poco agobiado con el peso de la responsabilidad a sus espaldas.

Cuando nos quisimos dar cuenta estaban sonando “Baja california”, otra mítica, y otra del penúltimo disco, “13 veces por minuto”. Para rematar la faena, otra nueva, como fue “El solitario”. Los últimos coletazos lo pusieron un tema incluido en “13 veces por minuto” y titulado “Magnífico fracasado”. El broche de oro lo puso la clásica y esperadísima “Nuestra revolución”.

En definitiva, vimos una buena actuación de Uzzhuaïa, aunque esperábamos un poquito más de ellos, pero bueno se les perdona por la falta del guitarra.

Los siguientes en subirse al escenario del Derramerock fueron Los Segis, que llegaron como un huracán arrasando todo lo que se ponía a su paso.

Si en la última actuación de los de Vitoria nos dejaron un poco fríos, ahora era el momento de resarcirse y me quito el sombrero y si hace falta me quedo en cueros ante una gran actuación de estos fenómenos.

Siguen presentando su nueva propuesta musical “…En este infierno”, y nos ofrecieron unas pinceladas de estos temas nuevos pero sin llegar a aburrir ni a cansar, así para ir abriendo boca nos dejaron con el tema homónimo al disco. Y nos dejaron con esa, con “Alerta!” y “Perros”, poco más pudimos oír aquella noche de lo más reciente, sin duda alguna un acierto teniendo en cuenta el poco tiempo que tenían y la cantidad de temas míticos que tienen para tocar.

Los Segis Dieron un concierto apoteósico, sin mucho tiempo para respirar, sin parones y sin concesiones. Poco o nada dijo el Placi, nada más que esto: “Y a la mierda Felipe VI”. Ganándose la ovación y el apoyo unánime de un público que está hasta las narices de que les toquen los cojones con tanta democracia de postal.

Pero vamos a lo musical que es lo que importa. Segismundo Toxicómano nos dejó con casi una quincena de canciones que se nos pasaron volando. Entre todas cabe destacar “Pordioseros”, “Murallas”, “Odio”, “Nos joden”, “Mi vida”, “Por ti”…

El broche de oro a una magnífica actuación lo puso “Las drogas”, tema en el que Placi invitó a un chaval con una cresta azul a subirse a cantar con él, y es que ya le había visto también en el Viñarock y quiso tener ese detalle con él.

En definitiva vimos una gran actuación de Segismundo Toxicómano.

Ante una gran expectación salió El Drogas a rendir pleitesía ante un numeroso público. El artista no paró ni un minuto durante toda la actuación de jugar con su bastón y de sonreír, aparte de eso no paraba de comentar que estaba muy a gusto.

De las canciones de Barricada nos dejó con “Sofokao”, “En blanco y negro” y “Todos mirando”. Pero como también tiene ya un buen repertorio con su nueva banda, nos dejó con multitud de canciones, con algo más de una quincena. Y así esa noche pudimos escuchar temas como “En punto muerto”, “Debajo de aquel árbol”, “Todos los gatos”, “Verte en la mierda”, “Víctima”, “Están para volarlas”, “Demasiado tonto en la corteza”…

La actuación del Drogas y su banda se nos pasó como un rayo en una noche de tormenta de verano. Nosotros también estuvimos más que a gusto.

Los siguientes en salir a escena fueron los míticos Baron Rojo. Y después de hacer unas cuantas fotos aprovechamos para cenar por lo que muy a nuestro pesar nos perdimos la actuación de este grupo.

Luego llegó el turno a uno de los platos fuertes de la noche, tocaba la actuación de Loquillo. Había mucha curiosidad y muchas personas esperando a que saliera El Loco y su banda para poder verles en directo. Nosotros les habíamos visto hace menos de quince días, pero como suelen decir sarna con gusto no pica. Y seríamos capaces de ver un directo suyo semanalmente si hiciese falta porque el espectáculo que ofrecen es insuperable.

Empezaron su actuación con la mítica “Rock & Roll actitud”, y luego nos ofrecieron algún tema menos conocido. Pero casi toda la actuación se debatió entre temas clásicos. Aquella noche sonaron “Memoria de jóvenes airados”, “Cruzando el paraíso”, “El hombre de negro”, “El rompeolas”, “Cuando fuimos los mejores”…

Luego llegó el turno de “Carne para linda”, y en esta canción Loquillo desapareció por completo del escenario para cederle el turno al resto de la banda, para darles el protagonismo que se merecen. Aunque siempre se ha observado en el Señor Jose María la conciencia de saber que está rodeado de grandes músicos, y por eso siempre les presenta con un gran cariño y con una gran humildad. Así que aquella noche, como todas las noches, les presentó y pidió el aplauso para los suyos. Y al presentarse él dijo: “Desde Barcelona, no restamos sino sumamos”. Haciendo un claro guiño a la situación catalana.

Casi sin darnos cuenta sonaba la mítica “La mataré”, que cedió el testigo a “Feo, fuerte y formal” y a “El ritmo del garaje”.

Los últimos coletazos de genialidad los pusieron “Rock suave”, “Rock & Roll star” y para terminar nada más y nada menos que la mítica “Cadillac solitario”.

En definitiva, vimos como siempre una gran actuación de Loquillo.

El paso de las horas hizo mella en nuestros cuerpos y aunque nos apetecía bastante ver a Miguel Costas, le vimos las primeras canciones y luego nos marchamos a descansar. Una pena no haber visto a Miguel Costas ni a Betagarri, pero el cansancio nos pudo. ¡¡Ya habrá otras ocasiones!!