Mundeca es un concurso de carácter autonómico donde tiene cabida todo tipo de espectáculos, haciendo hincapié en la música pero sin olvidarse en la magia entre otros tantos, organizado por el diario El Mundo Cantabria y distribuido entre varias galas a la espera de la final donde se harán públicas las votaciones cosechadas durante las diversas actuaciones, nosotros acudimos a la sexta, que se celebró el sábado 28 de junio en el Teatro Bretón de El Astillero, Cantabria.
Desde nuestras butacas disfrutamos de cinco shows totalmente distintos, el primero de la mando del mago Diego Cahtan, con ilusionismo clásico, mentalismo que nos dejó con la boca abierta y algo de humos para amenizar la actuación, luego vino el indie de La Chica y la Grande, dentro de los veinte minutos que tenía cada participante para mostrar lo mejor de sí, y aunque no sea un estilo que nos simpatice, se mostraron serios, concisos y directos, con interpretaciones donde las tres voces se las iban rifando.
Insolvents, a pesar de ser de A Coruña, pudieron participar en Mundeca 2.014 porque uno de sus componentes nació en Cantabria. En el poco tiempo del que disponían sufrieron un problema técnico bastante importante, uno de los guitarristas se quedó sin instrumento, murió, sin más, menos más que la voz principal de La Chica y la Grande le dejó el suyo, eso es compañerismo, si señor!!!... y mientras tanto, el cantante nos amenizó la espera con algo de humor. Pop rock que desfiló por El Astillero para luego irse rápidamente a Galicia.
Poetas de Botella tocaban en casa ante sus acérrimos seguidores que no pararon de corear su nombre antes, durante y después de su actuación. Como siempre, notables, fuertes y con muchas tablas, parece ayer cuando les vimos debutar y de eso hace casi diez años, como pasa el tiempo. Para esta ocasión, Pablo, del que se despidieron oficialmente hace unas semanas, les echó un cable, parece que le cuesta despedirse de los que han sido compañeros casi una década.
Y por último, Complejo de Edipo, un buen puñado de hard rock para poner la puntilla a una estupenda y entretenida gala de Mundeca, presentada por dos profesionales que nos informaron de todo, incluso entre cambio y cambio, esos 10 minutos que nadie te los quita y que en ningún momento sufrieron de silencio en la sala, improvisando, narrando y guiando.