Aunque habiamos visto a Skurriband hace bien poco junto a Juan Abarca y también en el Black Bird, nos habían dejado con ganas de más, así que no dudamos en acudir al bolo que darían estos junto a King Hammond & The Sound Syndicate.

Los primeros en salir a las tablas del Black Bird fueron los Skurriband, banda que nos ofreció un concierto de una hora aproximadamente.

Los cántabros nos entretuvieron con las canciones de sus dos discos, con las de ese primer disco, titulado “Zurraspa ska” y con las nuevas, con el último álbum, que lleva por título “Nos come la mierda”.

Al igual que hace un mes Skurriband dieron un concierto dinámico y supieron conectar muy bien con el público, aunque en un principio fue poquita la gente que había en la sala, pero con el paso de las canciones la cosa se fue animando y fueron más los que arroparon a los locales.

Skurriband empezó su actuación con “Vientos del pueblo” y acabaron con “Soldaditos arios”, entre medias nos dejaron con una buena colección de temas, como por ejemplo “Frente Polisario”, “Déjate llevar”, “Rosario dinamitera” o “Jodida vida” entre otras.

Durante la hora que duró la actuación de los cántabros disfrutamos de lo lindo a ritmo de ska y fueron un buen punto de partida para una gran fiesta.

Además le dedicaron un tema al gaitero de la banda porque va a dejar la formación.

Para más información y para bajarse el primer disco de Skurriband y escuchar cinco temas del segundo no hay más que visitar su página web (www.skurriband.bandcamp.com).

La fiesta continuaba de mano de King Hammond & The Sound Syndicate, banda que nos alegró el día y que nos hizo bailar de lo lindo, y es que era inevitable dejarse mecer por el ritmo reggae que iba imponiendo la banda.

El londinense presentó canciones como “Monkey Boots”o “Rocking on Ridley Road”, así hasta llegar casi a la veintena de canciones.
La conexión con el público fue total y la

gente no paró de corear, de animar y de mover las caderas con los ritmos que marcaban King Hammond & The Sound Syndicate y así casi sin darnos ni cuenta se montó una fiesta de lo lindo.

Los minutos fueron pasando volando y cuando nos quisimos dar cuenta la actuación ya había concluido. Creo que ha sido de las veces que más rápido se me ha pasado un concierto.

Sin duda alguna fue un auténtico lujo poder disfrutar en vivo y en directo de bandas como esta. Grupo que demostró unas grandes tablas en el escenario, que sabían lo que estaban haciendo en todo momento y que consiguieron una gran respuesta por parte del público, como no podía ser de otra manera.

Vivimos una gran noche, una gran fiesta. Esperamos repetir pronto.