Después del breve parón de Los Escapaos teníamos la oportunidad de volverles a ver en directo y no íbamos a dejar pasar la ocasión. La cita era en el Clandestino de Pontejos y compartían cartel con Distorsión.

Para la ocasión el grupo cántabro hizo un cactus gigante de papel y lo puso a un lado del escenario, dando un ambiente un tanto más pintoresco a la actuación, ¡¡lo que no se les ocurra a estos chavales!!.

La banda contó con bastante acogida del público desde el principio del bolo, y la verdad es que los minutos que estuvieron sobre las tablas nos mantuvieron en vilo como sólo ellos saben hacerlo. Vimos un concierto dinámico, divertido, rápido, combinando muy bien las canciones de sus dos discos, ambos ya son clásicos. Si bien no nos podemos quejar mucho porque ya tienen intención de sacar nuevo material a finales de año.

Los Escapaos son una banda en la que se nota que son como hermanos y que se lo pasan bien mientras ofrecen su show, además musicalmente son bastante buenos, cosa que es de agradecer, no viven sólo de las letras o de las melodías, probablemente el secreto de la magia sea combinar magistralmente ambas cosas.

Así que esa noche escuchamos grandes hits como “Amy”, “Vas”, “Pazos”, “Odio currar” o “Psicólogo listo”.
Si todavía no has escuchado a esta genial banda cántabra en youtube está colgado su segundo disco, “Piso mierda, luego existo”, para todos aquellos que se quieran empapar de su música.

Después de una excelente actuación de Los Escapaos llegó el turno de Distorsión. Para mí era la primera vez que veía a esta banda en directo y también la primera vez que escuchaba alguna de sus canciones, y es que a pesar de ser muy míticos no habíamos coincidido.

Me gustaron bastante los temas de este grupo. El público estaba enfurecido y votaba y bailaba violentamente al ritmo que marcaban los tres componentes de la  banda.

A mí la canción que más me gustó fue la de “El bueno, el malo y el hijoputa”, pero esa noche sonaron muchas más, temas como “Ke buen dios”, “Niño pijo”, “Ke les den”, “Bugi cojonudo” y “Puta sociedad”. Así hasta casi completar la treintena de canciones. De las últimas que sonaron aquella noche fue la genial “Lakasitos”.

Después de casi dos horas de Distorsión nos quedamos más que satisfechos y nos fuimos a casa más contentos que unas castañuelas. Alegres por los dos conciertos que acabábamos de ver y por lo bien que nos tratan siempre en el Clandestino. ¡¡Así da gusto!!.