El pasado sábado 11 de abril fue un día muy especial para la familia Insonoro. Celebramos nuestro duodécimo aniversario en la Sala Black Bird de Santander junto a dos grandes bandas de nuestro rock estatal: Poetas de Botella y Mala Reputación. Una jornada que ha quedado marcada en la historia de nuestra página web gracias a la atención cercana y buen trato, tanto de ambas bandas participantes como del personal del local que acogió la fiesta. Y cómo no, gracias a todos los que os acercasteis a disfrutar con nosotros otro exitoso año. Sin olvidarnos de ti, que nos estás leyendo. Sin ti todo esto no tiene sentido.

Por primera vez me dirigí a ver en directo un concierto en la Sala Black Bird de Santander, y no solo por ser miembro de una familia musical que poco a poco con el paso del tiempo intenta crecer cualitativamente e incrementar su lado cuantitativo, sino porque además, el cartel pintaba muy bien. Por un lado, los locales Poetas de Botella regresaban al escenario con aires renovados para presentar por primera vez en directo “Sinergia”, su nuevo disco.

Y por otro, los veteranos Mala Reputación llegaban con ganas de mostrarnos también su último y reciente trabajo, “Eternas Promesas”. Una fusión que obtuvo como producto la fiesta Insonoro 8.0.

A las 20:30 horas se abrieron las puertas de la sala. Poco a poco la gente entraba con ganas para no perderse detalle de lo que iba ser una gran velada. Conseguimos reunirnos dentro más de ciento cincuenta personas. Toda una gran hazaña, sobre todo en los tiempos que corren por lo que de nuevo muchas gracias. Un cuarto de hora después, Poetas de Botella irrumpieron en escena inaugurando la noche con “REM”, una de sus nuevas creaciones en “Sinergia” (2015). Desde el pistoletazo de salida hasta la despedida con “Miéntete” de su disco “38 Decibelios” (2012) interpretaron un repertorio muy aplaudido entre sus seguidores presentes.

Los chicos de Poetas de Botella mostraron complicidad en todo momento y eso repercutió en su forma de hacer las cosas durante el transcurso del concierto. La energía brotaba de sus espíritus y los instrumentos dibujaban con alarde una atmósfera sonora a elogiar. Tanto las novedosas canciones de “Sinergia” como “Nada Más” y “Esclavos” o sus ya lejanas composiciones como “Tal Como Soy” (Punto de Partida, 2008) y “Eternos” (Contacto, 2013) hicieron cantar y bailar al público. Algo que hace a uno pensar que pronto acabarán gustando y girando por todo el Estado. La verdad que no lo hacen nada mal.

Durante su intervención hubo dos grandes momentos a destacar. La primera fue la colaboración de Pablo Girón (antiguo guitarrista de la banda) durante el potente tema “Acción, Reacción” (Contacto, 2013). Pablo fue llamado a escena, y cogió como en los viejos tiempos las seis cuerdas para tocar este himno con permiso de su relevo Yoni Simón que se incorporó a Poetas de Botella cuando este abandonó la formación tras girar presentando “Contacto”. El segundo, fue la gran colaboración vocal de Cristina Ceballos en “Cristina”, otra de las creaciones de “Sinergia” donde también participa ella. Fue fuertemente ovacionada.

Tras los cántabros, llegó el momento de Mala Reputación. Por lo que me consta, los asturianos siempre que visitan la “tierruca” son gratamente arropados. Y por lo que vimos, así volvió a ser. El cuarteto participó una vez más en nuestro cumpleaños, ya lo hicieron en tiempo pasado. Esta vez presentando “Eternas Promesas” (2015), un disco innovador que rompe con todas las pautas que el grupo ha marcado durante su larga trayectoria. Y por suerte, fueron bastantes los temas que de este trabajo presentaron.

Su turno se inauguró con “Cristal” (Al Límite Siempre, 2006), una canción que siempre que la tocan hace trotar a la gente. Con eso lo digo todo. Desde ahí hasta el final ejecutado con “10.000 Km” de “Eternas Promesas” ninguno paramos ni de canturrear ni de botar. Eso se agradece, pues ese es el objetivo, disfrutar cuando uno va a ver un concierto. Y esta gente hace pasar el tiempo sin a penas notarlo. Uno se pregunta por qué esta banda no se encuentra en lo más alto... Pero bueno, somos muchos los que sabemos apreciarlo. Por eso, el que ve a “los Mala” una vez busca una nueva fecha para volver a repetir. Algunos de nosotros vamos ya unas cuantas y les seguiremos buscando. Si todavía no les habéis visto ni escuchado, desde estas líneas os animamos a realizarlo.

Mala Reputación mostró varias cartas de su nueva baraja en Santander, cartas arriesgadas cuando una formación decide apostar por lo nuevo. Ya expuso mi compañera María al hacer la reseña que: “No es un disco fácil de entrar a la primera escucha, ni es un trabajo de esos que conquistan irremediablemente”. Pero en la Black Bird vimos que ganan mucho más directo. Así nos lo hicieron ver al tocar “Que La Tierra...”, “Cobarde” y “Nunca Seremos Los Mismos”. Lograron hacernos sentir matices que desde casa quizá no logremos apreciar. En el caso de “Fuego” supuso una rotura de cintura al ritmo trepidante del concierto. Una canción que tiene tanto detractores como fuertes defensores entre sus seguidores. Pero que merece la pena presenciar y reafirma la valentía del cuarteto. Estas son las que con el tiempo acaba defendiendo todo el mundo. Ya veréis...

El resto del repertorio fue como siempre que dan un repaso a toda su trayectoria, divertido y elaborado, con bailables entre el público en “Ansiedad” (Ansiedad, 2000) y “Abriendo Camino” (Abriendo Camino, 2002), y cánticos populares al sonar “Tus Palabras” (Al Límite Siempre, 2006) y “Para Que Jueguen Los Gatos” (A X Ellos!, 2004). Aunque para disfrute general cada vez que llegaba el momento de las canciones pertenecientes a “Carácter” (2011), una de las mejores obras que han producido hasta la fecha. Ese clamor que surgió con “Ceremonia” y “Polvo En El Viento” lo demostraron.

Además, hubo dos momentos que merecen la pena destacar, el primero fue la interpretación “Aquella Tarde” (Ansiedad, 2000) en solitario por Daviz en formato acústico y el segundo, el emotivo “Mucho Más Fácil” (Carácter, 2011) que Kiko, el batería, cantó acompañado con Daviz a la guitarra también en acústico. Ambos temas nos pusieron los pelos de punta a los asistentes. Como para no.

Esto vivimos aquella noche primaveral de abril en una acogedora Sala Black Bird de Santander que esperamos seguir visitando. ¡Hasta la próxima!