¡Una noche de pura emociones!

Hay algunas emociones internas que son difíciles de gestionar, imposibles de contener sin que surjan al exterior, en torno a pensamientos que sólo traen tristeza. Conmociones afectivas que nos dejan sin habla, poniéndonos en el camino de la superación desde un estado de conciencia de reflexión. Sentimientos difíciles de explicar y fáciles de sentir cuando se pierde a una persona querida. Un revoltijo de sentimientos extraños que a veces le atoran a uno, dificultándole el entendimiento desde la razón y provocando que las lágrimas afloren en sus ojos. Una angustia que te come por dentro y que necesitas expulsar, parecida a la que pudimos observar en los rostros de Josu Korkostegi, Lino Prieto y Pedro de la Osa, en algunos transcursos del homenaje a su compañero Juan Carlos Lera, envolviéndonos en una maraña de cariño y conmiseración y algo más a lo que no sabía poner nombre, emociones a flor de piel inexplicables mediante palabras.

Con los nervios de una noche tan especial la presencia de los músicos se hizo de rogar, en parte por la proyección de un afectivo video sobre la vida del músico, imágenes de su niñez, adolescencia y vivencia sobre los escenarios, a modo de acercamiento de lo que era Lera en vida, una persona honesta que sabía cómo hacerse querer, dando lo mejor de sí mismo. Al termino del mismo y sin más miramientos la banda salió a morir sobre el escenario presentándose con “Kanzión De Amor” y  “Dime Tú”, haciendo aflorar los primeros clamores en el recinto. Además para tal entrañable ocasión no quisieron olvidarse de algunos de los músicos y amigos con los que han compartido escenario y carretera durante todos estos años. Los primeros en salir fueron Alfredo Piedrafita (Miss Octubre) en “A Toda Velocidad”, Aguayo (Kaotiko) en “Jugar A Enseñar” e Iñaki Uoho (Extremoduro) con Francis (Doctor Deseo) en “Johnny El Guapo”, contribuyendo con su talento artístico a hacer de la velada, una noche que nunca olvidaran los allí presentes, de un cariz más entrañable y nostálgica posible.

Y a partir de ahí comenzarían a surgir pequeñas sorpresas con temas que no nos esperábamos “Dar Tierra y Llorar” teniendo como invitado a Sebas (Ausente/SerieZ), la conjunción guitarrera de dos hachas en “Imaginas” (Pedro De La Osa y Josu de Gris Perla) y rescatando perlas de calibre mayor como “Rock An Roll”, imprimiéndola Toni Metralla dosis mayores de rabia con su potente vozarrón. El ritmo de los acontecimientos y las estupendas colaboraciones posteriores a las guitarras exclusivamente, sin dotes cantarinas, como bien algunos de ellos plasmaron en el disco Tributo a Parabellum, de Alberto Pla (Boikot), Xabi Camarero (Urtz), Norton Gorosabel (EH Sukarra) y Asier Dominguez (Porco Bravo), en “Las Paredes”, “Esta Noche Acabare Con Ella”, “Eres Sombra” y “Bronka En El Bar”, respectivamente, hicieron saltar la emoción pero sin alcanzarse cotas muy altas debido fundamentalmente a la excesiva tardanza en los cambios de los artistas invitados.

En cualquier caso, como es evidente, se notó mayor respuesta en aquellos temas que los seguidores han interiorizado como una parte de su vida, la emblemática “Envenedado” que contó con el salvajismo de Josu (Distorsión), el ritmo reivindicativo de “No Hay Opción” en la que se subió a tocar el primer bajista de la banda Txisko, el único en interpretar junto a ellos dos temas seguidos, el segundo de ellos la  “Estás Solo” y la elocuencia sentimental de “La Locura” en la que disfrutamos de las guitarras de Gorka Bizar (Idi Bihotz/Jare) y la maravillosa voz de su hermano Mikel que se marcó la primera estrofa en Euskera, cantada con fuerza por todos.

También deberíamos incluir en dicho apartado de favoritas a “La Vela Se Apaga” en la que Mamen Rodrigo (Vulpess, Yo Soy Julio César, Puñetazo, Anticuerpos, La Xeta Paxote, Puro Chile), acompañada de su pareja inseparable Urko Igartiburu, se desbordó en sentimientos, expresando afectos mediante unas emotivas palabras hacia la madre de Lera “Que a pesar del dolor que supone la pérdida de un hijo, debería estar orgullosa de que toda esta gente se acuerde y haya venido a homenajearle”.

Un sensacional momento de emociones desatadas, al igual que la presentación por parte de Pedro de la Osa de “Verdad o Mentira”, la primera canción que compuso en vida Lera, escapándose alguna que otra lagrimilla, el siempre recuerdo del desalojo del Gaztetxe de Bilbao en “Noviembre 92” con la ayuda de Poniboy (One Man Trio) o el cierre final interpretando en acústico una de las canciones favoritas de él, “Disarm” (Smashing Pumpkins) con acompañamiento de violín y Asier (El Hombre Del Tiempo) a las baquetas, tras la proyección de unos cuantos videos de saludos por parte de algunas bandas que no pudieron estar Penadas Por La Ley, Rat-Zinger, Putakaska..., debido a compromisos firmados y unas palabras entrañables de Josu en apoyo a las bandas locales “Lo triste es que se tenga que morir alguien para juntarnos, el rock & roll no entiende de florituras ni de ventas, ni de músicos, demasiada información no es buena y si nos apalancamos tampoco es bueno, hay que ir, ver pagar y seguramente alguien te sorprenderá, de diez uno o de diez dos o ninguno pero hay que insistir, ver y escuchar, por gente como vosotros no estaríamos haciendo esto”, con la gente invadiendo el escenario y abrazando a los componentes del grupo, una vez interpretada desde la exquisitez y sensibilidad.

Como bien el escritor japonés Yukio Mishima  “Las emociones, en efecto, no siguen un orden fijo. Antes bien, y al igual que las partículas del éter, prefieren revolotear con libertad y flotar eternamente trémulas y cambiantes”. Quisiera encontrar las palabras adecuadas para describir las tantas emociones que se dispararon en esa noche tan especial pero me resulta imposible, para poder comprenderlas, es necesario experimentarlas personalmente y dejarse llevar.

¡Quién sabe si en el futuro nos volveremos a encontrar con ellos!