¡Legendarios!
 
Aquello que diferencia a las buenas formaciones de las grandes es la capacidad para crear un universo propio, un espacio que nadie haya habitado antes y que no sea reemplazado jamás. Los hermanos de Castro (Carlos y Armando) continúan al pie del cañón después de 35 años en la brecha, conservando su particular esencia "Leyendas del rock duro" y envidiable talento, dibujando épicos crescendos emocionales que va más allá de barreras del género gracias a su capacidad de crear canciones con vocación atemporal, dignas de elogios infinitos y una fidelidad encomiable ganada a base de honestidad y textos al más puro mensaje del rock que alientan a la juventud a rebelarse. Es obvio que el tiempo sigue sin resquebrajar lo que suponen temas como "Tierra de Vándalos", "Con Botas Sucias", "Rockero Indomable", "Las Flores Del Mal", "Incomunicación" o "Resistiré" tan vigentes como siempre y con la misma rebeldía que fueron editados en su época.
 
Enseguida comprobamos que la banda tenía ganas hoy de ofrecernos algo distinto a lo que habíamos venido viendo en sus últimas visitas, interpretando en el primer tramo de su actuación, canciones que llevaban tiempo sin tocarlas en vivo como "Caballo Desbocado", "Anda Suelto Satanas", "Tierra De Vándalos" y "Chica De La Ciudad", provocando una entrañable nostalgia en un público con una media de edad de 35 para arriba. La personalidad firme de sus miembros fuera de los escenarios se transmite en conciertos muy profesionales y curiosamente esa noche vimos a una banda especialmente abierta, en concreto Armando que se mostró muy cercano en todo momento, procediendo a toda una apabullante demostración de cómo llevar un concierto, echando sin descanso una detrás de otra, hasta alcanzar el clímax final.
 
Dentro de un repertorio que resultó extenso e infalible, llegando a las dos horas y media de actuación, la reacción fue mayor con los temas que todos estáis imaginando si conocéis un poco de la carrera de Barón Rojo, los himnos gloriosos de sus emblemáticos discos "Larga Vida al Rock & Roll", "En Un Lugar De La Marcha" y "Volumen Brutal", por citar alguno: "Incomunicación", "Concierto Para Ellos", "Satánico Plan" , "Anda Suelto Satanás" o "Cuerdas De Acero" , donde las virtudes musicales del grupo en su más dorada expresión salieron a relucir, en particular la brillantísima conjunción guitarrera de los dos hermanos a los que se les empieza a notar los muchos años de bagaje conjunto. No obstante, me quedo muy por encima con el emotivo momento de "Hijos Del Cain" o con el esperado "Resistiré", seguido del "Siempre Estás Allí", que por muchas veces que la hayas disfrutado en vivo no deja de meterte ese aire entre macarra y vacilón. A Barón Rojo nunca les veremos dar por ganada una partida antes de jugarla. Misma pasión y entrega de principio a fin tirando de una carrera que les avala como grandes.