19/09/2015
Mikel García @Mikel_insonoro
Mikel García @Mikel_insonoro
Sala Doka, Donostia, Gipuzkoa
www.insonoro.com
¡Fuertes estímulos motivadores!
Dicen que los límites de los sueños están donde los pone uno, que la ilusión que se ponga a la vida importa mucho, al mantenerte mentalmente ocupado en aquello que a la larga te va brindar satisfacción.
Sin embargo, en ocasiones el poder alcanzarlos no es solo cuestión del empeño y esfuerzo que se ponga sino del requerimiento de unos específicos medios que determinen su valor real. Infinidad de bandas se han quedado a medio camino del éxito y la fama que se merecían realmente, por no haber sabido hacer las cosas bien desde el principio.
Ante la adversidad derivada de un propio comienzo de andadura, los músicos del grupo gipuzkoano Taupada se decantaron acertadamente por un inicio de gira de presentación de su primer disco “Zeren Zain”, por todo lo alto, en la conocida sala Doka (Donostia) y teniendo como acompañantes de travesía a los locales Mindtrap y Indidxabak; sin olvidarse de lo más importante en tales circunstancias, el dar a conocer cada una de sus composiciones con absoluta humildad y una doble dosis de ilusión y entusiasmo.
Existen músicos expertos en hacernos sentir las emociones de un modo diferente, más intensamente, invitando a revisar nuestro interior para reconocernos tal cual somos. Sin prisas y con la suficiente ternura Indidxabak nos fueron abriendo de par en par los cinco sentidos, con tal solo dejándose llevar por la voz susurrante de su vocalista que dejaba al descubierto una tremenda capacidad para medir sentimientos y convertirlos en canciones inmensas, melodías aterciopeladas recubiertas con un moderado aroma tradicional, predominando la armonía sobre el ritmo y la melodía.
Pero no sería corrector achacar esa explosión de sentimientos a flor de piel sólo a la voz, también contribuyó a ello el magnífico apoyo rítmico y la sutileza singular desplegada en su conjunto, llenando de sensibilidad y gusto el escenario.
Indidxabak
Llegaba el turno de Taupada que no se hicieron de rogar más de lo justo. Una joven formación que ha sabido plasmar en su primer trabajo de estudio “Zeren Zain" lo que realmente querían, dándole al factor riesgo máxima prioridad, fructificándose en un metal melódico bien nutrido de contrastes y con una basta colección de matices, envolventes riffs power metaleros y destellos operísticos de bella factura que aportan una profundidad sonora impecable. Una diversidad de elementos que me hacía dudar si serían capaces de plasmarlos en directo. Aunque en los primeros compases se les notó algo nerviosos, la ilusión por poder exponer su música ante todos los allí congregados iba equilibrando la balanza.
Con “Sua Begietan” se iniciaba dadivosamente su actuación que fue de menos a más, desprendiendo elegancia personificada en su vocalista femenina que cuenta con una voz infalible, excepcionales densidades vocales de lírica ligera.
La banda mantuvo la intensidad en unas cuotas que llegaron a tocar el límite establecido, una trabajada labor en el exponente instrumental al igual que esas segundas voces que se complementaban impecablemente debajo de la principal.
Del mismo que demostraron ser unos expertos en crear una música plagada de progresismo amable, alternancias rítmicas ambiciosas y un alto poder melódico que captura al oyente “Oroitzapenak”, “Herri Sorgindua” o “Aurre Egin”, plasmaron su buena técnica en aquellos temas que pueden resultar más del agrado de los heavies de la vieja guardia como “Zeren Zain”, “Amets Krudelak” y una de las composiciones que irán incluida en su próxima obra ,“Bidearen Amaiera”, dejando destellos de pura masturbación guitarrera.
Encarábamos así un final donde dejaron suficientemente saciado todo el apetito de un buen amante de la música, sensibilidad vocal y expresiva en “Arima Galdu Baten Ahotsa” y “Zuretzat” que fue dedicada por parte de la vocalista a su madre, quien se encontraba entre el público, por todo el apoyo y cariño que siempre le ha dado; fortaleza vocal en “Zeren Zain” y desgarro existencialista en “Amets Krudelak”, transmitiendo en cada nota entusiasmo y emoción por lo que hacen.
Taupada
En ocasiones, hay grupos que te dejan con una sensación de neutralidad, ni buena ni mala, difícil de definir, debido precisamente a que no tienen del todo concretado un estilo propio, fue el caso de Mindtrap que pese a desenvolverse con acierto en esa plaga de sonidos que son capaces de crear, no terminó de cuajarme.
Eso si salieron a por todas, dejando que la música hablara por ellos mismos y brindándonos con el paso de los minutos un espectáculo acorde a lo expuesto en el plano musical que reflejaba muy bien el contenido de lo que persigue el grupo, tanto en los aspectos musicales como en sus letras, definidas por una amplia gama de influencias musicales y estilísticas, gran extensión y desarrollo armónico bajo un rock de narcótica base psicodélica.