¿Canciones de Extremoduro a ritmo de Tango y Milonga? Así con esta incertidumbre, que es como empiezan las grandes partidas, comienza nuestro viaje. Abróchense los cinturones.
Nunca viajar resulto tan barato y gratificante, el improvisado aeropuerto internacional del Café de La Palma, nos deparaba un itinerario sin igual. El destino; volar gracias a la milonga del maestro Sebastián Piana, cruzaremos el charco a orillas del Rio de la Plata, caminaremos por general Artigas, hasta llegar al Monumental para ver a los Mirasoles del club de futbol Peñarol. El cariz curioso viene, cuando entramos en materia de lo que cantan, mayoritariamente versiones de Extremoduro.
Polémicas aparte de su cantante, estamos de acuerdo que Extremoduro es prácticamente una religión aquí y allí. Apelando al antiquísimo término conocido como “ritmos de ida y vuelta” o lo que es lo mismo, estilos llegados a América por los emigrantes españoles, se habían transformado allí y, con el regreso de vuelta, enriquecieron nuestra música aportándola una calidad extraordinaria. Me aferro a todo esto, para decir; que hoy las canciones de Extremoduro, están de vuelta como gran genialidad (Más si cabe) y una personalidad apabullante.
La noche empieza con Leandro Aput, el cantautor argentino, ex integrante del grupo de Rock alternativo los Cabezones, ejerció de gran invitado, desde el iniciose nota que ha mamado el rock desde pequeño, con canciones enérgicas a ritmo de su guitarra acústica, nos ofrecía una amalgama de sonidos escoltados de una voz muy a tener en cuenta. Con tan solo cinco temas demostró al personal el carácter y la vocación que gasta el de Mendoza, esta corta pero intensa escala en nuestro viaje, comenzaba con “Ser así” una canción que condensa una honestidad brutal, despues “Dicen” la cual nos dejó con un gran sabor de boca, gracias a su musicalidad, a la altura de la noche y con frases como “Y entre mares de ansiedad aprendimos a esperar y ya no hay nada que esperar” , entre canción y canción, el bueno de Leandro, se deshacía en halagos hacia el personal y hacia los Milongueros, poco tiempo quedaba cuando sonó “Primer paso” de su último trabajo de estudio, un paso adelante, un salto de madurez en su música. En el final podemos escuchar “Prado” gracias a ella, ya vamos divisando la ciudad de Montevideo, canción que alberga una gran historia. Y para acabar “La mano abierta” lo mejor siempre para el final, ayudada por los efectos excelentemente utilizados. Acababa Leandro Aput y con el nacían nuestras ganas de descubrirle, ¿onde podemos escucharle? Pulsando aquí.
Leandro Aput
Después de esta escala gratificante donde las haya, era el momento de Francisco Stareczek ,Paio , Matias Rodriguez y Santigo Martinez , suena Milongas Extremas, y nuestro viaje sigue con “Milongas” y la maldición por no quererme y sus manadas de buitres carroñeros, a estas se le unieron, de una manera excepcional “Historias” con un final apoteósico, “Sucede” las palabras de Neruda estaban acompaña como nunca.
Primer momento en el cual los dulces recuerdos de adolescencia, nos hacen volar más si cabe, suena “Golfa” también para darnos cuenta que tenemos una edad… Cosas de la vida. Con “So Payaso”, hacemos el primer alto en el camino, para escuchar y descubrir el talento compositivo de los charrúas. Suenan “Decime que pensas” y “Rompe el reloj” solo deciros, y sobre todo a ellos, que esta faceta la deberían explotar mucho más, por la calidad con la que se desenvuelven en lo compositivo, chapo! Seguimos con el repertorio, suena “Pedrá” una de las mejores, por la manera de llevarse a su campo, a sus cuatro voces, impresiona que unas guitarras españolas suenen así.
Milongas Extremas
El que suscribe añade, lo difícil que es tocar, BIEN, cualquier tema de Extremoduro contando con la distorsión y la guitarra eléctrica. Pero con una española a esta calidad, si no lo veo no lo hubiera creído nunca. Volvemos a sus temas con “Alero” y “Como quieras” esta última bien la podría tocar Extremoduro, muy fieles a ellos. En la recta final quedaban los grandes Hit´s de la banda extremeña, o por lo menos los más coreados. Sonaron “Jesucristo García”, “A fuego”, a ritmo de un tango trepidante “La Vereda de la parte de atrás” y “Ama”.
Como balas en la recamara, más bien diría torpedos sonó “Puta” y el que firma se quitó el sombrero por la manera sublime en hacer el solo, por la fanfarria, la fiesta y formas que gasta estos muchachos, la mejor sin duda. Para concluir sonó el más que coreado “Autoretrato” gran final mejor ni en sueños.
Acaba nuestro viaje al son de Tango, Milonga, me atrevería a decir que por algún momento candombe, de la mano de unos muchachos que nos han devuelto un trozo de nuestra cultura dándole un baño de oro de muchos quilates. Gracias por hacer que la cultura no tenga patria y por tener tanto valor a hacer versiones, que por momentos (me juego el puesto con esto, ¡Pero un día es un día!) mejor que las originales. Así de fácil es viajar, siendo este nuestro único fin, nuestra única derrota, nadie morirá por páginas en blanco.