Siempre he considerado que existen una serie de peculiaridades que resultan infalibles a la hora de diferenciarse de aquellos que aparentan ser lo que no son, actitudes prepotentes y carentes de humildad; el despliegue de tu propia esencia sin que nada exterior te obligue a actuar, el tener el valor de ser el que realmente eres, sin sucumbir ante lo que otros piensen o digan, la actitud correcta procedía de un impulso interno, conforme a tu naturaleza personal, en mostrarse modesto, cauteloso, agradecido y respetuoso con todo el mundo. La música, y concretamente el rock, no se salva de esos llamados "posers", músicos que adoptan gestos y posturas de un ridículo supremo, sin apenas un mínimo de decencia y actitud honesta, a quienes incluso no les importa en absoluto que la música que están tocando carezca de sentimientos de valor puro.
A lo largo de las décadas hemos aprendido que el rock and roll es mucho más que un género musical, es un asunto de actitud pero seguimos cegados ante tanto deslumbrante producto de marketing, no apreciando como deberíamos a aquellos que destilan con franqueza, irreverencia pura y sabiduría rock por los cuatro costados, altas dosis de furor, pasión rockera y emoción desbordante, un sentimiento que traspasa fronteras.
Es obvio, que no es oro todo lo que reluce, más bien, un mar de correctas formas con escasa profundidad, promovidos por un interés desmesurado de llenarse exclusivamente los bolsillos; por lo que quizás deberíamos empezar a distinguir, de una vez por todas, lo verdadero de lo falso, a partir del debido y correcto razonamiento de que una incuestionable actitud rockera lo es en todo tiempo y lugar, una auténtica expresión de magnificencia destellante e intensa, de salvaguardar las viejas raíces del rock y hacer vibrar nuestras verdaderas almas, expeliendo un rock sincero con puro sentimiento y estilo.
Calibre Zero
Toda esa honradez y decencia que últimamente escasea en el rock nacional actual, a los madrileños Calibre Zero les sobra a raudales, salieron de camerinos dispuestos a dar la mejor impresión posible, no limitándose exclusivamente a presentarnos su última obra “Con Las Botas Puestas” sino sumergirnos en unas turbulencias sonoras que argumentasen brillantemente la afirmación de que el rock es una expresión cultural del tiempo al que pertenece, necesaria para entender actitudes de una generación que podrían ser perfectamente aplicables hoy en día, por el momento que vivimos, un periodo de confusión y estancamiento que genera desesperanza y frustraciones, momentos de dificultad, no sólo de crisis económica, sino también social, de valores, de confianza , razones suficientes para salir a la calle y manifestarnos, “Rock Hasta Morir”, “Sin Actitud (No Hay Rock & Roll)”, "Si No Es Ahora, ¿Cuándo?" o “Muerde La Vida”.
Unas sólidas convicciones que parecen no tener fecha de caducidad, especialmente brillante la clase y temperamento guitarrero de Miguel, marcando las diferencias en “Con Las Botas Puestas” o “El Humo de la Confusión” y corroborando el crecimiento que están experimentando en directo, bajo una honesta forma de ser que los hace distintos y con extraordinarios destellos del potencial que tienen escondido. No obstante, aunque cuajaron una buena actuación eché de menos un encaramiento total sin miramientos al público que tenían delante, he visto a la banda en muchas más ocasiones y su vocalista Ricardo goza de un carácter más aguerrido, el cual esta vez no hubo en exceso.
Calibre Zero
Si de mujeres con unas señas de identidad genuinamente rockeras y luchadoras hablamos, deberíamos hacer mención el nombre de las suecas Thundermother, ya que meten el buen rollo y el sabor a puro y genuino rock & roll solo con tocar los primeros acordes de cualquiera de sus canciones, equilibrando tradición rockera con alma callejera, a base de opulentos alardes guitarreros y voz chillona y retumbante. Un grupo con estilo consolidado y con cosas que decir. El quinteto se desenvolvió con arrojo, demostrando tener super trabajado su directo, en particular en garitos en los que el público se echa encima de los músicos y absolutamente predispuestas a no dar descanso, con un arranque que tuvo intensos momentos, “Man With Blues”, “The Dangerous Kind” o “Deal With The Devil “, prometiéndonos sudar de lo lindo, sacando su poderosa fuerza desde muy adentro, por medio de una total honestidad y cercanía en el trato.
La respuesta a “ Cheers” ya fue un síntoma de alegría desenfrenada por parte de los asistentes que las suecas supieron captar a las mil maravillas, elevando un escalón más su avidez en la ejecución de los siguientes pildorazos rockeros: “Enemy” y “It´s Just A Tease”, el primer sencillo de su reciente segundo trabajo “Road Fever” en la que nos dispusieron a cantar como si estuviéramos ya en una fase del concierto avanzada en la que uno está completamente rendido a sus pies, esforzándose al máximo para que todos colaboráramos.
Así lo hicimos, eclipsados por toda la furia y desparpajo que desprenden, sin encontrar ni fisura alguna, plena fidelidad a una forma de entender la vida. Y para genialidad compositiva y soberbia demostración vocal de Clare Cunningham tuvimos “Give Me Some Lights”, un alarde de chulería rockera, con una crudeza y autenticidad muy setentera , en el que la velocidad de los riffs de Filippa Nässil fueron suministrando el sentimiento requerido. Inmediatamente pasamos a otra fase de la descarga con temas como “One For The Road” y “Thunder Machine”, desarrollando un gran sentido del ritmo y entonación melódica.
Thundermother
Aunque, sin desmerecerlo, en donde mejor se desenvuelven es rockeando al máximo, como bien dejaron de manifiesto en la parte final, reservada a propósito, un irrebatible despliegue de actitud con ''Rock´N´Roll Disaster'', “Shoot To Kill” y “You Made Me Day”, que contribuyó a poner en completo descubierto una pasión rockera que no conoce fronteras, proeza de Filippa al estilo Angus Young entre la multitud y una despedida de pura adrenalina rockera, con el que terminaron de dar todo lo que llevan dentro, tiradas sus dos guitarristas en el suelo, sin dejar en ningún instante de rasgar sus guitarras, en busca de un reconocimiento que debería de llegar en cualquier lado que pisen, si se mantienen constantemente fieles a sí mismas como si de un matrimonio se tratara.
- Man With Blues
- The Dangerous Kind
- Deal with The Devil Enemy
- FFWF
- Cheers
- Enemy
- It´s Just a Tease
- Deranged
- Give Me Some Lights
- Rock ´N´ Roll Sisterhood
- Thunderous
- One For The Road
- Thunder Machine
- Rock´N´Roll Disaster
- Shoot To Kill
- You Made Me Day