Seguimos asistiendo a las jornadas de clasificación para las finales del Villa de Bilbao, ya sea el turno de pop rock como metal, descubriendo nuevos talentos y bandas que en un futuro representarán el rock nacional o internacional.
El jueves 8 de octubre descubrimos la voz personal del cantautor Ubriel, un flujo de canciones con cierta carga emocional, donde su guitarra apostaba por falta de ritmo doblegando el silencio más espiritual de oficio, un tipo capaz de dejar el lado más humano y emocional para doblegarlo a un ejercicio experimental donde los sonidos intrínsecos tienen cabida dentro de su proyecto. Canciones tanto en castellano como en euskera dentro de un concierto sincero.
Bluestain, los siguientes, directamente desde Madrid con su folk americano cantando en inglés, quizás una propuesta repetitiva pero tenían guiños al blues melódico y algún que otro tímido aplauso rescataron. Con tan sólo un Ep "Maybe a Movie" completaron una actuación acertada, dueña de grandes canciones.
Y para terminar la jornada, los sonidos más psicodélicos de la banda de Barcelona, Opatov, lamentablemente no les pudimos ver pero nos comentaron que dejaron muy buenas sensaciones y con opciones de llegar a la final.