Era la primera vez que pisaba la sala Sir Lauren´s de la capital del Principado de Asturias y me llevé una grata sorpresa al comprobar lo bien que suenan los grupos en su pequeño escenario. A pesar de las dimensiones del espacio escénico y de las columnas que entorpecen la visión, me encontré con un recinto muy acogedor, tanto en espacio como en el personal que trabaja en el. El trato fue excelente en todos los sentidos, incluidos los precios en la barra… y eso se agradece.

Si a todo esto le sumamos que al entrar te regalaban un cd cortesía de El Drogas con 4 temas, la noche no podía empezar mejor.

Pronto saldrían a escena Crudo para ofrecernos un repertorio algo más corto que en La Noche más Suave, o al menos eso me pareció. Quizás sea porque les estoy cogiendo el gustillo a los avilesinos y cuanto más les veo en directo más me engancha su música y su buen hacer sobre el escenario. Abrieron  con  “Ya no creo en nada”, tema elegido como primer videoclip de su recién estrenado disco “Héroes, esclavos y traidores”. De este trabajo nos presentaron también “Bocazas” (con su particular intro recordando una de las secuencias más carismáticas de la película de Alex de la Iglesia “El Día de la Bestia”), “Nada a cambio”, “Héroes” (dedicada a toda la gente que les apoya)  y “Gamonal”. Enlazando muy bien y bastante rápido unos temas con otros se entregaron con un gran recital en el que también incluyeron temazos como “Mirando hacia arriba” o “Recuerdos” y cómo no “El avestruz” para cerrar su intervención.

Son un grupo que saben transmitir en escena la esencia pura del rock. Un rock directo, contundente, de ritmos rápidos y potentes guitarras, con dos voces, la de Luis Melero al bajo y la de Víctor Vivar a la guitarra,  que además de complementarse excelentemente dejan salir por sus poros pura energía que invade a quienes tienen el privilegio de verles en directo.

Con ese ambiente bien caldeado y ese feeling especialmente contagioso que irradian algunos grupos salió el gran maestro Enrique Villarreal “El Drogas” al escenario ovetense. Y “Así” abrieron otro fabuloso concierto de la banda. Me quedo sin adjetivos para poder describiros lo que ES un CONCIERTO con mayúsculas de estos cuatro pedazo de músicos.

Un gran repaso, con un repertorio muy bien seleccionado para la ocasión que recorrería toda la discografía del genial músico. De su etapa con Barricada nos deleitó con “Bahía de Pasaia”, “Que no me silbes”, “Animal caliente”, “Todos mirando” o “No hay tregua” (coreada íntegramente por el público donde El Drogas solamente intervino en el estribillo) entre otras.  Íbamos pasando de temas potentes como “Que mal rato”, “Verte en la mierda” o “Peineta y mantilla” de su último disco “Demasiado tonto en la corteza” a otros más emotivos o sensibles como “En punto muerto” o “Cordones de mimbre”, esta última guitarra acústica en mano para convertirla en más intensa si cabe.

“Sin reverencias” también sonó en su versión acústica sin perder por ello nada de energía. Otra de las que más me gustaron en este directo fue la extraída del repertorio de La Venganza de la Abuela: “Fue 24D…¿y qué?”.

La versión de Alarma “Frío” sonó con toda la contundencia con la que El Drogas la ha aliñado en su repertorio, mucho más rockera que la original.

Tocaron casi 30 temas y tuvieron que salir en dos ocasiones a cerrar el concierto porque la gente no cesaba de pedir alguna más. “Víctima” (Barricada) recordando la dureza de la inmigración, tristemente de actualidad y la insuperable “Azulejo Frío” fueron las elegidas para despedirse y presentar a la banda, donde Brigi Duke, Txus Maraví y Eugenio Aristu “Flako” se explayaron y nos divirtieron con sus instrumentos.

Da gusto asistir a eventos donde se puede palpar cómo disfrutan los músicos sobre el escenario y cómo nos lo transmiten también a los que pudimos acompañarlos aquella noche. Esa complicidad, ese sentimiento, esa entrega y cariño pocas veces pueden palparse tan de cerca como en esta ocasión.

La elegancia, el buen sonido, el feeling….vienen de la mano de fenómenos  musicales de la talla de El Drogas. Si encima un grupo como Crudo, que más que crudos parece que están ya bastante curados (musicalmente hablando), se empeñan en gestar esa conexión que sólo se logra en los buenos directos, el resultado es simplemente maravilloso. Muchos se lo perdieron pues no llegaron a agotarse las entradas, pero estoy segura de que a la mayoría de los  allí presentes nos hicieron sentir muy…“A GUSTO”.