Nos esperaba una noche toledana de la mano de Los Escapaos, Duro y Los Perezosos. Los tres grupos estuvieron durante sus actuaciones enormes, y nos dieron una buena lección de música, cada uno con su estilo y con sus formas de hacer las cosas, pero todos exprimiendo su potencial al máximo y dejándonos con ganas de más.

A las cosas siempre hay que ponerles un “pero”, y sinceramente yo habría pagado bien a gusto una entrada de 5 o de incluso 10 euros por el bolo con tal de que hubiese sido en una sala, porque hacía un frío helador. Algo totalmente normal un 7 de noviembre en Cantabria. Pero… ¡¡qué coño!!, somos del norte y vemos conciertos a 10 grados y con sólo un jersey…

Por lo demás, el ambiente era espectacular. La verdad es que el patio del Pabellón Matilde de la Torre de Cabezón de la Sal es más que amplio, y así a bote pronto yo calculo que habría unas 500 personas tranquilamente, pero también pueden ser alguna que otra más, porque en un espacio tan grande es difícil precisar exactamente la cantidad de gente que hay.

Los encargados de empezar a caldear el ambiente fueron los locales Los Escapaos, bueno hay que apuntar que las tres bandas son locales, porque todas son de Cabezón de la sal.

Pues bien, Los Escapaos interrumpieron su parón para tan magno evento. Y es que, en este tiempo de reflexión, aprovecharán entre otras cosas para grabar un nuevo disco a principios del año que viene. Pero claro, la ocasión merecía la pena y la banda ha vuelto a pisar las tablas de un escenario de manera excepcional.

Nos faltan dedos de las dos manos, y casi de los pies también, para contar las veces que hemos visto a Los Escapaos en directo. Pero siempre nos divierten, nos gustan y nos dejan satisfechos, así que tampoco protestamos por verles demasiado, ¡¡jejeje!!.

Es un poco absurdo hablar de los temas que tocaron, que ya nos les sabemos todos. Tal vez si que se puede destacar un poco que se marcaron bastantes versiones de otros grupos, cosas que no suelen hacer habitualmente.

Como creo que ya he comentado, si es así lo reitero, y si no lo comento ahora, ha sido todo un acierto la incorporación de Juan al bajo y la inclusión de un nuevo guitarra, Rulo, dándole al grupo mayor contundencia y rotundidad.

Estaremos atentos a ese nuevo disco…

Los siguientes en reventar nuestros oídos fueron Duro, un trío musical con Jon Manjón a la guitarra y a la voz, Alberto Maestegui al bajo y a los coros, y el señor Iván Saiz a la batería.

La verdad es que este grupo le echa narices al asunto, y es que empezaron su actuación con un tema instrumental. Algo que me sorprendió gratamente y que me dejó a cuadros, me parece una osadía, pero alguien lo tenía que hacer alguna vez, ¡¡jejeje!!.

Me gustó la determinación de esta banda y lo bien que supieron llenar el escenario. Para ser sólo tres personas las que tocaban, parecía como si fuesen cuatro, cinco, seis o quinientas.

Nos dejaron con canciones como ”Que será de ti”, “Saltar al vacío”, “Contigo a solas”, “Somos necios” o  “Reorganización”.

Sinceramente se nota que todos los componentes de Duro tienen ya experiencia en otras formaciones, juegan con ventaja y eso salta a la vista.

Esperamos pronto una grabación de Duro y verles en alguna que otra ocasión.

Los Perezosos ponían la guinda del pastel de una noche genial. Unos añitos después, tocaba salir del letargo, bajar del árbol y volver a repartir buenas dosis de Rock & Roll. Es curioso como este grupo gusta a personas de ambientes muy dispares y de estilos muy diferentes, y es que la calidad no está reñida con la diversidad.

Es un auténtico placer ver disfrutar a esta banda en directo. Era un regreso muy esperado. Supongo que estarían hasta nerviosos y todo, porque lo estábamos los que formábamos parte del público, como para no estarlo ellos… Les ves con esa actitud, con esa honestidad y con esa sencillez y te dan hasta envidia. Musicalmente son apabullantes, las guitarras ponen los pelos de punta y emocionan hasta límites insospechados.

Para alegría y regocijo de todos, anunciaron un par de fechas más en un intervalo de tiempo no muy lejano. Creo recordar que en Santander y no sé dónde más. Como si es en Polonia… Me parece que, si el cuerpo nos lo permite, acudiremos a la cita con la misma ilusión del que va a comprarse su primer coche.

Durante una hora aproximadamente Los Perezosos nos entretuvieron a base de bien, abriendo el bolo con la espectacular “Ay ay ay ay”, y luego que si “Chispita”, que si “Cupido”, “La amistad”, “La vida y la muerte”, "¿A dónde vas?"…

En cierto modo hay que reconocer que el primer concierto tras un regreso no es precisamente el más fácil. Les daremos un poco de tiempo de rodaje para poder evaluar con algo más de criterio. De cualquiera de las maneras fue una noche cuando menos emocionante. Un auténtico placer. Un reencuentro que no se nos olvidará nunca.

¡¡Perezosos hasta el final!!.