Los irlandeses Crow Black Chicken iniciaron gira peninsular el pasado 25 de noviembre en el Café Teatro la Nube de Bilbao, en principio no iba a ser en dicho lugar, pero finalmente por temas logísticos no pudo realizarse en la primera opción, el Satélite T. Por cierto, primera vez que visitan nuestro país.
El trío resolvió el concierto envuelto en emociones con un creciente sonido progresivo de blues rock, en total nos ofrecieron 18 temas, muchos de ellos extraídos de su último disco hasta la fecha, "Deep Show", un trabajo en formato digipack con una portada sobresaliente a cargo de una bonita ilustración abstracta, con 13 temas editados por ellos mismos.
Tiene tres discos, "Electric Soup" (2012), "Rumble Shake" (2014) y el que os acabamos de nombrar, con canciones que germinan en un blues rock sucio y pantanoso, recordando a los míticos Taste, ZZ Top, Mountain o Gov`t Mule.
Los protagonistas son Christy O`Hanlon (voz y guitarra), Gev Barret (batería) que esa noche tocaba con una camiseta de Queens Of The Stone Age, y Steven McGrath (bajo), este último totalmente entregado pero con pocos movimientos, solamente levantaba su cabeza para ver el ambiente.
Gran espectáculo por solamente cinco euros, vivido por algo más de medio centenar de personas que pudimos vivir de primera mano las dos horas de espectáculo, en un concierto equilibrado, pasional y culto en sonidos de guitarras. Su cantante, a la vez de guitarrista, demostró una gran maestría con su instrumento, llegando a cambiar cinco veces de guitarra.
"John Lee Wee", tema que abre su nuevo disco, sirvió para emprender un viaje genuino y personal, con grandes desarrollos y tonos variados, para luego continuar con "Justice" y "Epitaph", condensando intensidad y fuerza, sin olvidarse de "Hang Em High" casi en el ecuador del concierto, viendo una pegada de batería sutil y delicada.
Redondearon la velada con alguna versión, entre ellas una de Rory Gallager que supo reconocer el selecto público que se presentó esa tarde en el garito. Concierto que picó de varios estilos musicales, incluso hubo un tramo comercial que miraba más al rock sureño, pero nosotros nos quedamos con el blues más exquisito y pantanoso que bien saben hacer esta gente.
Crow Black Chicken tienen potencial y están abiertos a improvisaciones, en esta, su primera visita, han dejado huella, y eso es difícil.