Este año que está a punto de acabar, es el año de La MODA, esta Maravillosa Orquesta del Alcohol ha pasado de ser un grupo revelación, a la sensación del momento.

Indie, Folk, Rock… Los de burgos cabrían en muchas etiquetas, pero les quedan un tanto pequeñas. Mejor diremos “-Chavales que hacen música y la disfrutan como se merece-”, dato que no dejan de repetir siempre que se les da la oportunidad.

La cosa es clara, en verano (De los muchos conciertos en la capital) llevaban la friolera de doscientos concierto, por toda Europa, a día de hoy, yo personalmente he perdido la cuenta. Lo que no he perdido ha sido el sentido de la lógica y del gusto,  para decir que de las cinco veces que les he visto este año, cada vez van a más. Y da igual el formato, sexteto, trio, en dúo… Tienen ese algo, por lo que dices “-…esto no se escucha todos los días”. En su última aparición en la capital, fue en formato de trio, en el programa de radio, que se hace en directo “El hombre que se enamoró de la luna”, con tan solo tres canciones, una “ramplona” entrevista (Que me perdone el compañero Pablo,  pero así me pareció) prácticamente sin voz, fruto del agotamiento de esta gira, David y los suyos nos dieron buena cuenta de que había que cambiarle lo de “revelación” por “sensación”.

La cita de hoy, con todo vendido desde hacía meses, con otra fecha para Mayo del 2016 (Entradas ya a la venta).. La Moda volvía a la capital del estado, donde las grandes gestas, el decorado ideal de aquellos tres días de la Sala el Sol a reventar, de los comienzos en la medio vacía sala Ritmo y compás, el sitio ideal donde La Moda se ha ido superando cita tras cita.

A las nueve y media en punto y con la sala Penélope abarrotada del mejor público del mundo  (Esto no lo digo yo, lo dicen ellos) Sonaba “Live Young Die Old” esta intro (anteriormente un corte suyo) servía como acogida heroica de estos seis muchachos (hoy; saxo, trombón y trompeta mas),  ya dispuesto en el escenario.

El silencio dio pie al recitar de “Nubes negras”  para continuar con “Mile Davies” fue uno de los mejores inicios que nos han regalado este año, la satisfacción nunca se expresó tan bien en una cara, nueve grandes sonrisa y poder leer en los labios “-Que pasada!!”  del vocalista e ideólogo David Ruiz, con  este  gran homenaje al músico estadunidense, pasamos a “Amanecederos” los monosílabos toman fuerza, coreados hasta la extenuación de una letra recitada, un acierto total que gana en directo, después de muchas escuchas, esta es, sin duda, la mejor de nuevo disco y eso en directo se nota.

Ya cuando sonaba “Disolutos”, el concierto tenía un cariz festivo irremediable, hasta las canciones más lentas se bailaban. Agradecimientos  por el tremendo lleno meses antes de la cita y para despejarnos las dudas de que somos el mejor público del mundo con un toque de esa “Amoxicilina”, para las voces del personal, que hoy, más si cabe, estaban a un nivel majestuoso. En “Vasos Vacíos” primer invitado con el gran “Capitán cobarde” (vamos Albertucho de toda la vida)  el cual se solapaba a la perfección a la voz principal. Imparable los de Burgos cuando suena “PRMVR”, con el interludio en euskera cantado al unísono por toda la sala, la leve modificación de la original un gran acierto. Sonó “Los Lobos” con esos colosales estribillos con fuerza a raudales, los bailes inevitables. Parada a coger aire en,  a continuación el sonar de las “Catedrales”  o más conocido como el himno de domingos, rendirse no está en los planes de La Moda, y más cuando derrochan en el escenario una mezcla de humildad y coherencia que muy pocos tienen.

Seguíamos con el imparable directo, momento para la mención de que (por fin) los menores ya pueden acceder a conciertos, y que mejor banda sonora que “Quien nos va salvar”  ayudado con la acústica por el segundo invitado, Pedro, el cual dio buena cuenta de ella.  Y es por ello, que este país está cambiando; a golpes de guitarra, a golpes de pincel, a golpes de flash… La cultura empieza a tener un sitio en la sociedad. Y como hoy la cultura le tenemos por bandera suena “Flores del mal” adaptadísima metáfora al genial libro de Charles Baudelaire. Momento para recordar los primeros disco con “No easy road” y “Masters of the world”, volvíamos al presente con “Cuerdas rotas” las esperadísimas y cantadas hasta la extenuación  “1932” e “Hijos de Jonny Cash”.

Poco quedaba para el final, momento intimista de la noche, David Ruiz y Joselito “maravilla” en el escenario, instante para presentar a Angie (JU.) la cual con su voz, dio gran vistosidad esta maravilla de canción, al igual que con “Hay un fuego”  y su tremendo principio a capela.  Momento del bis, el cual no hizo más que calentar el ambiente, para después terminar con “Nomadas”, “Gasoline” y la versión, con todos los invitados encima del escenario, de AC/DC “It's a long way to the top”. Así con la música de los australianos y la magia de los burgaleses, acaba una cita ineludible, sorprendente,  porque por más que os veamos, siempre nos seguiréis  asombrando.

Solo un “pero” le pongo a los burgaleses,  me debéis una interpretación en directo de “Historia triste” de Eskorbuto, por más que lo pongo en las crónicas, solo me que queda comenzar una campaña #LAMODAHistoriatristeYA! Bromas aparte, daros las gracias por  ser los causantes  esta alegría, que produce ver un grupo diferente y sobre todo, por hacer de ese espíritu nihilista, un horizonte lleno de esperanza. Esperando volver a veros pronto y a disfrutar de ello, pero esto será otra historia, que seguro, con olor a gasolina y Amoxicilina, la cual, tendremos que contar como se merece.