Fiel a su cita con España Elliott Murphy volvía a girar este mes de Enero por nuestro país en formato acústico y acompañado únicamente por su guitarrista Olivier Durand.
El "motivo" oficial consistía en la presentación de Aquashow Deconstructed, una nueva visita y adaptación de su primera obra, de título Aquashow, editado en 1973, y cuyo nombre tenía como referencia el negocio que regentó su padre y por el que pasaron big bands y combos de jazz entre los que figuraron totems como Duke Elington o Count Bassie.
Sin embargo, y aunque se presagiaba lo contrario, Murphy no varió en exceso su repertorio comparado con otras giras anteriores, probablemente sea este su punto más débil, y realizó un recorrido sentido por su amplia discografía, desde los discos iniciales, fruto de su relación con músicos del la escena art neoyorquina como Patty Smith a sus trabajos más actuales.
Y es que Elliott Murphy, en lo musical referente y compañero de estrellas rutilantes como Sprigsteen o Lou Reed, se encuentra alejado de las grandes audiencias y desde su retiro parisino, donde reside desde 1990, continúa editando discos meritorios con canciones con aroma a clásico.
Con una muy buena entrada, precios en taquilla de 8 euros la entrada general y solo 4 los universitarios, de los cuales había muy pocos (o ninguno), los dos músicos hicieron frente al deficiente sonido de un recinto nada adecuado para estos menesteres y a un inexistente juego de luces que propició que el vocalista pidiera se encendieran, al menos, la luces generales de la cafetería.
Elliott Murphy
Arrancaron con el tema que abría el mítico Aquashow, Last Of The Rock Stars, esta vez en versión ralentizada, y a partir de ahí, y con un público entregado y vocacional, combinar composiciones más actuales: Take The Devil Out Of Me (de su disco homónimo de 2010), On Elvis Presley´s Birthday con su ritmo recitado (que a mí me recuerda a la última época de Lou Reed), la enérgica And General Robert . Lee con un solo de slide de Durand sobre su guitarra con solo cuatro cuerdas, o la actual Worried Man Blues, para la que los protagonistas abandonaron sus micros e interpretaron a capella, con temas clásicos entre los que no faltaron el imprescindible Just A Story From America, la intimista You Never Know What You´re In For o On The Wing Of Icarus para finalizar el show con una revisión del Heroes de Bowie, algo que ya hacía en sus pasadas visitas y una nueva versión, esta vez más acelerada de Last Of The Rock Stars, en ambiente completamente festivo y en la intercaló varias estrofas del clásico de The Isley Brothers "Shout".
Actitud, oficio, grandes canciones y un músico legendario que, por circunstancias/caprichos del mercado toca en recintos de pequeño aforo y al que se le ve feliz y a gusto haciéndolo. Un lujo para el disfrute constante de sus muchos incondicionales. Ya tengo reservada fecha para su próxima visita, y si es con banda, pues mucho mejor.