Aunque es una banda que me gusta, hacia mucho que no veía en directo a la Vargas Blues Band por diferentes razones y eso que sus visitas a Cantabria últimamente son frecuentes, pero a veces uno no puede ir a todos los sitios donde quiere.

La verdad es que no sabia muy bien lo que me iba a encontrar esta noche, pero la primera sorpresa fue muy agradable: pese a ser jueves la sala estaba prácticamente llena, lo cual me parece un dato significativo.

Otra cosa que me llamo la atención fue la edad de la gente allí asistente, muy por encima de la que habitual asiste a un concierto: esta claro que estos sonidos no calan tanto en las nuevas generaciones aunque tiempo al tiempo.

Pasadas las 21.30 y según el horario previsto, salían de los camerinos la Vargas Blues Band, trío que forman junto a Javier Vargas a la guitarra, Luis Mayo al bajo y la voz y Peter Kunst batería y voz.

Una vez tomaron el escenario y tras ser presentados, sonaron los acordes de “Para guarachar” con la voz solista a cargo de Luis y ese ritmo latino que nos hizo empezar a movernos.

A continuación vino las primeras demostraciones técnicas de la noche con “Blues latino” y “Buenos Aires Blues” dos canciones instrumentales casi seguidas que demostraron la enorme calidad que tiene Javier tiene y nos dejaron a todos con la boca a abierta: a eso habíamos venido.

Ente ambas canciones sonó “Amapola negra”, que al igual que “Chill Out (Sácalo)”, que sonaría a continuación, nos hicieron movernos con esa mezcla de blues y música latina tan marca de la casa. En esta última canción Peter y Luis se intercalaban a las voces; por cierto me llamo la atención la colocación del micrófono del batería que pasaba por encima de su cabeza y le podía desplazar a un lado cuando no cantaba para que no le estorbase.

El concierto siguió con dios canciones instrumentales como fueron “Vivir al alba” y “Spanish fly”, ambas muy brillantes y con esa mezcla justa entre virtuosismo y melodía.

Con “Back alley blues” volvimos a oír la voz de Luis con ese comienzo aflamencado para seguir con un sonido más blues, para a continuación escuchar “Rolling in trance” en la que se incluyo un breve solo de bajo.

El concierto se estaba haciendo muy ameno y canciones como la siguiente, “Let it go” de su último disco del año pasado calaban con facilidad entre los asistentes; lo mismo podíamos decir de la posterior “I want you to love me garage Glasgow.

Retorno al  último disco de la banda con “Bye bye zombie”, para seguir con “Do you believe in love”, canción que realizo hace ya algunos años junto a Chris Rea y que nos recuerda a esas baladas atemporales que tanto hemos escuchado en la radio.

Tras esto vuelto a un par de décadas atrás con “Scratch me back”, para volver con “Stealer of love” de su más reciente disco y la versión de Pappo de su “Blues local”

El concierto seguía avanzando y sin darnos cuenta estábamos encarando la recta final, pero aun nos quedaban la ya lejana en el tiempo “Body shock” y la algo más cercana  “Black cat boogie”, para acabar definitivamente el concierto con dos versiones: “Love me two times” de los inigualables The Doors y “Todo el día me pregunto” de los argentinos y precursores del blues en castellano Manal, con la que acabaron la velada.

La Vargas Blues Band nos dejo 2 horas sin descansos, con una actuación muy amena y con unos músicos que demostraron el impresionante nivel que tienen.

Sin duda alguna no me los perderé la próxima vez que vuelvan por estas tierras.

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