Hay conciertos que se hacen eternos porque parece que no van a llegar nunca, esto suele ocurrir normalmente de forma creciente, de tal modo que es proporcional a las ganas que tengas de ver a las bandas que van a actuar esa noche.

A veces parece que nunca coincide ese día marcado en el calendario con el día en el que acaba de salir el sol. Pero para bien o para mal, todo llega y todo pasa, los días se van sucediendo uno tras otro inevitablemente. Y así, de este modo, sin prisa pero sin pausa, llegó la noche del 4 de marzo. La cita especial y mágica, SiNBaT y Silenciados, dos grandes bandas a las que teníamos muchísimas ganas de ver en directo.

Empezaron dándoles color a la noche los cántabros SiNBaT, una jovencísima formación que puede dar mucho de lo que hablar. Resultan muy espontáneos y originales, sobre todo por la inclusión de los teclados y de la flauta travesera. En una actuación intensa nos dejaron temas como “Gato de callejón”, “Días de duelo”, “Perder mi tren” y “Entre las dudas”, y un par de versiones, que fueron ni más ni menos que “Alucinante” de Platero y Tú y “Blanco y negro” de Barricada. Además pudimos degustar algún que otro tema nuevo, canciones realmente sorprendentes y abrumadoras.

La actuación en líneas generales estuvo bastante bien, sin embargo, se les veía demasiado tensos sobre las tablas del escenario del Café de Noa, algo que no influyó en su actuación, pero que hacía echar de menos un poco más de soltura y no tanta compostura. Al fin y al cabo estábamos entre amigos, habría unas 60 personas, las canciones les avalan, no hay motivo para los nervios.

Resumiendo, SiNBaT dieron una actuación bastante notable, es un grupo de esos que no se te olvidan cuando los ves en directo. Para la próxima: ¡¡nervios fuera!!. Por lo demás, todo muy bien.

Para seguir animado la noche llegaron Silenciados (antes Silencio Absoluto) desde Fuenmayor (La Rioja) para demostrar que siguen más vivos que nunca y que tienen todavía mucho que decir. Teníamos unas ganas enormes de ver a esta banda en directo, y es que sus nuevos temas son excelentes. De esta forma podemos decir que “Cultura Irracional” es un gran trabajo, así sin fisuras y sin medias tintas. No viven de las rentas, cosa que es de agradecer, tampoco esperábamos menos de ellos.

Los riojanos nos ofrecieron una actuación sobresaliente, como esas que vivíamos hace años y que recordamos con tanto cariño, fueron un grupo que nos acompañó en nuestra juventud, y su regreso, como banda y a los escenarios, nos alegró mucho más de lo que os podéis imaginar. Un gran dinamismo, mucha energía y la gente entregada a todas y cada una de las canciones, fueron las consignas, sencillas pero potentes, de una actuación y de unos momentos difíciles de olvidar.

Silenciados es uno de esos grupos que te ponen una sonrisa en los labios, y que consiguen hacerte perder la noción del tiempo, convierten la noche en una fiesta y hacen que las preocupaciones se esfumen como el humo de un cigarro.

En una actuación enérgica, sorprendente y que estremecía hasta los huesos, Silenciados nos dejaron con sus nuevas melodías, con himnos (ya lo son aunque no tengan ni un año) como “Con el humo dibujando calaveras”, “A contracorriente”, “A trancas y barrancas”, “Entre alfileres” y “Borracho en mi cuna”, por citar algunas.

De las de toda la vida, no faltaron “A puñetazos con los abrazos”, “Ayer me vi”, “Esta es mi historia”, “Oigo campanas”, “Soy un bandido”…

Hay veces que sobran las palabras para describir las cosas. Un concierto de Silenciados no se puede explicar con cuatro frases contrapuestas una detrás de otra. Un concierto de Silenciados se vive en primera persona, se siente a flor de piel y luego se guarda en la memoria en un rincón privilegiado.

“A contracorriente” y con Silenciados se es un poquito más feliz. ¡¡Gracias!!.