El jueves 14 de abril Leo Jiménez se acercó al Media Markt de Vitoria-Gasteiz para charlar con sus seguidores y firmar ejemplares de su "La Factoría del Contraste", su álbum más reciente. Antes el músico madrileño había pasado por localidades como Zaragoza, Valencia y A Coruña.
En la capital vasca se reencontró con decenas de seguidores. Incondicionales con los que Leo intercambió palabras, se tomó fotografías y a los que les firmó autógrafos en discos, pósters y camisetas. Leo Jiménez mostró su cercanía y simpatía hacia los suyos y pareció sentirse muy a gusto en este tipo de encuentros.
Fue el 1 de abril cuando este "La Factoría del Contraste" vio la luz, trabajo que ya ha confirmado sus primeras fechas de presentación. Estas tendrán lugar en México en el mes de Mayo. Así mismo se ha anunciado la primera cita del "America Contrastour", (25 de noviembre en Chile) un tour que en noviembre visitará Latinoamérica y USA.
Leo Jimenez
Ya tenemos en las manos el último trabajo discográfico del incombustible Leo Jiménez, una de las voces más brutales que ha dado el panorama del metal nacional, que en esta ocasión nos ofrece un álbum en formato digipack, con 12 temas y 4 bonus tracks. La incombustible bestia ha vuelto, y a sus 36 años no hinca la rodilla ante nadie.
Y es que como bien dice la primera de las canciones (“Soy libertad”), Leo Jiménez es un alma libre, que vuela sin ataduras y lucha contra los cánones establecidos. Este primer corte irradia rabia por los cuatro costados, un tema muy duro y oscuro, con una producción absolutamente sobresaliente. Se combinan guturales bastante espectaculares con un estribillo que a pesar de ser relativamente pegadizo, no se aleja un ápice de la atmósfera de metal duro, humo y guitarras pesadas.
El segundo corte relaja relativamente el ambiente, baja un punto la intensidad, con este primer single: “Hambre”. Quizás un tema algo más parecido a lo que ha venido haciendo en sus época en solitario. Sin embargo el tempo se ve reducido para empastar de manera increíble un doble bombo que golpea sin piedad nuestras cabezas. Rápida a veces, voz más clara, algún que otro agudo, y la firma inconfundible del vocalista. Corte 100% Leo.
El título del disco ya lo avisa: Aquí hay tanto contraste que, si fuera un disco tributo, no me extrañaría que cada corte lo firmaran bandas diferentes. El tercero es “Con razón o sin razón”, otro corte puramente Leo, aunque más rápido esta vez y con el estribillo más enfocado hacia el público menos especializado. El inicio llega a recordar a la época de Stravaganzza, pero es un espejismo que pronto se desvanece, dejando paso a uno de los temas de mayor facilidad de escucha.
Cambia el tercio de manera radical. Con los primeros acordes de “D.E.P.” ya nos percatamos que esta historia es nueva, el sonido se recrudece hasta el infinito, un manto de penumbra distorsiona cada jodida nota, y la voz del frontman escupe fuego y arena. A medio camino entre el gutural y el susurro, el tema avanza implacable entre riffs desgastados y percusiones pesadas. Se trata de un pequeño homenaje al malogrado Dimebag Darrell, por lo que enfocar esta gesta desde otra perspectiva no tendría sentido: Tenía que ser un grito desde el infierno, una jodida obra maestra, fuera de todo lo compuesto anteriormente por el madrileño. Es lo que merece.
Como el día y la noche, el siguiente tema pasa de la cara más dura a la melodía más armónica y suave. Es el turno de la primera baladita. No negaré que cuando “Caballo viejo” empieza a sonar me llevo una pequeña decepción, al pensar que es muy pronto para bajar la intensidad. Quería más tralla, pero poco a poco me gana esta composición amable, guitarra acústica de acompañamiento incluída, y que nos deja algún riff bastante memorable. Tiempo para disfrutar de un pequeño descanso, copa en mano.
Cae ahora una pista titulada “Ojos así”. ¿Os suena el título? Pues efectivamente, es una versión del tema de Shakira, ahí es nada. ¿Qué pega esto aquí? Os preguntaréis. Bueno, pues la verdad que es una de esas pequeñas aventuras a las que Leo nos tiene acostumbrados, mezclando estilos y haciendo básicamente lo que le da la gana. El resultado es un tema lento, con riffs pesados, pero que el vocalista se lleva a su terreno desde el primer momento. Con un cierto aire flamenco, queda un sonido bastante potente a la vez que singular. Se acelera en el estribillo, y nos convence. Punto para Leo.
“El dilema” es un tema que roza el metalcore. Guturales, voz rasgada y la eléctrica machacado el ampli sin piedad. Por supuesto aparecen en el estribillo los agudos habituales, que crean el contraste entre Leo y la colaboración de Toni Mero. Una grata sorpresa, con Leo explorando nuevos terrenos, que últimamente siempre le conducen a la senda de lo extremo. Este artista tiene multitud de influencias, pero no hay duda de que una de las que más le tira es el metal más duro.
La segunda balada del álbum hace su aparición: Se titula “Un día más” y en sus inicios parece estar sacada de alguno de los álbumes de Saratoga de principios de siglo. Un tema bonito, que de nuevo establece un muro entre una canción extrema y un corte melódico. No parece ser casualidad. Esta canción nos habla de levantarnos después de caer, y de olvidar las preocupaciones banales del día a día. Merece la pena prestarle atención.
“Quien le pregunta a él” es un tema que habla sobre el mundo taurino, con una clara posición defendiendo la abolición de esta salvajada a la que llaman la fiesta nacional. Un medio tiempo, sin llegar a balada, muy facilón y compuesto con muy buen gusto. Va ganando enteros según evoluciona, y el clímax se alcanza exactamente en el estribillo. Este corte quedará genial en los directos, de eso no hay duda, con leo calzándose una guitarra acústica y haciendo las líneas vocales al mismo tiempo.
La segunda de las sorpresas más notables del disco se titula “Que me digas ven”. Mayormente se trata de un tema 100% pop, con colaboración de la cantante Merche incluida. No es de mi gusto, pero de nuevo vuelve a ponerse de manifiesto la libertad total con la que trabaja el artista, y es digno de admirar, le pese a quien le pese.
Con “Keroseno” vamos llegando al final. Es un corte clásico, movidito y con un gran peso de la parte instrumental. Otro de los singles elegidos para promocionar el álbum, que nos recuerda a trabajos anteriores de “La bestia”. Estaría a medio camino entre Stravaganzza y su proyecto en solitario, con algún que otro efecto en la voz y muchos agudos. Probablemente este será uno de los temas más esperados en sus inminentes shows.
La parte “oficial” del disco acaba con una outro llamada “ascensión” y que tiene la finalidad de llegar a un estado de relajación total al acabar su escucha.
Tras ella, una serie de 4 bonus tracks. No seré yo quien desvele los misterios de dichas pistas, puesto que siempre me gusta dejar algo para el lector, para que pueda abordar las composiciones sin juicios de valor preestablecidos. Solo diré que hay algún tema del musical “Jesucristo superstar”, algún tema en formato maqueta, y un par de versiones.
En definitiva, un disco cuidadisimo, con más de seis meses de duro trabajo a sus espaldas, muy completo y sobretodo, lleno de contrastes. Un lujo que muchos oídos agradecerá, y otros tantos aborrecerán. Esperemos que dado el año en el que vivimos, haya más de lo primero que de lo segundo, y es que las banderitas y los encasillamientos deberían ser cosa ya del pasado.
Tracklist :
1. Soy libertad
2. Hambre
3. Con Razón o Sin Razón
4. D.E.P.
5. Caballo Viejo (Electric Version)
6. Ojos Así
7. El Dilema
8. Un Día Más
9. Quién Le Pregunta a Él
10. Que Me Digas Ven
11. Keroseno
12. Ascensión
Lineup
Leo Jiménez: Voces, letras, composición, arreglos
Edu Fernández: Bajo
Antonio Pino: Guitarra
Carlos Expósito: Batería
Rufo J Cantero: Guitarra
Las fechas más inmediatas de Leo son:
Jueves 26 de Mayo, México DF.
Viernes 27 de Mayo, Monterrey.
Sabado 28 de Mayo, Guadalajara.
Domingo 29 de Mayo, Merida.