Puede que sea por el paso del tiempo o por mi mala memoria pero, poco a poco, mi cabreo con los integrantes de Barricada, por haber puesto freno a la banda sonora de la mayor parte de mi vida, va desapareciendo.
De las tres patas resultantes de este banco roto he disfrutado, y mucho de Miss Octubre, el proyecto de Alfredo Piedrafita con Agnes "Lilith", extrañamente me ha costado de más con El Drogas, probablemente por las múltiples caras musicales que está mostrando, y con Boni la cosa ha ido despacio pero segura.
Siendo fan de su antiguo disco en solitario, "Peligroso Animal de Compañía" con "Incandescente" la cosa fue más despacio. Un disco doble, algo más denso y que ha necesitado escuchas para calar. Su versión eléctrica en directo no ha pasado cerca de mi ciudad, lo hará en unas semanas y allí estaré, pero la fecha de Burgos, dentro del ciclo "Jueves Acústicos" nos mostraba al cantante navarro en el formato más simple posible. Una guitarra acústica, un micro, y una audiencia variopinta, unos cuantos fans acérrimos y algún visitante "curioso", y un cancionero que durante hora y cuarto, ("No me pidais ni bises ni nada más por favor, no tengo más preparado" nos espetó Boni antes del último tema), repasó su reciente obra con un protagonista cómodo, aunque se confesó muy nervioso, y comunicativo entre canciones. Explicando la temática o aquello que le empujó a escribir cada tema.
Una estupenda El Brillo del Rail, El Olvido, La Guarida, Calle real (me gusta escribir real en minúsculas nos dijo), Sua (un tema en euskera cuya letra leyó en castellano inicialmente) fueron algunas de las que "cayeron" de la parte acústica de Incandescente, además de una "versión de la versión" Barriquera de Cierra Los Ojos, esta vez sin piano y con el respetable cantando. Y también Crónica de Iguala o Explosivo de la parte "eléctrica", aquí bien reconvertidas.
No le costó empatizar con el público, que acompañaba con palmas cada interpretación, y respondía a los comentarios, entre sorbos de cerveza, de un comunicativo Boni. Este renunció al clásico taburete de los acústicos e hizo todo el show de pie, moviéndose y gesticulando con alguna de sus "poses" clásicas como si de un concierto eléctrico se tratara. Hubo sorpresas, como No Dejes de Mirarme la canción que compuso para luego interpretarla junto a Aurora Beltrán y Kutxi Romero para el disco benéfico "Concierto por el Dravet" o una versión en castellano de Ziggy Stardust de Bowie. Setenta minutos que acabaron con la única canción del repertorio clásico de Barricada, Bajo Control, que nos dejó satisfechos y con ganas de mucho más. Un diez para Boni y su versiones en acústico. Compositor sobresaliente, con oficio y una voz rasposa que aún emociona y se emociona. Muy a gusto.