Manolo García, incombustible en directo.

El pasado sábado 23 de abril rozó el lleno en el Bilbao Arena de Miribilla, concierto programado dentro del tour presentación de su último trabajo en estudio “Todo es Ahora”, pero antes, hace meses estuvo de actualidad por la salida de una caja de Cd´s con la revisión de las canciones de Los Rápidos, Los Burros y un doble directo de El Último de la Fila, y para rematar la jugada dos conciertos únicos con Los Rápidos, Barcelona y Madrid.

Ahora la gira sigue su curso en grandes y amplios pabellones, también confirmando fechas en respetados festivales, el último, el que se celebra en la Sierra de Gredos bajo el nombre de Músicos por la Naturaleza, programado para el mes de julio.

En Bilbao nos ofreció un concierto de casi tres horas de duración, con un pequeño parón de diez minutos para tomarnos un respiro, en total, 33 canciones divididas en tres bloques, el primero más eléctrico que los posteriores, dando salida a los temas de su último disco y de los dos primeros, el segundo bloque con otra banda diferente, con más arreglos para el directo y gran carga de sonidos acústicos, más percusión y metales, con violines incluidos y un set list bien apañado, y para finalizar, el tercer bloque fue de seis temas, con una banda de bises que guiño un ojo a El Último de la Fila con ese “Insurrección”.

Empezó con un ligero retraso sobre la hora marcada, se había creado un pequeño caos en el parking del recinto y decidieron retrasar el asunto unos minutos para que todo el mundo pudiera ver el concierto por completo, de primeras, apareció toda la banda para rendir un pequeño tributo a uno de los músicos más influyentes del pop mundial que hacía escasos días había fallecido, Prince, interpretando uno de sus himnos “Purple Rain” tras ello, las pantallas del escenario estuvieron mostrando imágenes de huevos y gallinas durante cinco minutos, para aliviar la espera de la gente que aún estaba entrando al recinto.

Se apagaron las luces y el espectáculo comenzó, un escenario con dos pantallas alrededor, repleto de plantas artificiales, regaderas por un lado, palmeras por otro, con muchos músicos esparcidos entre la “selva”, incluidas dos coristas que reforzarían la gran voz de Manolo García, que por cierto, como indicamos en el titular, estuvo incombustible, su voz intacta y así durante las tres horas.

Primer bloque de catorce canciones, iniciadas por “Canción del Solitario que se reconcilió con el Mundo”, para luego lanzar las primeras palabras en euskera de Manolo “Gabón Bilbao”, siguiendo con el agradecimiento por acercarnos a verle, también en euskera, alabando poco después lo importante que es el contraste de culturas y el arraigo del idioma de la zona.

Buena toma de contacto con los primeros discos de Manolo García, en temas como “Lo Quiero Todo”, “Estoy Alegre”, “Un Alma de Papel” o “Exprimir La Vida”, con imágenes de limones proyectadas en las pantallas, comprobando después como llegarían las nuevas canciones, también dedicada alguna al desaparecido Bowie con “Esta Noche he Soñado con David Bowie”, continuando con otra de sus primeros álbumes “Sombra de la Sobre de Tu Sombrero”.

El recinto contó con un espectacular sonido, tiene una mejor acústica que el BEC de Barakaldo, lugar en el que habitualmente se celebran grandes eventos musicales. Sobre el juego de luces, grandioso, y el escenario, ya sabéis, vestido de gala y mantenido en buen estado por el ayudante de cámara camuflado que se movía de un lado para otro para cerciorarse de que todo estaba bien.

Manolo García lo dio todo, su entrega fue máxima y animó en todo momento a las primeras filas para que cantasen con él, también hubo momentos para la crítica, con hirientes palabras hacia nuestros políticos por el nefasto trato que tienen hacia la música, y ya ni hablemos del elevado IVA cultural, un abuso en toda regla.

En este primer bloque escuchamos hasta cinco temas nuevos, que fueron “Sube Escalas, Bajo Escalas” medio tiempo que relajaba la energía del inicio, luego el single más reciente “Caminaré” que todo el mundo, como no podía ser de otra forma, coreó, “Es Mejor Sentir”, otro de esos temas que eleva la temperatura con esas historias cercanas que llegan al alma, además Manolo se bajó del escenario y recorrió el foso de un lado a otro para sentir el calor del público, continuando con “Campanas de Libertad”, y la ultima de este bloque, “Un Año y Otro Año”, ahora tocaba un pequeño descanso para cambiar de banda y sumergirnos en otros terrenos musicales.

Unos terrenos acústicos con arreglos de metales y percusión, un set completamente distinto, más cuidado y frágil, donde Manolo estuvo sentado al menos en el primer avance de estas trece canciones que se nos venían por delante, empezando por “En el Batir de los Mares” y “Zapatero”, un reencuentro espiritual con los pequeños detalles cotidianos que expresan dichas interpretaciones. Mientras tanto las imágenes representativas se iban proyectando en la pantalla principal, algunas llamativas, como los bellos páramos, la selva, la naturaleza viva, seguramente del Amazonas, al son de “Una Tarde de Sol”.

Llegamos a unas serie de temas importantes, donde el público se encendió al escuchar “Nunca el Tiempo Es perdido”, “Rosa de Alejandría”, o uno de sus primeros himnos en su etapa en solitario, “Pájaros de Barro”. Manolo a estas alturas cogió la guitarra eléctrica por segunda vez en todo el concierto, esto ocurrió en “Somos Gravedad”.

El segundo bloque estaba terminado, pero la fiesta continuaba con “Prefiero el Trapecio”, con segunda visita al foso del Sr. García, pero esta vez fue más lejos, quiso visitar la grada pero el público le arrinconó y la seguridad del recinto acudió a su búsqueda para guiarle de nuevo al escenario saltando la valla de seguridad.. también nos llamo la atención la gente que se desplazo a Bilbao desde distintas comunidades, había banderas de La Rioja, Asturias.. y mensajes efusivos de “Manolo Bájate...”.

Se retiraron a los camerinos, descansar unos minutos y afrontar el tercer y último bloque, allí apareció Manolo con una chupa de pana que rápidamente se quito para quedarse en camiseta negra, dispuesto a interpretar los seis últimos temas

Empezó con “Llanto de Pasión”, dedicado a esas caras conocidas durante los malos y buenos momentos que le ha dejado su carrera musical durante los más de 35 años sobre los escenarios, luego “Uva de la Vieja Parra”,  y el himno “Insurrección”, un recuerdo efusivo a El Último de la Fila, donde las coristas, Montse y Susana, se situaron en el centro del escenario, posición que no abandonaron hasta el final del concierto.

Continuaron con “Si Te Vienes Conmigo”, “Viernes”, y el ultimo de los temas que le ha servido para cerrar sus conciertos desde que tengo uso de razón, “A San Fernando, un ratito a pie....”, como colofón final a un espectáculo de luz, música e imágenes, con un poder de convocatoria impresionante, con muy buenos músicos un Manolo frente al cañón contra viento y marea.