Tenía muchas ganas de volver a ver a Wet Cactus a los cuales no había visto desde que sacaron su Ep a principios del otoño pasado y también de ver a Voltaje Cadáver a los que solo había visto una vez precisamente en la Asociación Cultural Octubre hace un par de años. Por tanto, cuando me enteré de este evento decidí ir de cabeza. A los Trigger Travis no los conocía pero esa misma semana los escuché y me engancharon enseguida.

Fuimos un buen puñado de personas las que nos dejamos caer esa tarde noche por la Asociación para disfrutar de este evento; para esta ocasión y como ya ocurrió en otras ocasiones las bandas decidieron hacer el concierto a pie de publico, para que el contacto con los asistentes fuera mayor.

Los primeros en aparecer fueron los torrelaveguenses Voltaje Cadáver, que desde la anterior vez que les vi habían cambiado de bajista y ahora tiene un segundo guitarra.

Con una intro de fondo, comenzó su actuación, mientras se iban proyectando imágenes siniestras durante la misma, en una pantalla habilitada para la ocasión.

Son músicos experimentados que provienen de bandas como Córtex, Tuomai o Wet Cactus entre otros y eso lo trasmiten en su música con una calidad fuera de toda duda.

Durante su actuación fueron como una apisonadora metiendo tralla sin parar en canciones como “Lobos callejeros” o, la que quizás sea su canción bandera, “Nos gusta la mugre”.

Con “Ciudad industrial”, dedicado a su ciudad natas, enfilaron la recta final del concierto, que concluirá con “Peregrinos” (perdón por si los títulos no son acordes pero no había listado de canciones), mientras volvía a sonar la intro del principio.

Gran concierto de una banda que, según me enteré antes de comenzar el concierto están grabando algo que esperemos podamos escuchar enseguida y que sirva de carta de presentación a los que no los conozcan; merecen la pena y mucho.

Tras un breve cambio les tocaba el turno a los donostiarras Trigger Travis, banda que aunque empezaron hace casi una década, se han reinventado y han sacado un disco hace 2 años llamado “Nada cambia” que es una pasada, al menos para mi gusto.

Su actuación se baso prácticamente de manera exclusiva en ese disco, una mezcla de punk y hardcore pero hecho con mucho gusto y que nos dejo un sentido negativo y oscuro de la sociedad actual.

Mientras su cantante no paraba ni un momento de andar de un lado para otro, fueron cayendo canciones, empezando igual que en el disco con “Preguntas sin respuesta”, y siguiendo con “Ya no hay vuelta atrás” y “El cielo sobre nuestras cabezas”.

Aunque a veces la hiperactividad de su vocalista pudiera hacer que no se le oyera, eso no impidió para que el concierto resultase trepidante con canciones como “Fiesta de la democracia” tristemente de vigente actualidad, cuando nos llevan a una segunda vuelta electoral, o en “Elementos de la coerción”.

La última canción propia que sonó fue “Tormenta” y sus 40 minutos terminaron con una versión del “Young till I Die” de 7 Seconds.

A tenor de las impresiones que compartí con la gente allí presente la banda gusto mucho y dejaron un grato recuerdo. Esperemos verlos pronto de nuevo por acá.

La noche se iba acabando y aún quedaba la actuación de Wet Cactus, banda que desde que los descubrí hace 2 años y me dejaron con la boca abierta no he dejado de alabar y ver su gran progresión.

A tenor de la expectación cuando comenzó su actuación no cabe duda de que eran la banda más esperada de la noche y desde su comienzo con la canción que abre también su disco, “Jim´s song”, se noto que la gente estaba entregada a la banda.

Esta canción la enlazaron igual que en el mencionado disco con “Ride the way for free”, para a continuación interpretar una nueva canción instrumental y la gente disfrutando a tope del sonido stoner que nos brindaba los jóvenes músicos.

Un par de pinceladas más de su disco, como fueron la hipnótica “Damned rope” y esa pasada de canción que es “The road”, aceleraron el final de la velada que tuvo que acortarse por los retrasos acumulados, ya que la hora de terminar se había sobrepasado; pero antes acabarían su maravillosa actuación con “Space”.

Esperemos volver a ver muy pronto a los chicos de Suances porque lo digo una y mil veces son, sino la más, una de las bandas con más futuro de Cantabria y eso con la juventud que tienen solo debería hacer que acrecentar su nivel y su proyección: son muy muy buenos.

Y así termino esta gran fiesta que disfrutamos en la Asociación Cultural Octubre que una vez más es nuestro único refugio musical en esta decadente ciudad que es Torrelavega.