Parece que vemos a Cambalúa en directo y se nos llena el espíritu de felicidad y se nos sube la autoestima hasta límites insospechados. Todo ello es fruto de lo bien que nos lo hacen pasar siempre en sus conciertos y con su música alegre y festiva. Aunque claro, lo cortés no quita lo valiente y sus temas son altamente reivindicativos y críticos con la sociedad y con lo que nos rodea, pero con buen humor y con energía positiva, que enfadados no vamos a llegar a ninguna parte ni vamos a ganar nada.
Paico y su banda amenizaron la noche a la perfección, como siempre saben hacer, y los vimos por primera vez en formato cuarteto, ya que últimamente se movían en trío, una guitarra se ha sumado a la banda, dándole a todo un aporte más sonoro y contundente. Aparte hay que resaltar para los que no lo conozcan, la flauta travesera como elemento diferenciador de este grupo. De las capacidades del baterista, no vamos a hablar, que ya sería rizar el rizo y hacerles mucho la pelota, ¡¡jejeje!!.
Cambalúa y La Tarrancha, que fue el grupo que tocó después, cántabros y asturianos, congregaron a un buen número de personas y pusieron patas arriban la Asociación Cultural Octubre de Torrelavega. Aquella noche, los cántabros, nos dejaron con algún tema nuevo, como “Que llueva” y otras ya míticas, aunque son del año pasado, pero que nos encantan como el primer día que las escuchamos: “Llamasti tú”, “Semos” y “Fracking no”, “Diprindiendo”.
Además nos dejaron varias versiones muy suculentas, como la de “Mierda de ciudad” de Kortatu, o “Ama, ama, ama y ensancha el alma” de Extremoduro, pero para mí la mejor y la más genial fue “Mis manos”, versión de sus compadres Los Bonitos del Norte. Y es que al final puede que no poseamos demasiadas cosas materiales, pero tenemos unas manos para trabajar y para luchar por lo que queremos.
Cambalúa es uno de esos grupos que nos encantan, así que como se suele decir: ¡¡Por algo será!!. Dieron un gran concierto, ¡enhorabuena!. |
Desde Asturias llegaron La Tarrancha, que eran unos cuantos más que Cambalúa, y aunque los estilos sean “similares”, la verdad es que al final resultan diferentes. Con lo que el concierto resultó ameno, divertido y muy entretenido.
A este grupo les habíamos visto en su tierra hace muchos años y han mejorado exponencialmente. Nos dejaron gratamente sorprendidos con sus canciones y con su puesta en escena. El pogo y los bailes fueron constantes, como no podía ser de otra manera, y es que la ocasión lo merecía y lo requería.
La Tarrancha están presentando su último disco, “Elefantes na cacía”, y nos dejaron una muestra más que representativa de estas nuevas canciones con “Aprendiendo a correr”, “Nun me digas”, “Tuntu”, “Manipulación” o “Elefantes”, entre otras. “Salgó” de “O 3 3”, el disco con el que les descubrimos, también estuvo presente, y “Somos” de “Mezigayuska”, tampoco faltó en el repertorio.
Como bien he dicho, la música es diferente a la de Cambalúa, ya que La Tarrancha tienen unas profundas raíces celtas y eso se nota en cada nota y en cada melodía, pero ambas bandas supieron animar la noche de una forma genial.
¡¡Esperamos repetir pronto!!. |