Últimamente la programación de la Asociación Cultural Octubre nos atrae como la luz de las farolas a los mosquitos por la noche, tampoco nos vamos a resistir a esa fuerza porque siempre salimos de Torrelavega más contentos que unas castañuelas.

Ese viernes 20 de mayo fuimos hasta la capital del Besaya a ver a los cántabros Nel Tardíu y a los palentinos La Familia Iskariote. A los primeros no les habíamos visto nunca, por raro que parezca, y a los segundos en contadas ocasiones. Así que como os podéis imaginar las ganas de fiesta eran máximas.

Empezaron animando el cotarro los cántabros, banda con la que nunca habíamos coincidido, y eso que ya llevan unos cuantos años y nosotros también, ¡¡jejeje!!. Auqnue también es verdad que han cambiado de formación en numerosas ocasiones, a pesar de ello, el que permanece incombustible en este grupo es Pin, y ya han publicado un par de discos: “Arronte y avenaos” (2000) y “Trebole Ska” (2009).

Aquella noche ofrecieron un buen espectáculo con su punk, rock y ska, aderezados con una gaita y lograron con sus melodías bailables animar de sobra el cotarro. Todo ello “a pesar” de que tienen varios temas en apoyo al Racing de Santander. Para el que sea de fuera, la gente de Torrelavega es de otro equipo, de la Gimnástica, y le tienen poco aprecio al Racing, ¡¡jejeje!!. Sin embargo, Nel Tardiu no dudaron en cantar temas como “Al Racing”. “Fiesta” fue otra de las canciones que tampoco faltaron, al igual que “Chivu loku”, en la cual Marcos (el vocalista) se disfrazó con una máscara y una capa de demonio.

Las versiones también tuvieron su hueco con “Bella Chiao” y “No somos nada”. El broche de oro lo puso “Trabaja negro!”, canción de cosecha propia basada en un poema que habla sobre la explotación laboral de nuestra época.

Con el ambiente bien caldeado nos pusimos a los pies de La Familia Iskariote, que venían con ganas de dar mucha pero que muchísima guerra, y así lo demostraron durante lo que duró su actuación.

Los palentinos demostraron una vez más porqué se les puede tener el cariño que se les tiene, ellos han logrado copar un espacio bien merecido y siempre tendrán ese hueco, no sé si más “arriba” o más “abajo”, eso depende de según cómo se valoren las cosas, pero en cualquier caso el lugar ya está merecidamente ocupado por ellos.

Todo el mundo bailaba de lo lindo al ritmo que ellos marcaban y es que es imposible resistirse a canciones como “Sonido Rebelde”, “Amanece un sueño”, “Escuchando a Tagore” o “Consumo cuidado”, así por citar de algún modo las más míticas.

Además, tuvimos el placer de escuchar un par de temas nuevos, como fueron “Antonio 2.0”, que me dejó con la boca abierta por la elocuencia y la rotundidad del mensaje, y “Es Ska”, que habla sobre la historia de este estilo musical. Según explicaron las grabarán a finales de este año.

Pocas palabras salieron de la boca de Emilio, uno de los cantantes del grupo, y es que esa noche tenían mucho bacalao por delante y no había tiempo para retahílas, ya lo dicen todo sus canciones. Pero uno de los pocos mensajes que pudimos escuchar vino de la mano de la reflexión sobre lo absurdo de establecer fronteras para que no pasen por ellas los SERES HUMANOS.

La Familia Iskariote es un gran grupo con unas grandes canciones y nos dejaron con una sonrisa en los labios mientras se despedían saludando cual actores de teatro.

Os dejamos el enlace a una entrevista que les hicimos a principios de febrero de este año:

A parte para cerrar esta crónica quiero comentar que el mismo 20 de mayo se inauguró en la misma Asociación Cultural Octubre la exposición de pintura de la asociación APTACAN (Aptacan Autismo Cantabria), que estará hasta el 12 de junio.

Muchas gracias a los músicos por la noche vivida y a la Asociación Cultural Octubre por acercarnos a la música y a la cultura.

¡¡Nos vemos en la próxima!!.