Los Ilegales están inmersos en su gira “La Vida es Fuego Tour”, casi llenaron el Kafe Antzoki de Bilbao desatando buenas críticas y sensaciones, por eso no dudamos de viajar a Vitoria-Gasteiz para verles, fuimos a la Jimmy Jazz concretamente el viernes 20 de mayo.
Tras un periplo de cinco años de inactividad, regresaron con nuevo disco “La Vida es Fuego”, once canciones envueltas bajo una portada digna de los años 80, reflejando el mal abrasivo y final fatídico que arrasó toda una época, el consumo de heroína.
De nuevo juntos, atrás quedan los tiempos donde Jorge bajo la firma Jorge Ilegal y Los Magníficos giró sólo, ahora está de vuelta junto con los suyos, manteniendo la fuerza Ilegal en los conciertos, interpretando los grandes éxitos a base de mensajes ácidos y necesarios.
Esta gira llegó con una fatídica noticia, la muerte repentina de su bajista Alejandro Espina, pero la banda no se echó atrás, sino que se fortaleció y llamó a filas a uno de los primeros bajistas que tuvieron, Willy Vijande, además cada concierto les sirve para rendir un pequeño homenaje a Alejando. D.E.P.
Actualmente Ilegales está compuesto por Jorge Ilegal a la guitarra y voz, Willy al bajo, Jaime Belaustegui a la batería y el joven Mike Vergara a la segunda guitarra y teclados, intercalando los instrumentos dependiendo del tema, además, y por primera vez en su historia, pican de segundas guitarras, fortaleciendo su sonido y dando más consistencia a las canciones.
El acceso a la Jimmy Jazz fue escalonado, sin agobios, empezando la actuación pasadas las diez de la noche para dar salida a los 34 temas que tenían apuntados en su set list, cosa que hicieron en una hora y cuarenta y cinco minutos más un tema de regalo vista la ovación recibida al finalizar la actuación.
Un viaje frenético y directo, sin apenas palabras hasta que nos acercamos a la hora de actuación, cuando Jorge cambió su Stratocaster por una Gibson y se tomó un trago de ese whisky que seguramente contenía su vaso, allí nos dijo sus primeras palabras, eso sí, en tono irónico y surrealista, jugando con las palabras “meo más de lo que bebo, casi ni me doy cuenta...” o “faltan temas que echaréis en falta, no soy Superman”...
Ilegales
Empezaron el concierto con “Desconfían”, dando paso rápido a la presentación de los nuevos con “Voy al Bar”, encajado en sonidos de garage con hiriente blues y algo de rockabilly diría yo, también dieron salida a “Chicos Pálidos Para la Maquina” y “Blues Secreto”, donde los riffs manaban y los letargos eléctricos explosionaban sin descanso.
Más temas nuevos de por medio, “El Teléfono y el Mal”, tiempo pausado en un corte que esquiva la confrontación, un mal que nos tiene atrapados por completo. Un concierto equilibrado, lleno de medios tiempos como “Yo Soy Quien Espía los Juegos de los Niños”, “Vuelve a Irlanda” o “Europa Ha Muerto”, para pasar rápidamente e hilar con los más frenéticos y de temática social, “Saber Vivir”, “Dextro-Anfetamina”, este último, los fieles con actitud punk, empezaron con unos tímidos pogos que duraron apenas un par de temas, el último, “Hacer Mucho Ruido”.
Destacamos la actitud del público, que coreó sin complejos los temas más populares de Ilegales, caldeando el ambiente que en un principio estaba frío, sobre todo se les escuchó con “Eres una Puta se lo sabía todo el Mundo”, “Revuelta Juvenil en Mongolia” o ese himno atemporal “Tiempos Nuevos, Tiempos Salvajes” que les acompañó a dar el primer adiós.
Volcándonos en un final con los viejos himnos, el estado más salvaje de Ilegales, dando rienda suelta a “Sin Remedio”, “El Demonio”, asegurando que no era él, sino que era una leyenda, “Soy Un Macarra”, un tema con fuerza y muy presente en todos los conciertos, o “ Bestia Bestia” más “Destruye”, mostrando la vieja actitud punk repleta de crudeza social.
Y tras despedirse por segunda vez, nos regalaron “Problema Sexual”, colgándose de nuevo los instrumentos y lanzándonos esta declaración de intenciones que tras el paso de los años iba pasando factura, según aseguraba Jorge.
Siguen ácidos, filosóficos y con un Jorge Ilegal incombustible, capaz de todo a sus 61 años de edad!