Villarcayo nos trae a demasiadas personas demasiados buenos recuerdos, uno no sabe hasta qué punto son importantes esos momentos hasta que deja de vivirlos. Y volver allí es como ser 10 años más joven de golpe y porrazo, es una mezcla pasional y cruda de alegría y de tristeza, es algo muy intenso para explicar con palabras, es algo que entenderá quien haya estado allí en esa época. Hace mucho tiempo nos conocimos algunas personas con una inquietud común: LA MÚSICA. Años después nos volvimos a reunir unos cuantos en ese Dolmen Music Fest, y nos vemos en otros festivales en otros pueblos de Burgos o por otros lares. A todos nos une lo mismo, y nos hemos hecho viejos, por fuera y por dentro, portando la misma pasión visceral en las venas. Pero dejemos a un lado la nostalgia porque cualquier tiempo pasado NO fue mejor.

Hay personas que se preocupan por traer de nuevo la música a Villarcayo y la organización del Dolmen Music Fest son uno de esos colectivos ávidos por llenar su pueblo de cultura. El año pasado y en otros anteriores nos quedamos con ganas de ir al festival, por un motivo o por otro al final no coincidimos. Pero como suelen decir, a la 5ª va la vencida (eso de a la 3ª es para otra gente), así que este año sí que sí, en este 2016 volvimos a Villarcayo, para reencontrarnos y para encontrarnos con un lugar que marcó un antes y un después en la vida de muchos.

En líneas generales, el festival nos pareció muy acertado en cuanto a la ubicación y en cuanto a los precios más que populares de la bebida. Había buen ambiente, unos cuantos puestecillos  de cosas varias y a parte uno común para el merchand de las bandas. ¡¡Había hasta puesto Insonoro!!, ¡jejejeje!. Mil gracias a la organización por el buen trato recibido, por facilitar al máximo nuestro trabajo y por dejarnos estar allí con nuestras camisetas y con nuestras púas, el día que tengamos un imperio en merchandising y nademos en la abundancia nos acordaremos de estos momentos y nos pagaremos unas mariscadas, ¡¡jejeje!!.

Dejando las bromas a un lado, sí que había muy buen ambiente, al final nos conocemos muchos y uno está como en casa. Pero ojo, también se puede estar como en casa con 1000 personas alrededor. En esto, poco más puede hacer la organización. Bajo mi punto de vista, le han dado muchísima difusión al evento y el cartel era muy atractivo. Ahora claro, el problema es el de siempre hay que llevar a “Pepito el de los palotes” o a “Manolo el del bombo” para que aquello se llene hasta la bandera. Que, claro, luego como si toca “Pichucas el del muelle” (ese es cántabro), que importa todo una santísima mierda, el que venga delante da igual, si hay un “cabeza de cartel” potente, lo demás sobra y se mete de relleno, por no quedar mal. Pues así, apañados vamos. Pero por desgracia, ¡¡así es el negocio del Rock & Roll!!.

Para mí el cartel de este año era espectacular, pero sí que esperaba algo más de gente, no sé, tampoco aquellas imágenes del pueblo lleno de personas de hace unos cuantos añitos, pero algo más de respuesta sí. En fin, lo dejaremos “pa prao”. Yo estuve en esta edición del 2016 del Dolmen Music Fest y me lo pasé muy bien, los que estaban conmigo creo que también, y lo demás es historia, de la que hay que aprender o no. Porque yo opino, como ya he dicho, que la organización lo hizo de 10. Al final me viene a la mente la típica pregunta: ¡¡Están matando la cultura y la música!!. Inmediatamente, llega la respuesta: ¿Quién?. ¡¡Pues eso!!. No se puede ser más clara.

Por lo demás, el sonido fue una auténtica pasada, ¡¡muy bien!!, son cosas muy importantes que sólo se suelen contar cuando van mal, pues a nosotros nos gusta fijarnos en todo y decir lo bueno y lo malo siempre. Y aquí genial, ¡¡buen trabajo!!. Salvo en el comienzo de Silenciados, que durante unos brevísimos segundos no escuchábamos a la voz por principal, por lo demás de 10. Las luces también fueron bastante asequibles. Así que en esos dos aspectos la organización se puede dar por más que satisfecha.

Y en otro orden de cosas, personalmente sí que le daría un toque solidario al festival, en el sentido de dar la posibilidad de llevar alimentos no perecederos a la gente que acuda al festival o cualquier otra cosa que se necesite. Ya que la entrada es gratuita se le puede imprimir un carácter diferente y de una forma muy sencilla y poco trabajosa ayudar a la gente del pueblo. Es una idea que puede ser considerada o no. Al final, a nadie le cuesta llevar un par de kilos de comida y hay tantas personas que lo necesitan…

Por lo demás, felicitamos a la organización, espero que coincidamos el año que viene, y pasamos a relatar la 5ª Edición del Dolmen Music Fest.

El pistoletazo de salida de la quinta edición del Dolmen Music Festival lo ejecutaron los burgaleses Banda Magnética. El trío ofreció un concierto de cincuenta minutos con varios temas propios y nos adelantaron a los presentes que pronto tendremos noticias de lo que será su segundo trabajo. Parece ser que esta banda originaria de Salas de Bureba no para. La próxima parada donde podremos verles en directo será este fin de semana en el festival Espeleo Rock.

Estos chicos burebanos interpretaron prácticamente entero el disco de título homónimo que tienen hasta el momento, que vio la luz el pasado año 2015. Entre los temas pertenecientes a este debut pudimos escuchar “Quiero Volar Contigo”, “La Manzana”, “Elastic Girl” y “Te Deseo ver”. Y observamos que aquellos seguidores tempraneros que se encontraban arropándoles las cantaron junto a ellos.

El concierto pasó casi sin darnos cuenta. La banda se mostró ilusionada sobre las tablas y canción tras canción animaron a que la gente se uniese a su fiesta. Además se mostraron agradecidos con la organización por la oportunidad de tocar en el Dolmen. Veamos cómo evoluciona su trayectoria y si por el camino ganan adeptos haya por donde toquen.

¿Y quién forma Banda Magnética? Ellos son: Jaime (bajo y voz), Iñigo (batería) y Juan (guitarra). Este último es un “viejo” conocido del lugar por haber formado parte de las desaparecidas bandas locales Derringers y Entre raíles. ¿Y cómo les conocimos los que hasta ese momento no les habíamos visto nunca? Tras presentarse ante el público mientras interpretaban una adaptación en castellano de “Seven Nation Army” de The White Stripes.

Los siguientes en salir a escena fueron Desgaste, grupo de Lerma (Burgos) que recientemente público su nueva referencia discográfica llamada “Mi Condición”, y como es lógico, venían a Villarcayo a presentarlo, un Ep breve, de cuatro canciones nada más, pero intenso y lleno de matices.

Un grupo que le da igual ir por el rock que por el metal, ambos estilos son los preferidos y así lo demostraron desde el primero de los temas, “Mi Condición”, que junto con “Del Revés” y “No lo Entiendo”, el 75% de su nuevo Ep, encarrilaron un directo sonoro y con repercusión porque la verdad que seguramente a nadie dejaron indiferente.

Les da igual interpretar un tema irónico como “La Chica del Döner” donde Samu, batería de Eslabón se subió al escenario disfrazado de jovenzuela, que ponerse serios y clavar un “Jodido Facha” de Hamlet. Sobre el tema de “La Chica...”, comentar que es de su anterior trabajo “Las Aceras Duermen”, el cual tuvo gran representación con “El Bus”, “Perder el Control”, bueno, creo que se le tocaron entero porque entre este y su Ep mas alguna versión, fue el set list elegido para la ocasión.

Lo dieron todo, su cantante a mitad del concierto se quitó la camisa quedándose en camiseta, y es que no paró quieto, al igual que el resto de sus compañeros, se les notaba que tenían ganas de tocar en el Dolmen, con esa ilusión que tienen las bandas emergentes cuando sacan un nuevo trabajo y quieren mostrar el resultado en directo.

El único tema que les quedaba por tocar del Ep “Mi Condición” fue “Intimidad”, se le guardaron para el final, momento en el que indicaron que si alguien quería el disco, le podían conseguir gratis pidiéndole en el puesto de merchan del festival, eso sí, durante los cuatro minutos que duraba la canción. Unos cuantos nos acercamos para tener una copia, un detallazo por parte del grupo.

En definitiva, a Desgaste les gusta el rock, también el metal aunque predomina el primero, y a nosotros nos gustan ellos, da igual hagan lo que hagan, nos causaron una grata sensación.

En el ecuador de la noche llegó el turno de ver sobre las tablas a Bellako, banda que llegaba desde la localidad catalana de Mataró y que fue la encargada de hacer que durante su concierto el hardcore se hiciese dueño del escenario.

El grupo formado por Rober a la voz, Roy y Paltrut a las guitarras, Negro al bajo y Carlos a la batería sacudió toda su ira desde el arranque de la actuación y canciones aceleradas como "A Fallo", "Al infierno" o "Zombieland" llamaron la atención de un público al que le sedujo la contundente propuesta del quinteto y que se implicó con unos activos músicos que no pararon de saltar  y moverse sobre las tablas.

Bellako descargó en Villarcayo un total de quince pistas pertenecientes tanto al LP "Zombieland" que fue publicado en 2012 como al EP que vio la luz dos años más tarde. La banda tampoco quiso dejar pasar la oportunidad de presentar cortes como "Humo", "El nieto" o "Planta madre", canciones que formarán parte del álbum "Extiction", un trabajo que verá la luz tras el verano y que contendrá once pistas.

Mientras el incasable Rober alentaba al respetable a que les acompañasen con palmas o a que diesen un par de pasos al frente para aproximarse al escenario, el resto de integrantes se empeñaban en poner el tablado patas arriba con una fuerza y una actitud impecables. Hechos que provocaron que incluso bajo la tarima pudiésemos vivir un wall of death.

Cuando pasaban treinta minutos de la media noche y tras hacernos vibrar con "Infected" y " Whiskey Abbey",  Bellako se despidió del público con la descarga de la implacable "La muerte", tema que formó parte del EP "Infection" (2014), último trabajo de los catalanes hasta la fecha.

Una noche más coincidíamos con Silenciados, y sinceramente, con el corazón en la mano, tengo que decir que no nos importaría hacerlo siete veces por semana. Nos traen unos recuerdos brutalmente bonitos de cuando nosotros iniciábamos nuestro camino, pero no sólo es eso, porque siguen trabajando muy bien y ahora están presentando ese nuevo disco, ese “Cultura irracional”, un trabajo que les avala como una gran banda. Al final, hacer las cosas bien es el mejor estandarte de lo que uno representa. Tener la capacidad de “venderse” uno mismo sin tapujos y sin “peros” es la mejor carta de presentación que se puede tener, y Silenciados la tienen y pueden mostrarla sin vergüenza y con mucho orgullo.

Tuvieron la “suerte” de contar con una buena afluencia de público y dieron un conciertazo, como todas las veces que les hemos visto últimamente. Pudimos escuchar un nutrido número de canciones, si bien el bolo fluyó de manera excepcional y consiguieron que los minutos pareciesen segundos. De las míticas nos dejaron con “Ayer me vi”, una de las canciones que más me gustan y no sólo de ellos, es uno de esos temas que llevo grabado a fuego en el alma. Y también pudimos vibrar al ritmo de “Esta es mi historia”, “A puñetazos con los abrazos” y “Camisa de once varas”, por citar algunas.

De las de “Cultura irracional” no faltaron “La conjura de los necios”, “A trancas y barrancas” (uno de los temazos para mí de este nuevo disco), “Con el humo dibujando calaveras” (otra también sobresaliente) o “A contracorriente”.

Es un auténtico placer disfrutar de las noches de Villarcayo y de grupos como Silenciados. El único “pero” que le pongo al concierto es que ya les conocemos y que Txinin nos les presente en todos los bolos se hace un tanto rutinario, si la presentación fuese algo más corta igual la cosa cambiaba. Salvo esto, espero que nos sigamos encontrando en los sitios más sucios, porque sí, sí queremos, queríamos ayer, queremos hoy y querremos siempre.

Como bien nos dijo en ese Dolmen 2016 el vocalista de Silenciados, yo también les deseo que la vida les devuelva por siete toda la alegría que transmiten a los demás, porque eso fue lo que ellos nos desearon y eso es lo que se merecen sin duda alguna también ellos.

¡¡Hasta la próxima amigos!!.

Konsumo Respeto recogían el testigo dejado por sus compañeros de agencia, Silenciados, allí estaban después de largas horas encerrados en la furgoneta, pero aún tenían fuerzas para cerrar por todo lo alto el festival. Es una banda que da igual a qué hora toquen porque revolucionan todos sus conciertos desde principio a fin.

Después de casi tres años de silencio, anunciaron su vuelta a los escenarios hace escasos meses, además lo hicieron con un nuevo disco llamado “Recaída”, el quinto de su discografía. Ahora vuelven con varios cambios en la formación y con un proyecto sólido y de futuro, de primeras vemos al batería Blai, ex Ktulu, que les ha dotado de una pegada metalera que deja marca en los directos.

A estas alturas de festival, el horario sufría un ligero retraso, pero las ganas de fiesta del público estaban intactas, y tras recargar energías con una nueva Voll Damm (todo un acierto por parte del festival de tener esta marca de cerveza en la barra) nos disponíamos a ver a nuestros amigos alicantinos.

Konsumo Respeto nos dejarían un repertorio muy amplio compuesto de 22 canciones, repasando todos sus discos y por supuesto, recalcando los cortes nuevos que aún no habíamos podido escuchar en directo, uno de ellos el que da vida a este divertido videoclip.

Allí estaba Alberto a la guitarra, Jorge a la voz, Blai a la batería, Lea al bajo, Robe a la guitarra, Iván a los teclados y Datán a la gaita y flauta, bien recibidos como se merecen, y es que en Villarcayo se les quiere mucho. Empezaron con “Elige tu Ruina”, mucha energía, dispuestos a comerse su concierto y haciendo el escenario pequeño con tanto movimiento.

A piñón fijo recordando sus primeros discos, “Un Par de Alas”, para luego volver a la más absoluta novedad con “Delirios de Grandeza”, que abre este último trabajo que les ha volcado a sonar como bandas de metal alternativo, demoledora pegada de batería en este tema. Comprobamos que la formación tiene más ilusión que nunca y que la felicidad en sus caras se nota bastante, además su regreso vino marcado por su exitoso paso por el Viña Rock.

Seguimos con los temas nuevos, “The Last Drop” o “La Ilusión de Cotard”, iban entrando en el público al igual que los más conocidos “Una Noche Más”, “Otro Tren” o “Pierdo el Equilibrio”, intercalando la gaita y la flauta de Datan, que también se puso una falta hawaiana que se encontró en el escenario.

Más temas nuevos, “La Ciudad Sin Nombre” y “+43”, canción reivindicativa sobre las 43 personas desaparecidas en México y que nadie dice nada, ni la justicia, pero el pueblo pide respuestas, en ese momento Datan y Jorge levantaron en alto la bandera mexicana.

Llegando a la recta final con “Herida de Guerra”, uno de sus himnos más conocidos, unida con “Fantasmas”, dejando para el final “Aquí y Ahora” y “Ahora se ha caído el Sol”, artífices de una gran despedida de un concierto que no queríamos que acabase.

Larga vida al Dolmen Music Fest!! Larga vida a la música en Villarcayo y en las Merindades en general!!