Verano 2016, 4, 5 y 6 de agosto, en Candeleda (Ávila), se celebra el Shikillo Festival. Tres zonas de conciertos: Uno urbano, en algún lugar del pueblo que nunca encontramos, donde hubo actividades y Dj's a medio día (o eso nos han contado); Las piscinas naturales, en la parte alta del pueblo, lugar paradisíaco, entorno espectacular para disfrutar de música en directo mientras te remojabas en el agua, tomabas el sol sobre las piedras cual lagartija, o te tomabas un refrigerio en las terrazas.
Conciertos entre mediodía y el inicio del festi oficial, un espacio único y sencillamente genial. 100% recomendable; Y el recinto del Festival, en un campo de futbol a algo más 2 km de la salida del pueblo, con dos escenarios cubiertos muy bien armados de sonido y luces, barra, puestos de comida y merchan. Escenarios alternos para evitar el tiempo de espera. Conciertos de entre una hora, hora y veinte por grupo.
El Shikillo ha tenido cosas buenas y otras que deberían ser mejoradas si quieren que el público siga apostando por este festi, siendo la competencia tan amplia. Como son muchas las cuestiones que queremos abordar, entre nuestras reseñas de los conciertos vividos iremos marcando lo bueno y malo que hemos disfrutado/sufrido en estos tres días
A mejorar: primer día y retraso, que "lo pago" Belo. Pero es que los retrasos se repitieron los dos días siguientes. El viernes se fue compensando, pero el sábado fue irrecuperable.
Ambiente. Texto: Adrian Sutej
Tras una apertura de puertas de más de veinte minutos de retraso, vimos a Belo y Los Susodichos, al frente el bueno de Belo acompañado por la guitarra acústica de Juan Diego Yera, un formato que se consolida día a día en la formación asturiana y más cuando próximamente, después del verano seguramente, sacará su primer trabajo en solitario, aparcando a Los Susodichos una temporada.
Siguen presentando su último disco “Pan y Circo”, editado por Rock Estatal Records hace ya unos cuantos meses, siendo este el protagonista de la primera parte de su concierto con temas como “Al otro lado del Infierno” con el que empezaron, más “Pan y Circo” con esa crítica reflexiva hacia el mundillo musical.
Posteriormente la organización le comunicó que de sus 45 minutos de actuación tenía que recortar 15, Belo mostró cara de sorpresa, pero siguió adelante ratificando que prefería tocar para 60 personas un concierto completo que para 2000 unos pocos minutos, palabras sinceras que apoyamos y es que cada vez nos gustan menos las formas que tienen algunos festivales en tratar a los músicos y al público.
Rápidamente su concierto giró y nos presentó tres temas que irán en su próximo disco, “Breve Descripción de Mi”, “Un instante” con guiños a Extremoduro ya que nos recordó a dos temas suyos (“Agila” y “Canciones Prohibidas”) y otra de ella que no identificamos como se podría llamar. Y, para terminar, “Volveré”, donde invitó a su amigo Varo a tocar el cajón.
Belo y Los Susodichos. Texto: Carlos García Azpiazu
Kutxi Romero salía a escena acompañado de Juanito Lorente de Bocanada y Pete Marco de Pasternak, se sentaron en los taburetes que había en el escenario para hacernos pasar un rato agradable.
Tras varios meses de recuperación por problemas en la voz, Kutxi Romero vuelve a los escenarios dejando atrás los meses en los que tuvo que suspender alguna que otra actuación por salas de conciertos, regresa para actuar en algunos festivales, como este, el Shikillo Fest, también en el Rock en la Feria de Torrelavega junto con su gran amigo Rulo o en Nanclares de la Oca acompañando a Sínkope y Gatillazo lugar en el que también le veremos.
En su primer disco en solitario, “No soy Nadie”, ha dado salida a una serie de temas que no tienen cabida en Marea, cuyos arreglos y ritmos son idóneos para tocar en formato acústico, ambiente en el que se desenvuelve de maravilla.
Concierto que compaginó con los temas nuevos de la talla de “Vengo del Mercado” o “Del Martillo al Agua”, y una serie de canciones de otros artistas, escuchamos “Silencio” de Aurora Beltrán o “Azulejo Frío” de Txarrena, esta última presentada de modo irónica como de un músico de Txantrea que está empezando. También se subió a cantar la voz de 4 Madres, y como no apareció un tema de los Marea “Pan Duro”, la única de toda su actuación.
Y en la parte final, apareció por sorpresa Luter con su stratocaster, ambos se hicieron una versión de Leño, “Que Desilusión”, y así dieron por finalizado un concierto sencillo y poético.
Kutxi Romero. Texto: Carlos García Azpiazu
Veinte minutos para las 10, entrando la noche y su oscuridad, y el sonido ensordecedor cae sobre nuestras humildes almas ansiosas de metal. Cuatro jinetes del apocalipsis sobre escena, vistiendo atuendos de negro riguroso, y un quinto (Ken Hc) con camiseta blanca y bañador, muy fan. Hamlet han llegado al Shikillo para darlo todo, "limítate" a disfrutar de otro gran concierto.
Gran despliegue de luces en el escenario derecho, que junto con el podio para saltos que usan habitualmente los madrileños, dio mucho espectáculo. La banda con un gran nivel, Molly sigue demostrando que no hay público que se le resista. De lujo los coros en "irracional" por el señor Kutxi Romero. Eso sí que es mestizaje.
Me gusto: La Guardia Civil. Sí, los de verde. Haciendo la presencia justa, sin acosar al honesto festivalero, colaboradores. Se les vio poco, y es que no hicieron falta. Nada que ver con otros festis donde parece que están buscando al heredero de Pablo Escobar.
Hamlet. Texto: Adrian Sutej
Rat-Zinger ofreció la primera dosis de punk hardcore de la noche, aunque ellos lo llamen "Rokanrol para hijos de puta". Provocativos, presentando su nuevo disco "Larga vida al infierno". Buen sabor de boca nos dejaron los temas nuevos, con los que auguro que van a convertirse (si no lo son ya) en una de las grandes bandas del panorama estatal.
Bengalas rojas que suben los ánimos y quedan de puta madre esos acordes y letras tan gamberras. O ellos o yo no estábamos a tono, mi impresión final del concierto no fue muy eufórica, quizás condicionado por otras actuaciones más intensas de esta panda de punkis. Deseando volverles a gozar.
A mejorar: Una mínima zona de prensa. Un par de sillas, una mesa, una sombrilla, un enchufe para cargar cámaras y móviles, y un poco de agua hubiera sido todo un lujo.
Rat-Zinger. Texto: Adrian Sutej
Next round: el señor Evaristo y sus Gatillazo, con una mayor afluencia de público que se justifica porque estamos ante los maestros vivos del punk estatal. Temas tras tema alegrando a los oyentes, haciéndonos más llevadera esta dura vida de "esclavos del siglo XXI". Repertorio extenso, es lo que tiene el punk, que son canciones rápidas, cortas y sin florituras.
No faltaron algunos clásicos de La Polla como "jonhy", "txus" y "odio a los partidos". Te guste o no la música de Gatillazo, no es debatible por casi nadie que estamos ante el frontman más carismático que se ha visto en la faz de la tierra (a lo mejor me he pasado un poco, pero solo un poco)
Me gusto: El cartel del primer día de festival era de un gran nivel, variadito de estilos y con grandes bandas, lo que provoca entre los asistentes que lo demos todo, y no lleguemos en condiciones óptimas al final. No es una queja, sino una reflexión.
Gatillazo. Texto: Adrian Sutej
Los mejicanos Molotov están este verano de gira por este lado del charco, y además de algunas fechas en salas se han apuntado a los festivales. Demasiados marcados en nuestro país por aquel "¿dónde jugaran las niñas?" del que todos nos sabemos las canciones y las coreamos; siendo más desconocidas las del resto de su bagaje, donde el ambiente decae un poco.
Se echa en falta que un grupo de este nivel no cuente con la típica lona gigante. La verdad es que me acuerdo poquito del concierto (razón: reflexión del párrafo anterior), pero no me llamó mucho la atención. Me lleve una decepción.
A mejorar: la tremenda polvareda que se montaba en el recinto de conciertos, que era un campo de futbol (y no de primera división). Era insoportable. Y no hablamos de un poquito de polvo, nos referimos a la antesala del día del juicio final. A partir del segundo día refrescaban el suelo con manguerazos de agua, pero era insuficiente debido a la cantidad de arena y las altas temperaturas. Se hace imprescindible forrar el suelo de al menos las primeras filas para próximas ediciones.
Molotov. Texto: Adrian Sutej
Talco saltó a escena sobre las dos de la madrugada, hora ideal, y público en su mejor momento para disfrutar de un gran concierto de los italianos, que no pararon de hacernos bailar y corear sus característicos lorolos y lalalas. Estuvieron muy en sintonía, ejecutando cada tema con una intensidad que era agradecida con cada aplauso.
De nuevo bengalas, que peligrosas y que bien quedan. De lo mejorcitos del día (junto con Hamlet). La tercera vez que les veía este año en formato festival, y sin duda este fue el mejor de lejos. Sensacionales Talco y su Ska-Punk.
Y ya para acabar, nos relajamos, y aunque no prestamos mucha atención, se agradece disfrutar de estilos musicales que quizás no sean los que más escuchemos, pero la música si es buena siempre amansa a las fieras. Shotta, rap desde el sur, y Dremen, rap eléctrico para dar los últimos saltos antes de irnos a dormir... unas pocas horas.