Segunda jornada en Candeleda (Ávila), donde las colas para coger el autobús y acercarse al escenario de las piscinas naturales se hacían eternas. Los que pudimos nos movimos en coche, los valientes peregrinaban los 3km aprox. Y todo ello bajo unas temperaturas de 33º-38º que nos hizo todo el finde

Volvemos con nuestra sección de A mejorar/Lo mejor:

A mejorar: Que solo hubiera un autobús, cada media hora, para movilizar a todas las hordas festivaleras que pernoctaban en el camping, y querían desplazarse por la mañana a los otros dos escenarios fue un error de planificación. Ya que las distancias no se pueden eliminar, aconsejamos a la organización que para la próxima haya algún autobús más, y que sea continuo, cargando y descargando festivaleros. Se agradecería.

Llegamos a las puertas del recinto del festival, con tiempo suficiente, para comprobar que de nuevo las puertas se abrían con retraso de 20 minutos, que a lo largo de la jornada se fue regulando teniendo que recortar algún set list

Me gustó: El personal de seguridad, numeroso, que sospecho que eran lugareños de la zona. Gente amable, simpática, llana, sin aires de superioridad, cuyo trabajo consistía en evitar que no se introdujeran bombas (y lo típico de los festis: bebidas, cuchillos, lanzas térmicas...), y además alegrarnos la entrada con sus chascarrillos. Nunca vi una cola en la entrada.

Los primeros en salir a escena fueron los madrileños Boikot, lo que llevó a que se produjera una larga cola por entrar, pero rápidamente el personal de seguridad se puso las pilas y todo el mundo llegó a tiempo para ver a estos míticos, cosa que es de agradecer.

Estamos acostumbrados a ver a Boikot a altas horas de la noche, embajadores de cerrar festivales, y se nos hacía raro verles en un horario un tanto atípico, pero creo que les vino bien, encarrilaron una jornada enérgica y festival. Venían del The Juerga's Rock Festival y al día siguiente tocaba el Son Rias Baixas, pero ni los conciertos tan seguidos pueden con ellos, tenían las pilas cargadas y consiguieron que a esas horas el público empezara a moverse, con la correspondiente nube de polvo, a pesar de que el terreno estaba totalmente regado y la manguera utilizada no dejó de funcionar durante toda la jornada.

Siguen alargando la gira “Lágrimas de Rabia”, pero tras el verano volverán a grabar un nuevo trabajo que por el momento tienen la mitad de la composición echa. Sobre el concierto, nos mostraron un set list bastante equilibrado, con temas reinvidicativos como “Naita Na”, “Inés”, o “Espaldas al Mundo” con recuerdo a la frontera de Gaza y esa nube de aviones que no paran de sobrevolar los horizontes.

Luego vinieron los más bailables, donde los últimos miembros en entrar al grupo (Xavi a la triki y Juanan al trombón o violín) tuvieron su protagonismo, también donde Kosta asume la responsabilidad de la voz con “Bubamara”, “Korsakov” o “Skalnicov”, respirando en tramos cuando Juankar se encarga de “Gasolina, Vidrio y Mecha”, tema social ante los recortes en sanidad y educación.

Alberto tampoco se quedó atrás, “Bajo el Suelo” sonó mejor que nunca, además de estar siempre rodeado por mujeres aportando su voz a los coros, Alicia entre ellas, y parte de la formación madrileña Yo no las conozco, donde Raquel, su guitarrista, se hizo con las seis cuerdas de Alberto para dejar su sello sobre el escenario, una canción que terminó al grito de “ninguna agresión sin respuesta” ante la lacra social de la violencia de género.

“Juntos Tu y Yo”, con el violín de Juanan, y “Kualkier Día” de Piperrak, no salen de su repertorio y pusieron el punto y final a un concierto que nos dejó rendidos.

Luego los burgaleses La M.O.D.A., que con su humildad y buen hacer, este verano nos los hemos encontrado en muchos festivales, su música les ha llevado a tocar en eventos rockeros, poperos e indies, y eso muy poquitos grupos lo logran.

Por bandera llevan su estupendo nuevo trabajo “La Primavera del Invierno”, una colección de canciones que cuajan a la primera, historias con cierta llama reivindicativa que hacen bien su función de trasmitir sensaciones y emociones, con textos cercanos que llegan al alma rápidamente.

Concierto que fue ganando en ritmo según pasaban los minutos, mientras tanto iban captando adeptos al son de “Nubes Negras” de inicio, “Disolutos” o “Quién no va a salvar?” de su primera obra, y cuando interpretaron “PRMVR”, el público jadeó, es un temazo que en el disco colabora Gorka de Berri Txarrak poniendo su voz en la parte en Euskera. Recordar que en octubre grabará su primer disco en directo en la Joy Eslava de Madrid, tres noches que no hay que perderse.

“Los Lobos”, “Catedrales” con ese aporte melódico del saxofón, también dando un repaso a su primer disco con “Vasos Vacíos” o “Los Hijos de Jhonny Cash”, canciones que convirtieron el recinto en una fiesta tradicional, con música acústica y proyección hacia el folk.

Me gusto: El repertorio de bandas estaba compuesta por muchas ya abonadas a los festivales veraniegos, y por otras menos conocidas, que se prodigan tanto. Y fue un placer conocer bandas nuevas con mucho talento, menos populares, pero de una calidad que fue poco reconocida por el público en general, más dado a ver a sus grupos de siempre. En este apartado nos quedamos con los dos grandes descubrimientos estatales: Minor Empires, que tocaron a continuación, y Fausto Taranto, que abrieron al dia siguiente.

Los madrileños Minor Empires nos dieron una gran lección de rock alternativo, muy cercanos a lo que hacen los grandes Tools, pero lo malo fue que el público los dejó de lado, se produjo una gran evasión dejándonos frente a ellos a unas 200 personas.

El año pasado Nothink pasaron por el festival, esta vez Juan Blas vuelve, pero con su nuevo proyecto que ya tiene dos discos a sus espaldas, pero con pocas actuaciones este verano, una fue el pasado Resurrection Fest y otra, obviamente la del Shikillo Festival.

Pusieron toda su alma sobre el escenario, creciendo en intensidad gracias a sus sonidos progresivos y melodías impregnadas en sus composiciones gracias al gran trabajo de sus guitarristas que tienen una base rítmica acojonante, una de las bandas con más talento que desfiló por el festival, pero lo dicho, el público cierra sus oídos y no da oportunidades de conocer bandas nuevas, una pena.

Rock alternativo americano con tintes post grunge, con atmósferas sonoras y la gran voz de Juan Blas que tiene el don de graduar registros diferentes en cada uno de los temas, intensificando el lado emocional según el momento adecuado. Uno de los conciertos que te va atrapando poco a poco, con momentos electrizantes como cuando sonó “If I'm Gone” bajo la invitación de la banda de ver el videoclip publicado en la conocida plataforma digital.

A mejorar: El público no para de preguntarse unos a otros quien tocaba después, a qué hora, y quien después, y después. Y es que no había horarios impresos, en especial para aquellos que aún se manejan con un Alcatel one touch easy. Si, esa gente existe, y hasta tienen derecho a votar.

Aunque ya nos son tan jóvenes, (no lo decimos por las barbas), Desakato son el futuro del punk rock estatal, llamarme visionario. Los asturianos saltan al escenario derecho cuando ya cayó la noche, y el ambiente generado por las luces nos brindan un climax perfecto para gozar de algo más de una horita de caña. Aún en gira presentando su último trabajo de estudio, “La teoría del fuego”, que han sabido encajarlo en un set list muy sólido y que lleva al público a momentos de rabia, de melancolía, de adrenalina, de entusiasmo, …

No soy el primero que lo opina, pero estos chicos tienen unos de los mejores directos del panorama actual estatal. Cuando el público empieza a cantar un tema y el artista toca, calla y escucha, como sucedió con “cada vez”, es una señal. De flipar la conexión de Pepo con el público, aterrizando tras un gran salto (como los que se ven en las olimpiadas) en un mar de fans enfervorecidos. Final con “La tormenta” de un concierto de casi 10. La perfección pasa por recuperar la gaita.

Bat, bit, hiru, lau. Berri Txarrak: Gorka, Galder y David, sincronizados como el reloj impreso en el bombo, dando lecciones musicales (y de euskera) a los presentes, poco multitudinarios, y es que los navarros son más seguidos por el público veterano, el cual no éramos mayoría en el festi. Desakato al completo atentos entre bambalinas, aprendiendo de los maestros. Concierto para romperte el cuello con sus ritmos, o vivirlo en una butaca de opera. Música y temas que son como caviar, caviar metálico. Un directo en el que se fueron metiendo poco a poco para acabar sorprendiendonos a todos con la fuerza y arrojo con la que viven cada interpretación. Chapó, como nos tienen acostumbrados.

Me gusto: Festival poco masificado, o bien dotado de personal, que no solo se notaba en la entrada, también a la hora de adquirir tickets y en la barra. Siempre con un buen sitio para disfrutar de la música. Espacio amplio. Al fondo unos palets a modo de asientos modernos para descansar un poco las piernas.

Y tocaba la primera dosis de rap diario, hoy de menú mazorcas. Los chikos del maiz con su recién Ep “Trap Mirror”, despidiéndose de todos nosotros y nosotras. Esperamos que sea un hasta luego, o un simple paréntesis para volver a armar Riot Propaganda. Rap político, duro, directo, desaprensivo, cuyas frases más controvertidas son cantadas por el público sin ruborizarse.

Repaso a todos sus discos, un par de improvisaciones, versión de “no me puedo levantar” de Mecano, y si parar de hacernos botar. Momento gracioso de la noche cuando una bandera rosa fue lanzada al escenario, Nega la recogió y se quedó un poco perplejo cuando descubrió que era de Upd. Todos nos solidarizamos con los chicos de Rosa, que nos amenizaron la estancia en el camping con sus cánticos hacia el traidor Toni, el Cantó, no el rapero.

Aprovechando la libre circulación de ciudadanos europeos, todavía, nos visitaron los británicos Foreign Beggars, rap electrónico muy animado, con mucho flow. Desconocidos para muchos de nosotros, pero que disfrutamos con el flow (si, repito flow porque hubo mucho, mucho flow) que llevaban los tres componentes, dos rapeando y un dj que chapurreaba castellano, se autodenominaba guiri y vino a presentarnos su nuevo mierda, literal. Aunque haga falta un nivel alto de inglés para entenderles las sensaciones fueron de una auténtica fiesta. Wall of death electrónico, la oxtia.

Narco, abonados a todo festival posible y probable, nunca defraudan, son apuesta segura. Penúltimo grupo de la noche, cuando los débiles se retiran y los vampiros acuden en busca de sangre, los sevillanos nos ponen las pilas con su intenso directo. Rap-metal pa’ las venas, cagandose en to’ dios.Se agradece que no todos sus conciertos sean iguales, variando algunos de los temas del último disco, “Dios te odia”, es reciproco.

Y para acabar esta mágnifica noche de conciertos, a mi gusto, la mejor banda que se encuentra ahora en la carretera para cerrar eventos, bautizos y comuniones. Desde el País Valencià: guitarra, bajo, dj, trombón y un Maestro de Ceremonias (Mc para los entendidos), menuda fauna, Zoo. Los valencianos ya se dejaron ver la noche anterior entre la muchedumbre, y es que no todo va a ser tocar, también hay que disfrutar como el resto de los mortales. Las pocas fuerzas que nos quedaban fueron muy bien gastadas con un set list donde la banda de hip-hop/rock/pupurri electrónico repasan su por ahora único trabajo de estudio, “Tempestes venen del sud”, junto con versiones de la terreta como Esbarzers (de La Gossa Sorda) de la que no me cansaré de decir que la han reinventado para hacerla un himno; y Camins (de Obrint Pas), dándonos a probar un par de temas nuevos que suponemos que grabarán para su esperado segundo disco. Espectáculo de luces y sonidos, pogos, letras como puñales, momentos tiernos, y muchas muchas ganas de repetir.

A mejorar: El camino de vuelta al camping se hacía un poco como una prueba de Spartan. La oscuridad (o los grupos electrógenos fallaban o algún bromista los apagaba) y las piedras convirtieron la vuelta en una ginkana, que de normal costaba 20 minutos, pero a altas hora de la madrugada se hacía eterna.

Y hasta aquí puedo contar de un segundo día donde volvimos a amar eso que algunos llaman ruido. Bona nit!