Sábado 13 de agosto, último día de la undécima edición del Leyendas del Rock y otra jornada que arrancaba con un refrescante baño en la piscina y nuestra posterior ruta por las calles más céntricas de Villena.

El sábado fue el día de más calor y los asistentes buscaron la sombra de los árboles de los parques del pueblo hasta que los conciertos arrancaron a las 16.30h. con Delain sobre el escenario.

Antes, tanto en la última jornada como los días previos los asistentes pudieron disfrutar de las actuaciones que bandas como Snakeyes, Ciclón o Bochornorama ofrecieron en el Escenario del Camping o en el habilitado en la Plaza Mayor. Fueron pocas las horas del día en las que el público no tuvo un concierto con el que disfrutar y eso es algo los festivaleros llegados desde lugares diversos agradecieron.

Con Ensiferum actuando sobre la tarima del escenario "Jesús de la Rosa" arrancó nuestro periplo por la última jornada del festival. Los fineses, que reclutaron a un joven y numeroso público, arrancaron el concierto con "Axe of judgement", "Heathen horde", "Token of time", aprovechando también para presentar canciones de "One man army", su última publicación.

El quinteto que ya había actuado en la edición del 2013, supo ganarse al respetable con una actuación dinámica y festiva que como no podía ser de otra manera, fascinó a los amantes del folk el viking metal.

La coreada "Iron" puso fin a un directo en el que los de Helsinki se presentaron con la acordeonista Netta Skog, la última en incorporarse a esta formación que dio sus primeros pasos en el año 1995.

El “Azucena Stage” se convirtió en una catedral gótica para recibir a los Rumano-Alemanes Powerwolf. Por supuesto, todos los integrantes saltaron a las tablas completamente caracterizados como es habitual, dando muchísimo juego tanto al público como a los fotógrafos sedientos de buenas poses.

Para mi sin duda este grupo es uno de los más originales que han surgido en la última década. Sin llegar a ser excesivamente creativos o innovadores en sus composiciones (no pasan de ser un power metal con inspiración lírica), han conseguido crear algo realmente único y especial. Si sumamos la increíble voz de Atila Dorn, más parecido a Pavarotti que a Kiske, a la atmósfera y temática que ha moldeado este sexteto de buenos músicos, el resultado es un metal directo, fácil de digerir, pero sin buscar el recurso fácil.

Los directos son arrolladores. Atila no falla, y la actitud de todos los miembros es sobresaliente: Todo pose y macarrismo, tanto Matthew Greywolf como Charles Greywolf se esfuerzan por impedir que baje la intensidad ni un solo instante. Además, la labor de Falk Maria Schlegel a los teclados termina de redondear lo que para mi gusto fue uno de los grandes shows del día, y quizás de todo el festival.

Cayeron temas de toda su discografía, dejando para el final los mejores cortes como “All web need is blood" o el corte homónimo al segundo disco de estudio, “Lupus Dei”. Impresionante banda imprescindible de ver al menos una vez en la vida, y si todavía no la conocen ustedes, permítanme recomendarles la escucha de su último compacto: "Blessed & Possesed".

Una de las bandas de rock más irreverentes de todo Zaragoza, está de vuelta: Los maños Pedro Botero han retomado las armas, tras el rotundo éxito de ventas de su recopilatorio lanzado hace un año. Está claro que el público les quería de vuelta, y con casi un lleno absoluto del Mark Reale, comenzaron su esperada actuación.

Y están en plena forma: Se les vio disfrutar durante todo el show. Sonrisas, complicidad, buen sonido, grandes líneas vocales … ¡Hasta me pareció ver un par de coreografías ensayadas! Todo un espectáculo que sirvió para presentar su nuevo trabajo discográfico llamado "17/50", el que es su quinto de estudio, nada más y nada menos que veintitrés años después de su predecesor.

Por eso quizás este fuera uno de los conciertos más especiales, donde la gente recibió con mayor cariño a estas leyendas del rock nacional. Esta vez sí, el nombre del festival hizo justicia al grupo. Y el combo supo aprovecharlo en algo así como una hora de rock, complicidad y olor a historia. Al finalizar, decenas de fans querían estrechar la mano a Rubén, Nano y compañía: Firmas de autógrafos, unas púas por aquí, y éxito total frente a su público más fiel.

Vuelta a uno de los escenarios principales para encontrarnos con los estadounidenses Symphony X. Allí sobre el escenario "Jesús de la Rosa" teníamos al vocalista Russell Allen portando una mascara y con unas ganas notorias de hacer vibrar a los presentes. La parroquia buscaba resguardarse del sol mientras disfrutaba con la descarga de temas de la última publicación de los de Nueva Jersey como "Nevermore" o "Underworld", tema que da nombre a este disco que fue editado hace un año.

En Villena los miembros de Symphony X se mostraron compactos contundentes y el power metal de sus canciones pronto se apoderó del escenario. La formación lleva prácticamente intacta desde que su carrera musical diese comienzo hace 22 años y eso es algo que se percibió bajo el escenario.

Si durante la parte inicial del show la banda desgranó los temas de su álbum más reciente, en el tramo final de la actuación cayeron "Sea of lies", "Set the world y "Of sins and shadows", con la que se despidieron del público.

Los británicos Blitzkrieg asaltaron el Mark Reale a las 19:20 horas, con bastantes ganas aunque no demasiado público, al menos al inicio del show. Poco a poco si que se fueron congregando más parroquianos, según iban subiendo los grados de intensidad en el escenario.

La banda cuyo único miembro original presente en la actualidad es Brian Ross, ofreció un repertorio clásico de sus temas, intercalados con algunos cortes más modernos pertenecientes al último trabajo de estudio, “Back from Hell”.

Finalmente llegaron a disfrutar sobre las tablas, y se les vio sonreír mientras la comunión con el respetable se hacía más latente. Tiraron unas cuantas púas personalizadas, bastante chulas por cierto (blancas con el logo de la banda), y se despidieron tras un correcto concierto de heavy metal clásico.

Vaya jodido sonido, ¡Qué potencia y que puñetazo sobre la mesa que dieron los míticos escoceses Nazareth el sábado 13 de agosto, en el Leyendas del Rock!

Ya íbamos sobre aviso, esta gente sabe lo que hace. No en vano, casi 50 años de carrera musical deben servir como carta de presentación suficiente. También es cierto que el único miembro fundador que queda es Pete Agnew, pero no tendremos muchas oportunidades más de ver a esta banda que ha hecho historia en el hard rock mundial. Y aunque es una pena no haber podido disfrutar de la voz de Dan McCafferty, retirado en 2013 por problemas de salud, el nuevo vocalista Carl Sentence sumple de sobra su cometido.

Realmente suenan bien, empastados y muy compenetrados. A pesar de su origen escocés, se notan sus raíces norteamericanas en cada corte, y es que gran parte de sus éxitos los han cosechado en EEUU.

No llamaba la atención en exceso que la edad media de los asistentes hubiera subido considerablemente para este bolo, y es que quizás sean un poco menos “accesibles” para las nuevas generaciones. No obstante pudimos ver caras de sorpresa entre los más jóvenes cuando Nazareth interpretaba cortes como “Silver dollar forger” o “Dream on”.

La parte final del show fueron un par de versiones, comenzando con el “Love Hurts” de The everly brothers, y terminando con “This flight tonight” de Joni Mitchell. Un placer irrepetible de contemplar probablemente en España, o al menos muy complicado.

A los galeses Dare les tocó compartir protagonismo con Helloween y la banda liderada por Darren Wharton, ex teclista de Thin Lizzy, y compuesta también por Richard Dews, Andrew Moore y Kevin Whitehead, defendió su propuesta de rock melódico sosegada, ante menos público del que hubiera tenido en condiciones normales.

Descargaron con clase algunas de las composiciones que dan forma a su "Sacred ground", un álbum que ha visto la luz este mismo año y del que interpretaron "On my own" y "Home". No podía faltar en su repertorio la versión del tema "Emerald" de Thin Lizzy.

El quinteto Gales fundado en 1988 no defraudó a quienes optaron por la tranquilidad y el ambiente familiar del escenario "Mark Reale".

Buen rollo con Andi Deris, juego constante con el publico y mucho, mucho heavy metal son los ingredientes que Helloween siempre pone en sus recetas. Y así, el plato es siempre garantía de éxito. El sábado, en el escenario "Jesús de la Rosa" del Leyendas, también, por descontado.

Ambientado este en su último trabajo, "My god given right" sirvió de decorado para la puesta en escena del grupo alemán, que se metió al público en el bolsillo desde el segundo 0.

No arrancaron con temas del último trabajo aunque si se pudieron escuchar más adelante, "Heroes", "Lost in america" o la canción que da título al disco. Si acaso faltara alguna de las canciones más emblemáticos de la banda fue por la falta de tiempo, y es quizas lo menos bueno del 'formato festival'.

Aun así, sonaron las míticas "Power" y "I want out", donde Deris buscaba la colaboración del publico constantemente, "Dr. Stein", "I can", "Sole survivor" o "Future world", interpretada tras el solo de guitarra de Sascha Gerstner y que es la forma habitual de comenzarla en los últimos espectáculos de la banda alemana.

También sonaron "Are you metal" de "7 sinners"  y "Live now", "Waiting for the Thunder" o "Straight Out of hell", del penúltimo disco de la banda. Mención especial merecen también Michael Weikath y Markus Grosskopf, pilares fundamentales de Helloween que estuvieron, como no podía ser de otra manera, a la altura de las circunstancias.

A Tarja Turunen se le presentaban dos detalles que jugaban en su contra; actuar justo después de una banda como Helloween y hacerlo casi a punto de cerrar el festival. Sin embargo la cantante finlandesa desplegó sobre el escenario algo más que una belleza fuera de toda duda.

Encorsetada en un vestido blanco espectacular y siempre mostrando una sonrisa y muchas ganas de agradar, la soprano dejó claro que hay vida más allá de Nightwish. Con otros registros y con sonidos algo más duros quizás, Tarja repasó algunas canciones de su último trabajo 'The Shadow Self", lanzado hace apenas una semana y tampoco se olvidó del grupo en el que como ella misma dijo, "había pasado algunos años", sin nombrar explícitamente a sus compatriotas. Interpretó la canción "Ever Dream" adaptada a su estilo actual.

Un año más los abulenses Ars Amandi asaltaban Villena en su ya conocido escenario Mark Reale, con la diferencia de que en esta ocasión el sol ya había caído, y que les tocaba competir contra la parte final de la gran actuación de Tarja. Ahí es nada.

No obstante el público no cedió a la tentación y allí nos congregamos un buen número de seguidores, que intentamos en todo momento apoyar el mal sonido del micrófono de Dani Aller. A grito pelado acompañamos a la banda con la pequeña presentación de su EP de 2005 “El arte de amar”.

Por supuesto, no dejaron de caer temas que repasaron toda la carrera musical de la banda, no obstante dejaron los grandes himnos para la parte final del show. Por suerte, para esas alturas se cambió el micrófono, y ya pudimos disfrutar al 100% de lo que fue uno de los grandes shows de todo el leyendas del rock.

“Abre la puerta niña”, “No queda sino batirnos” o “la suerte está echada” fueron el gran colofón para una fiesta en toda regla. La banda está más en forma que nunca, con especial mención a Dani Aller, alma mater de Ars Amandi, vocalista excepcional y virtuoso de todo tipo de instrumentos de viento. Por su parte Nacho de Carlos como siempre dio un buen recital demostrando por qué es uno de los mejores mástiles del país. Casi se tuvo que ir corriendo, pues le tocaba repetir acto seguido, con Lujuria en esta ocasión.

Una vez más vimos a una banda que no podía creerse la tremenda reacción del público, sonriendo y dando una y mil veces las gracias. Momento dulce para los de Ávila, que están ya por fin encontrando el sitio que se merecen.

Poco antes de la una de la madrugada llegó el turno de ver en su segunda presencia en el Leyendas del Rock a los ingleses Venom. Los de Newcastle brindaron un incendiario show a los suyos, utilizaron columnas de fuego, y también llegaban a tierras alicantinas con material nuevo que presentar.

No fueron demasiados, pero algún que otro tema cayó de su "From The Very Depths", un LP que vio la luz en 2015. Fue el caso de “The death ff Rock n’ Roll”, corte con el que el trío comenzó su actuación.

Su propuesta black metal rabiosa y eficaz nos dejo la ejecución de temas como “Long haired punks”, “Black betal” o “In league with Satan”. La veterana formación con Cronos a la cabeza mostraron todo su arsenal sonoro y salieron triunfadores a su paso por la undécima edición del Leyendas del Rock. 

Angelus Apatrida practican un estilo, el thrash metal, que a mi personalmente no me llega a encandilar del todo. Dicho esto, hay que reconocer que los Albaceteños se marcaron uno de los bolazos de la jornada, a pesar de que hacía tiempo ya que habíamos entrado en la madrugada y la paliza acumulada era de las buenas.

A mí me sigue pareciendo ciencia ficción que estos chicos hayan llegado donde lo han hecho, con lo complicado que está el mercado hoy en día. Pero hay que saber otorgar el mérito que merecen; no ha sido suerte. Probablemente es nuestra banda más internacional del nuevo siglo. Sus cinco discos de estudio y tres lustros de carrera, ya les han asegurado un público fiel y numeroso. Prueba de ello es el enorme “Circle pit” que consiguieron formar en repetidas ocasiones, a lo largo de toda su actuación.

Reivindicaron una vez más que no tienen que venir desde fuera para enseñarnos a hacer metal, y estoy completamente de acuerdo. El cuarteto nos ofreció un show contundente, sin fisuras y con setlist muy bien elegido. Todo un acierto por parte del festival, ya que consiguieron arrancarnos las últimas fuerzas que nos quedaban, antes de despedirnos hasta el año que viene.

Un año más los Segovianos formaban parte del cartel del leyendas, como no podía ser de otra manera. Y en esta ocasión tocaba cerrar la verja, ante los cientos de asistentes que aún podían mantenerse en pie. Oscar Sancho hacía su aparición tras la entrada de Chepas, Nacho y compañía, y comenzaba a entonar las primeras estrofas de “Mozart y Salieri”, de aquel ya histórico “El poder del deseo”. El que fue a mi entender el mejor trabajo de la banda.

Desde hace algún tiempo los shows del grupo tienen música y reivindicación a partes iguales. Quizás fuera por las horas, o quizás sea porque me hubiera gustado menos “charla” y más música, pero la cosa se me hizo pesada. Hubo tiempo para apoyar unas cuantas causas, con representación de algunos colectivos, como por ejemplo el colectivo gay. También se quejó el frontman de la actuación de Steel Panther, a la hora de subir a chicas al escenario. Y mandó una serie de recaditos no demasiado amistosos, a políticos y demás chusma apoderada.

Lo mejor del concierto vino cuando les cedieron el escenario a la banda Malagueña Inxight, ganadores de un concurso que Lujuria propuso desde sus redes sociales. Tocaron un solo tema, como el propio vocalista afirmó, “El concierto más corto de la historia”, pero realmente se pudo disfrutar. Hay que seguirles la pista, y con suerte el año que viene les vemos una actuación completa.

Y aquí dábamos por finalizada nuestra aventura en el Leyendas del Rock, una edición que se cerró con éxito para la organización y en la que las bandas internacionales robaron protagonismo a grupos nacionales de nivel como Centinela o Ars Amandi y que fueron relegados a actuar en el más modesto de los tres escenarios principales.

Durante las cuatro jornadas de festival el ambiente fue inmejorable en Villena y tanto los locales como el público llegado desde lugares tan dispares como Cataluña, Extremadura, Euskadi, Italia o Alemania se comportaron de lujo.

Por el Leyendas del Rock pasaron más de setenta bandas, con gran variedad de géneros, y el festival se confirma como una de las citas más destacables dentro del heavy rock estatal.

Por todo esto le damos la enhorabuena a los organizadores del evento y le agradecemos por las facilidades prestadas a la hora de realizar nuestro trabajo.