Si el año pasado la climatología hizo mella en el Festival OchanduRock suspendiendo varios conciertos, este fue todo lo contrario, el evento se desarrolló con total normalidad, casi perfecto, tanto en el escenario situado en la plaza del pueblo (Ochánduri, La Rioja), como el alojado dentro del pabellón, donde estaba la barra con precios populares, tanto de comida como de bebida, una fuente importante de ingresos para tener un festival sostenible y de larga duración.

Este año gozaba de un fantástico cartel con sabor amago, las giras de despedida de Habeas Corpus y Envidia Kotxina eligieron este festival para añorar al púbico riojano, por eso el público cercano no aprovechó la ocasión para despedir a estos dos grupos como se merecen. Además, por allí desfilaron bandas como Alimaña HC, Nitrako, Azote, Volkete y Manolo Kabezabolo y los Ke No Dan Pie Kon Bolo, completando una edición de éxito antes de comenzar.

Llegamos a Ochánduri tras perdernos un poco por esas carreteras comarcales haciendo algunos kilómetros de más, mea culpa por no mirar el mapa antes de salir de casa y llegar sin problemas, una vez allí aparcamos a las afueras del pueblo ya que vimos muchos coches y caravanas por los alrededores, suponiendo que cerca de los escenarios sería imposible estacionar nuestro vehículo.

Llegamos a la plaza con la actuación de los sorianos Alimaña Hc comenzada, allí estaban con su hardcore tras celebrar su décimo aniversario recientemente, rápidamente nos dimos cuenta que su nuevo vocalista, el riojano Rubenciano, ha cogido las riendas del grupo llevándolos a un nuevo futuro, que pronto dará sus frutos con un próximo trabajo en estudio para después del verano.

El puesto de vocalista en estos últimos años ha sido un quebradero de cabeza para la banda, todo empezó tras la salida de Héctor Millán “Lute” y el paso de Luis, esperamos que con Rubenciano tengan más suerte y el puesto se estabilice para poder avanzar y asentarse.

Concierto rápido y acelerado, fortalecido por el puesto de sus guitarristas, que también han sufrido cambios a favor de la última entrada del riojano Aposento, conocido por nosotros por esos largos años militando en los desaparecidos EnBlanco.

Escuchamos temas como “Mi Familia”, “Desolación” o “Hardcore”, este último en la recta final, dejándonos bien calientes en estas primeras horas del festival, donde primeramente actuaron Azote, formación de punk rock de Villamediana de Iregua, que nos los perdimos por no llegar a la hora.

Luego los Nitrako, alojados en el pequeño escenario situado en el pabellón, consiguiendo que las primeras filas no parasen de bailar, creando un ambiente excepcional a pesar de que el sonido no ayudase, distorsiones y apelotamiento sonoro rebotando por todas las paredes del local, no entendíamos ni los estribillos.

Continuando con los conciertos de la plaza, en un camión escenario cuya cabina estaba suspendida en el aire, un invento que vemos festival tras festival, y allí nos quedamos hasta que el festival terminó.

Comenzaban Habeas Corpus, dentro de su gira de despedida que sigue su curso y que terminará en la Sala Penélope de Madrid en diciembre, donde contarán con invitados creando una fiesta espectacular que tardará en olvidarse, y luego, un parón indefinido para otros proyectos.

Nosotros tenemos alguna que otra fecha reservada para verles de nuevo en el mes de septiembre, también les habíamos visto una semana antes en Villarcayo, y si comparamos ambas actuaciones nos quedamos con la burgalesa, quizás por el escenario y la comunión perfecta entre el público y la banda, pero sin desmerecer la actuación del OchanduRock, donde el sonido fue perfecto.

Metiéndonos en vereda, los madrileños eligieron un set list enérgico y repleto de actitud, entregados y equilibrados, recorriendo todos los años de lucha y repasando disco a disco, poniendo toda la carne en el asador y su buen hacer forjado durante sus recorridos por los mejores festivales y salas del país.

Temas como “Mano de Hierro”, donde los pogos siempre son inmediatos, “A las cosas por su Nombre” o “Cada vez más Odio”, dejaron constancia de su repulsa social hacia un gobierno de derechas que sigue en la cúspide, o “Fascismo Nunca Más”, “Perdimos la Ocasión”, manteniendo la llama en todo momento. Una salvaje actuación que siempre que se suben a un escenario la mantienen desde principio hasta el final. Como anécdota, a mitad del concierto, cantaron el cumpleaños feliz a su compañero y roadie Cristobal Méndez, un detallazo que nunca olvidará.

Tras un breve cambio de unos veinte minutos, salían a escena Envidia Kotxina, ante una plaza que rozaba el lleno absoluto aclamando a los madrileños, las personas de seguridad se pusieron las pilas y tuvieron trabajo extra sujetando las vallas con firmeza, incluso tuvieron que ser reforzadas.

Ziku, Angel, David Txafas y Hugo acecharon un recorrido perfecto a toda su trayectoria, siendo los protagonistas de un concierto lleno de ritmo y velocidad, que desde un inicio marcaron sus pautas con “No Señor”, “Daños Colaterales”, “Día Tras Día” o “Mala Patada”, consiguiendo que el público no dejara de bailar desde las primeras filas hasta la altura de la mesa de sonido, eso sí, los katxis empezaron a volar encima de nuestras cabezas.

“Alimañas”, “Mis Pensamientos” o “El País de Alicia” fueron los culpables de que sus estribillos fueran coreados casi por la totalidad del público, son temas que a estas alturas tienen un hueco en nuestros corazones, al igual de la banda, irónicos y con esa acidez que les ha caracterizado durante estos años de lucha. Concierto donde el ska y el punk rock se unieron una vez más, donde era complicado no dejar de bailar como si te hubieran enredado en una tela de araña.

Sorpresa fue ver sobre el escenario a uno de los bajistas del inicio de Envidia Kotxina, Emilio, que aportó su granito de arena en la parte final de la actuación, dejando David su puesto por un instante. Nos recordaron aquellos tiempos donde los inicios eran difíciles, con “Kampos de Exterminio”, canción de antaño que dio título al primer disco allá por el año 98 y que sigue vigente en su repertorio habitual, también “Estado Policial” se su primera maqueta. Y al final, uno de los himnos más divertidos, “Lady Di, Lady Ño”, reafirmando una vez mas que son unos jefazos!!

Manolo Kabezabolo y Los Ke No Dan Pie Kon Bolo serían los siguientes en subirse al escenario, a estas alturas de la noche la bajada de temperaturas se empezó a notar, llevando a parte del público a abrigarse, podíamos estar perfectamente entre 8 y 10 grados, ante un cielo despejado donde se apreciaban las estrellas sin problemas.

El público encendido al ver a Manolo Kabezabolo y los suyos, los katxis volando de un lado para otros, muchos arrojados hacia el escenario dejando a un Manolo completamente mojado, sinceramente a nosotros no nos hace gracia por eso pedimos un poco de respeto hacia los músicos.

Como en todos sus conciertos, la fiesta estaba asegurada con esas tonadillas zaragozanas que lanzaba entre tema y tema haciéndonos pasar un rato divertido cuando te sabes de pe a pa todas sus canciones.

Manolo Kabezabolo, que ya supera los 50 tacos y tiene a sus espaladas más de 26 años de profesión musical desde que sacó esa gran maqueta que ruló de mano en mano y ayudó a crear una leyenda, sigue al pie del cañón, no se cansa y deja patente su lengua ácida e irónica que reside en todas sus canciones, hablando de los problemas más cercanos, crítica social y su inconformismo en general. Para la ocasión nos deleitó con un set list fantástico de principio a fin, arropado por una gran banda donde su batería, Jaume, marca el ritmo sin problemas.

A esas horas de la noche el público respondió por completo, gracias a ese fantástico set list donde nos encontramos “Militares”, “Spiz Amarillo”, “El Aborto de la Gallina”, “La Rebelión”, “Resina Agua y Ajo”, y en la parte final, su culto por el heavy metal con “Véndemelo”, o despidiéndose de todos nosotros con su famosa coplilla del “Narco”, en modo de revisión a esa serie animada de Marco, de los Apeninos a los Andes.

Manolo Kabezabolo, poeta punk que nos deja buenos momentos sobre un escenario, la próxima cita será en la nueva edición del Arrikurock junto con Gatillazo, Desakato.. el próximo sábado 10 de septiembre en Antsoain, Navarra.

Tras terminar, y viendo que las cinco de la mañana era una hora ideal para volver a casa, ya que teníamos por delante hora y media de camino dirección a Bilbao, los Volkete continuaron con la fiesta cerrando el festival que posiblemente llegó hasta el amanecer, también con música dentro del pabellón.

Así finiquitamos el OchanduRock de este año, esperamos volver el año que viene y sobre todo que se monte un buen jolgorio en Ochánduri un año más.