Tras un pequeño descanso y cuando faltaban cinco minutos para las diez y media de la noche comenzó a sonar la intro que anunciaba la inmediata aparición sobre el escenario del quinteto de Móstoles. Non Servium recibió una gran ovación e inició su concierto disparando con fuerza temas como "Buitres" de su última obra y otras más veteranas como "N.S.A", "El imperio del mal", "Bronca" o "ACAB".
Por tanto arranque de vértigo el ofrecido por Carlos, Snoker, Gordo, Ivi y Niño sobre la tarima de la Jimmy Jazz, una sala por la que ya llevaban unos cuantos años sin pasar.
Non Servium llegó con "Resurgir", su último trabajo a Vitoria-Gasteiz, una localidad en la que los madrileños siempre son bien recibidos, y donde sus mensajes combativos y antifascistas calan hondo. Sus fieles no reservaron fuerzas y desde el inició llevaron en volandas a unos músicos dispuestos a dejarse la piel sobre el escenario y a incendiar con su innegable actitud el local gasteiztarra.
Con "Tu ira", "Desperté", "Ratas" y "Mi clase" avanzó una actuación en la que realizaron un completo repaso a su discografía, haciendo especial hincapié en "Resurgir", una obra que vio la luz en 2015 y de la que interpretaron un total de seis cortes.
El público se mostró muy activo, bailó pogos sin descanso y cantó con rabia las emblemáticas "El espíritu del Oi!" y "Warriors". La gente subía a las tablas para después dejarse caer sobre el gentío, Carlos hacía más de lo mismo para continuar cantando mezclado entre el público y la fiesta no cesaba en una sala en la que la temperatura había ascendido unos cuantos grados.
Esa fuerza y el arresto mostrado por los músicos sobre el tablado encendieron aún más si cabe a una audiencia que coreó sin descanso y que vivió una gran noche de streetpunk.
Con un nuevo tema convertido en himno como es "Madrid" y la acreditada "Torpedo" se puso fin a una cita que nos dejó un grato sabor de boca y que sirvió para confirmar que Non Servium, tras casi veinte años en la brecha están más fuertes que nunca y que sus ganas de seguir levantando conciencias siguen intactas. |