Los mexicanos Brujería recientemente nos ofrecieron diez fechas en nuestro país, nosotros acudimos a una de ellas, la del sábado 10 de diciembre en la Jimmy Jazz de Vitoria- Gasteiz. Noche fría en la capital alavesa fiel a su apodo “Siberia-Gasteiz”, pero no así en el interior de la sala, un horno con tanto pogo y alboroto, ya desde la primera banda Vice Presidentes, ideal para abrir un concierto tipo pachanga mexicana de la banda capitaneada por Juan Brujo y su suculento plantel de músicos que van cambiando gira a gira, esta vez le acompañaba Shane Embury (Napalm Death) al bajo, Nick Barker (ex Cradle of Filth, Dimmu Borgir...) a la batería y Anton (Pentagram y Criminal) a la guitarra, con las inestimables voces del Sangron y de Pinche Peach.
Abriendo la velada y generando los primeros pogos, Vice Presientes, power trío de grind core de Gasteiz, comandando por Kanda (Neubat, Tutan Come On), Dorbu al bajo y Mikel a la batería, que vuelven a la carretera con disco nuevo bajo el brazo, “Grind Capital”.
Consiguieron en 45 minutos acelerar al respetable con sus intensos y rápidos cambios de ritmo, registros agresivos y guturales, y canciones con un minutaje corto y conciso, algunos calibrados en 30 segundos y otros no sobrepasaban los tres minutos. Un toma y daca de sonidos extremos donde Kanda impulsa con rabia y agresividad la temática de las canciones, jugando a reírse de lo absurdo y buscando la confrontación en la diversidad de sus textos, una crítica social metafórica que ya proveemos de antemano con el título de las canciones.
Vide Presidentes. Texto: Karlos García Azpiazu
Un sopapo directo con esos rápidos y veloces cambios de ritmo, con una pegada fantástica de batería, bajo distorsionado y riffs rasgados y punzantes, un equilibrio de sonidos estridentes que pueden ir desde el grind core hasta el death metal, groove metal incluso hardcore old school tipo a bandas como D.R.I., Municipal Wasted o Terror.
19 temas interpretaron, iniciando la contienda con “Jugullar Bells” de su disco “Bloodola”, con un primer bloque de tres canciones que dieron impulso a presentar los nuevos temas de su absoluta novedad llamada “Grind Capital”, entre ellas eligieron como representación a “DDT” (Deporting Donald Trump), dirigida al nuevo presidente americano, “Let's Go Let's Bomb”, “Coprofunding” sobre los procesos de crowfunding o “Ahmadinejazz” criticando ese género de música, seguramente referido a la cita anual que hay en Vitoria sobre el Jazz.
“Denak Erredun” pasó en un abrir y cerrar de ojos, la única en euskera, siempre acelerada en directo, también rescataron alguno de sus discos pasados, como “I’m the monster, you’re the lunch” de su primera grabación, y ya para el final, un pulso con “Basque Streel Boys”, un himno con ese estribillo que funciona a las mil maravillas en directo, luego vino “The Kill” de Napalm Death, que seguramente a Shane Embury (miembro de Brujería y bajista de los Napalm), que esa noche estaba allí, le resultaría conocida, y para poner la puntilla, “Comandante”, un grito bestial al anunciarla que nos sacó nuestra sonrisa, y más al ver que tenían la sala llena ante sus pies, un regalo anticipado del Olentzero.
Vide Presidentes. Texto: Karlos García Azpiazu
Con el ambiente más que caldeado debido a la entrega de los anfitriones Vice Presidentes, hicieron aparición sobre las tablas de la Jimmy Jazz los californianos de raíz mexicana Brujeria, un combo que se encontraba en plena gira europea presentando "Pocho Aztlan", su último trabajo publicado el pasado 16 de septiembre.
Dieciséis años después de que Brujería publicase su disco "Brujerizmo", la formación ha vuelto a editar nuevo material de la mano del sello Nuclear Blast y con esa nueva obra ha ofrecido recientemente doce fechas a lo largo y ancho de la Península ibérica, fechas en las que han visitado Valencia, Lisboa, Murcia, Madrid, Oporto y Vitoria-Gasteiz entre otras localidades.
La noche del sábado 10 de diciembre paso por la capital vasca un vendaval de grincore y metal llamado Brujería, vendaval que arrasó el local gasteiztarra e hizo las delicias de unos entregados seguidores que, desde la primera de las canciones descargadas, se agolparon en las primeras filas para mostrar todo su apoyo a los músicos.
Los seis músicos que hoy día dan forma a Brujeria arrancaron su comprometida actuación con "Raza odiada (Pito Wilson)", "El desmadre" y "Colas de rata", canciones veteranas con las que comenzó el desmadre en la sala Jimmy Jazz. El público, que apunto estuvo de agotar entradas, se lo pasaba en grande y bajo el escenario los saltos y los golpes eran continuos.
Mientras Brujeria seguía recordando temas clásicos de su larga carrera como "La migra (cruza la frontera II)" o "Hechando chingasos", el delirio en la sala iba en aumento, los pogos se sucedían y los vasos volaban sobre el encendido público.
"Viva presidente Trump!" fue el primero de los temas nuevos presentados. Una canción con la que demuestran que en su regreso se mantienen fieles a su estilo, siempre cercanos a la polémica y la provocación., pero alejados de la repetición y monotonía temática.
Brujeria. Texto: Borja Triviño
Fueron un total de veintiún temas los interpretados por los vocalistas Juan Brujo, El Sangrón y Pinche Peach, y el bajista Hongo, el batería Hongo Jr. y el guitarrista El Criminal. Repertorio en el que tuvieron cabida los cuatro trabajos publicados hasta la fecha por los latinoamericanos y en el que del nuevo material se incluyeron entre otras "Satongo" o "No aceptan imitaciones".
Las piezas incluidas en su álbum "Raza odiada" (1995) fueron los que con más peso contaron dentro de un set list en el que las composiciones más recientes también fueron bien recibidas y coreadas por la multitud.
Y así, entre grandes clásicos, líricas en mexicano, proclamas anti-gringas e historias reales llegamos al tramo final de un directo en el que no faltaron, para llevar a sus seguidores al éxtasis musical, las contundentes "La ley del plomo" y "Matando Gueros", y la festiva "Marijuana", con la que se despidieron no sin antes poner a bailar a todo el local.
Brujeria son populares por su fama de ser violentos y extremos, por cantarle a la droga, a la guerra racial y a las batallas que se viven en la frontera, pero también por sonar rotundos en directo y por querer siempre complacer a su fiel público y eso es lo que hicieron en su fecha en Vitoria-Gasteiz. La fuerza del deathgrind mexicano del sexteto se apoderó de la Jimmy Jazz e hicieron enloquecer a los suyos con una rabiosa descarga de himnos metaleros.