Últimamente ya hemos asistido a un par de conciertos en los que tenemos que estar sentados, ya que son en teatros o lugares con butacas. El caso es que la sensación es un tanto extraña, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de bandas de rock, pero también está genial de vez en cuando tener una visión diferente y vivir el espectáculo de otro modo.
Esa tarde-noche del 22 de diciembre disfrutamos de la actuación de los camargueses Saco Roto, en el Centro Cultural La Vidriera de Maliaño, gracias a la Concejalía de Infancia y Juventud. Y fue un concierto sobresaliente por varios motivos: En primer lugar, porque nos prepararon muchas sorpresas, y en segundo lugar porque dieron lo mejor de sí mismos.
Si hay algo que es indudable, es que esta banda ha ganado muchísimo en potencia y en contundencia. Musicalmente, tienen un estado de salud envidiable y está claro que el momento es ahora o nunca. Espero sinceramente que sepan aprovechar todo el potencial que tienen, y que sean capaces de darse cuenta de que tienen un presente y un futuro prometedor entre las manos.
Si tú estás leyendo esto y todavía no les conoces, tienes una asignatura pendiente: Escuchar sus discos "Golpea" y "Tiempos modernos". Te prometo que no te arrepentirás, más bien todo lo contrario, me estarás eternamente agradecido (palabrita del niño Jesús).
Pues bien, en esta ocasión, como ya he comentado, nos deparaban unas cuantas sorpresas. Empezando por un escenario curradísimo, en el que pudimos ver sobre las tablas una escenografía a base de sacos blancos de agricultura, y unos alambres que los precedían. No suelen ser mucho de dar "la chapa", pero Hugo (guitarrista de la banda) sí que habló en un momento dado de los refugiados. Y también es verdad que para ello ya tienen sus canciones. Y es que su último disco es tremendamente social. Cuando ya lo has mascado musicalmente, y puedes reflexionar más sobre las letras, el resultado estremecedor, real y cruel como la vida misma.
Otra de las novedades que nos regalaron aquella noche, fue contar con más colaboradores de los usuales, aparte de Laura Dos Santos, que ya lo hace habitualmente en "Tiempo robado" (y bastante bien, todo hay que comentarlo). Además, se sumaron a la fiesta Pitu a la gaita, para abrir y cerrar el concierto con "Viejo loco". Y en la penúltima canción: "Golpea", el tema homónimo a su primer disco, se subieron a colaborar Toño González de Mi Pequeña Venganza y Laura Dos Santos de nuevo.
Saco Roto nos dejaron con ganas de más y con la idea en la mente de que dar unos conciertazos que quitan el hipo. Últimamente, es a lo que nos tienen malacostumbrados. Además, también aportó su granito de arena Ramón Caballero (Sonido Directo), logrando que todo saliese a la perfección.
No sé si nos veremos más en teatros, en bares, en salas o en festivales. Sea donde sea, espero que sigamos coincidiendo por los siglos de los siglos.