Una de cosas que pueden hacer los músicos para enriquecerse artísticamente, es relacionarse con otros intérpretes con los que puedan llegar a poner en común una propuesta. Abre sus mentes, y las del público que disfruta de la simbiosis, y consigue "parir" proyectos muchas veces únicos.
Si los músicos en cuestión son de la calidad de los Travellin Brothers, ganadores de la quinta edición del European Blues Challenge como mejor banda de blues del continente, y una de las revelaciones de la escena blues europea, la jovencísima Ina Forsman, el resultado final fue un regalo de navidad que disfrutamos en el imponente Escenario Santander unos doscientos afortunados.
Solo dos fechas programadas para este proyecto, que arrancó con los de Leioa sobre las tablas para calentar al personal con cinco de sus temas. La inicial Magnolia Route nos puso a bailar con su sonido New Orleans y las reminiscencias de las big bands de los años 30 y 40. Sonido perfecto y Jon Careaga como perfecto maestro de ceremonias metiéndose a un público, entregado desde el primer momento, en el bolsillo. Retrocedieron en su trayectoria para interpretar C.O.D. bajo el éxtasis que creaba Alain Sancho con su saxo, convertir el Escenario en un humeante club de Chicago en Creole Queen donde el mambo dislocaba caderas, santificar la ceremonia con el aviso de que The Best Is Yet To Come (pensé que se referían a la próxima aparición de la finlandesa) y rematar con una cover de Little Milton. |
Gustazo y disfrute pero tenía curiosidad, y algo de prisa, porque la protagonista de la velada asomara a las tablas y comprobar como sostenía su propuesta en directo. Ina Forsman, miembro también de Blue Sisters con quien ha girado por España, está considerada una "niña prodigio" del blues. Con solo 19 años ya está instalada en los carteles de los festivales europeos y con 17 ganó uno de esos controvertidos talent shows televisivos de su país, eso sí interpretando a Etta James.
Alta, elegante y con cierto aire pin up Ina ocupó el escenario con seguridad y abordó Hanging Loose con firmeza. Su voz es eminentemente blanca pero tiene fuerza y es rica en el tono. Ataca los temas con seguridad e impresiona sin tirar de agudos imposibles o trucos baratos. Tiene el gancho de las cantantes clásicas pero, de ven en cuando, se filtra un aire más actual, como en el medio tiempo Now You Want Me Back donde se respira un cierto sentido R&B o en Pretty Mesed con un ritmo que engancha y un desarrollo vocal que crece y se convierte en uno de los mejores momentos de la noche.
Tocar con una banda invitada no merma el resultado final y todo suena redondo, los Travellin le tienen pillado el aire y las canciones suenan sólidas. Además Ina se va soltando y se la ve cómoda mientras repasa los temas de su primer disco y nos cuela algún que otro cover como la sexy (your love has lifted me) Higher and Higher de Jackie Wilson, o su homenaje a Nina Simone con I Want A Little Sugar In My Bowl con el piano de Ander Unzaga desprendiendo feeling. El ritmo de No Room For Love, descarado y caliente y para terminar Little By Little antes de que Jon Careaga apareciera en el escenario, y ya a dos voces, nos dedicaran un muy navideño What A Wonderfull World y la final I´m Going Up para hora y media de concierto de nivel con mucho blues y soul. La ocasión era única y todos salimos contentos, en el día de la lotería de navidad nos llevamos un premio musical para casa. Pero es que con los Travellin "siempre toca". |