La pasada noche del 5 de enero, víspera de la llegada de los Reyes Magos, Doctor Deseo pusieron fin a la gira presentación de su último trabajo en estudio “Igual y Diferente. Una Mirada Distinta”, un punto y final para descansar y preparar la salida de su próxima obra como va siento habitual en la banda en estos últimos años.

Pero a pesar de este descanso, Francis seguirá ejerciendo su trabajo en una faceta más íntima y acústica, con varios conciertos programados bajo el nombre de El Deseo del Doctor, sin ir más lejos se dejarán ver este sábado 28 de enero en el espacio okupado de Bonberenea de Tolosa, colgando el cartel de entradas agotadas.

La Sala Santana 27 de Bilbao volvió a vivir una noche mágica de deseo, no había entradas, mucha gente dispuesta a presenciar este evento tan especial que duró dos horas y media, una cita casi anual que vivimos en la nostalgia, una parte de la historia de Doctor Deseo que poco a poco va sumando experiencias en los más de 20 años de historia.

Noche explosiva por momentos, el confeti irrumpiendo, fiesta, gran iluminación y sobre todo espectáculo, también hubo una pasarela que dio mucho juego, sobre todo a Francis y a Joe cuando se marcaba unos solos con el saxofón. Un concierto que en la primera parte escuchamos al completo su último disco de estudio, ocho temas arropados bajo un lujoso disco-libro más un DVD del concierto “Fuego y Deseo” grabado durante las fiestas de Bilbao en agosto de 2015, también tres temas en directo, grabadas en la iglesia de la localidad bizkaina de Lekeitio.

Primera hora de melodía y saxofón, con las canciones de su último disco y la ayuda en primera instancia de Virginia Fernández a los coros, escuchando de primeras “Una Mirada Distinta” para darnos cuenta que una voz femenina a la banda es lo que se necesita.

Francis agarraba la guitarra en el segundo de los temas, “El Placer de Conjugar”, sin mucho movimiento en ese momento, pero a lo largo del concierto alternó el instrumento con la libertad para moverse por todos los rincones del escenario.

Subiendo las melodías hacia los medios tiempos llegó “Igual y Diferente”, uno de esos temas cercanos y llenos de ternura, bajo un sobrecogimiento en el final con esos cálidos sonidos del saxofón, después llegaron las primeras palabras de su líder: “... me encanta estar a vuestro lado... “

“Has debido de Llorar” aflora uno de esos temas melancólicos que te hacen viajar a los recuerdos, dando paso a la primera canción en euskera, “Gustatzen Zaigulako”, un tono canalla y sensual, con sabor a deseo como muchos temas de la banda, consiguiendo que las guitarras de Toro empezaran a tener cierto protagonismo.

“Es Por Ti” y la instrumental “Una Mirada Distinta” terminaban esta primera fase de repaso del último disco, para ir desempolvando el son del pasado con “Se ha Olvidado de Ti” o “¿Quién mueve las Cuerdas”, rescatada esa noche para la ocasión, un corte de su disco del 96 “Hay Cuentos aún por inventar”.

La complicidad de la banda es tremenda, intercambian posiciones en todo momento y se buscan unos a otros, primero Toro con el bajista Joxi, después al revés y así constantemente, es decir, no tenían posición fija.

Y el primer invitado de la noche, el hermano de Joxi, Karlos Jiménez, que se sentó al piano tras la correspondiente presentación de Francis elogiando su paso por Itoiz, para interpretar varios temas, “Corazón de Tango” que en un principio se la guardaban para más adelante, y “Como Lágrimas en la Lluvia”, más “Dulces Sueños”, con la participación de la brillante Virginia Fernández.

Siguiendo su faceta intimista continuaron con “Atrapado en Tu Silencio”, con el sólo a las teclas de Raul, Toro a la acústica y un Francis sentado en las escaleras de acceso al foso, poniendo sobre la mesa todos sus sentimientos. Lado reivindicativo, el no a la violencia de género, con duras palabras bajo la lucha constante y con un público femenino unido a son de “... más feminismo entre tanto gorila...”

Luego Toro y Francis se quedaron solos en el escenario para dar salida a “Mujer Rota”, el primero apoyando también en los coros en la parte del estribillo, continuando con la tierna calidez de “Ahora que estás dormida”.

Virginia continuó con su papel a los coros en “Lágrimas de Placer”, y la entrada triunfal en todos sus conciertos con “Corazón de Tango”, alimentando una noche para el recuerdo mientras el reloj seguía avanzando hacia el final. Se tomaron un descanso de 15 minutos para regresar en la parte más electrónica de la banda, con la participación de las féminas de Las Tea Party a los platos en “Chocolate y Vainilla”.

El amigo vitoriano de la banda Kyloy Mc, nueva colaboración, revisó el tema “Loco” del disco “Detrás de los Espejos Rotos”, disfrutando de la pasarela y volviendo al público loco con esa entregada participación, luego volvieron rápidamente a sus inicios con el primer tema que escribieron “Soy tu Robot”, volcada en el lado electrónico a modo post punk, una canción reclamada por los foreros de su página web sucesivas veces. Rompieron lanzas a favor de la inmigración, “10 Negritos”, poniendo punto y final a esta party abandonando el escenario tanto Virgina como Las Tea Party.

Se quedaron de nuevo solos, Todo a la guitarra acústica y Francis, cantando otro tema en euskera, “Ni Naiz”, un pulso constante con nuestro lado emocional, también “Abrázame”, pero esta vez no pudieron contar con la colaboración de Aiora de Zea Mays, muchos la echamos de menos esa noche y que tantas veces la hemos visto colaborando en esta magnífica y pegadiza canción.

“Es solo la Necesidad”, con regusto canalla tipo Burning y “A Mi Pequeña María” con un pequeño despiste en la letra, fueron apareciendo mientras el concierto crecía en intensidad bajo una grata respuesta del público, que a estas alturas respiraba magia. “Fugitivos del Paraíso”, “Olas de Naufragio” recogían la fuerza y electricidad suministrada durante toda la noche, eso sí, con muchas guitarras cosa que echamos de menos al inicio de la actuación.

Niko Brochado a la guitarra también colaboró en la Sala Santana 27, ilustre miembro de Doctor Deseo que también paso por Naste Borraste, interpretando “Darle Fuego a Bilbao”, también se quedó en la siguiente donde se sumó Felix Lasa (Extremoduro, Hast, Peligro Martínez...), también Virgina que se sumó a los coros, y así todos juntos cantaron “Morirse en Bilbao”, tema en el que Francis aprovechó a presentar a toda la banda.

“La Chica del Batzoki” con un aire a Tequila, muy festiva y carismática, con cierto aire flamenco que le impuso Toro a la guitarra acústica, incluso llegó a tener un pequeño guiño interpretando algunos acordes del “Todo Tiene su Fin” de Los Módulos.

“Corazón de Tango” sirvió para finalizar una noche de despedida, el público ovacionando a la banda tenían ganas de más por eso se quedaron sobre el escenario e interpretaron “¡Cuanto Frío Hace en Saturno!”, otra canción de sus inicios que recuperaron recientemente en ese disco-libro recopilatorio “Busco en Tus Labios. Lo Mejor del Deseo”.

Cerraron una gran noche víspera de Reyes, una cita que teníamos marcada en rojo desde hace meses, imprescindible sin duda, además nos gusta mucho quedarnos despiertos y esperar a los Reyes Magos de Oriente.

Ahora cerraremos los ojos y les esperaremos en el 2018 con nuevas canciones y deseo acumulado, un año sabático de descanso y composición les queda por delante.