Lluvia y frio? Quién dijo miedo! Teníamos una cita con la historia, una cita con el epícismo fémino escrito en mayúsculas. Volvía a Madrid Skunk Anansie.
La desapacible noche, tenía nombre de mujer. “Las chicas al poder” que se decía en mi época, puesto que las encargadas de calentar el ambiente eran “las” Pearl Harts un dueto oriundo del este de UK.
A eso de las 20 horas, Kirsty y Sara, ellas solitas, estaban haciendo más ruido que una manada de elefantes entrando en una cacharrería, (véase ruido como Rock de altos quilates).
Empezaron acordes con su sintonía visceral, con un Rock agresivo, oscuro y poco visto, por lo menos en formación, poniendo en liza sus dos Ep´s “Ain't That the Way” y “Hit the Bottle” con pinceladas de un Blues añejo. Las casi (por su parecido físico) hermanas, estaban tambaleando los cimientos de los puretas del Rock, sonando con solvencia dada la formación inusitada como es una batería y una guitarra , aunque con el importante apunte de que esa guitarra estaba conectada a dos amplis, uno de guitarra y otro de bajo. Lo cual solventaba los graves tan importantes en esto del Rock.
Sonaron, y de qué manera “The chief’, ‘Go hard’ o ‘Hit the bottle’ con ese desmelenamiento tan particular que nos tiene acostumbrados el dúo británico.
Un concierto bastante corto, que dado el número de canciones que tienen demasiado estiraron. Sirviendo como gran prueba de fuego no solo para ellas, si no para el formato que parece que se esté poniendo de moda, con grupos noveles como The ting tings o los mitológicos The White Stripes, larga vida a las cosas nuevas y más si son de calidad.
|
Llego el momento, un gran telón negro cubría todo el escenario de la Riviera, volvía aquel hombre araña (Anansi) de la mitología africana, primeros compases del amigo Richard Keith Lewis al bajo y… BOOOM!!!!!!! (Suena) “And Here I Stand”, Skunk Anansie estaba de vuelta, para presentarnos su último disco Anarchytecture, del cual sonaron muchas, pero el que suscribe es de los primeros (Del emblemático disco de debut Paranoid & Sunburnt y del Post Orgasmic Chill).
La verdadera (no creo que haya otra) diosa de ébano y su banda nos regalaron vida por los oídos; al interpretar temas como “Because of You”, “I Can Dream” momento en el que llego su primer contacto con el público, “My Love Will Fall”, “I Hope You Get to Meet Your Hero”. Sin dolor escuchábamos “Twisted” y “My Ugly Boy” con Skin (Deborah Dyer) a los mandos de la acústica.
La cual nos dispensó un concierto pasmoso de principio a fin, a sus casi 50 años, esta mujer es un portento sobrenatural, por como canta (dos horas de registros, perfectamente afinados), por como baila (solo Skin baila como Deborah) y por cómo se desenvuelve en su habitad natural; el escenario. Hasta para el sonreír desata crudeza, esa acritud que hace que el espectador vibre hasta con el gesto más banal.
La cosa estaba clara, los más de treinta euros de la entrada, iban a ser devueltos con creces, sonaba “Love Someone Else” a ritmo de una performance con láser, “I Believed in You”
“That Sinking Feeling” el alegato Anti- Brexit que es “God Loves Only You”, “We Don't Need Who You Think You Are” y el turno del bloque más reivindicativo con: “Yes It's Fucking Political” , “Hedonism” , “Victim” , “And Here I Stand” y acabando con “Intellectualise My Blackness”.
Brutal la descarga y así lo hacían ver el abarrotado público, el cual decidió asistir al encuentro con Skun. Dada la apretada agenda de ocio que en la ciudad existe (No hay tanta ciudad para tanto concierto), casi a la misma hora, en esta misma ciudad, estuvieran tocando bandazas como The Pretty Reckless y Rival Sons, con esta competencia, tener esta entrada es un triunfo.
Esto no se acababa aquí, tocaban los bises, esos regalos que los músicos nos hacen en directo, para el final dejaron “Beauty is your couse”, “Cheap honesty”, “Tracys Flaw” , “Charlie big potato” acabando raudos por el tiempo con “The skank heads”, “100 ways to be a good girl”.
25 canciones después, así acababa un concierto de grandes vuelos y momentos para prosperidad, una noche donde las mujeres imponen su valía (como no podía ser de otra manera) y su saber en esto de la música. Prometo no dejar pasar otros 17 años (la última en el Festimad de Madrid 1999) para volver a ver a esta araña y por consiguiente a Skin despedazar los sentidos. |