En el calendario esta cita la teníamos apuntada en rojo desde hacía muchos meses, saber que Estirpe volvería a tocar en Bilbao esa una buena noticia. Esta historia fue el sábado 11 de febrero en la Sala Azkena tras más de cuatros años de ausencia sin visitarnos, además siendo esta una cita muy especial, semanas atrás anunciaron un parón indefinido.
Concierto que vivimos con tristeza, posiblemente sea una de las últimas posibilidades de verles en directo por la zona norte, por no decir la última, a no ser que toquen este verano en algún festival o nos movamos a eventos cercanos, como el del próximo 25 de marzo en el Black Bird de Santander.
Llegaban a Bilbao para presentarnos su más reciente trabajo “Jam Fuzzion Klan”, un disco grabado en directo en un teatro de Córdoba, que viene tras el disco en estudio “Neurasia”, cuya presentación nunca pudimos verla en directo por la fase de recuperación de su cantante tras su fatídica enfermedad.
Un retraso en la prueba de sonido hizo que las puertas de abrieran con algo de retraso, un tiempo perdido de media hora que obligó al grupo invitado, esa noche estaban presentes los bizkainos Moncada 20, a recortar su set list, por eso solamente tocaron 25 minutos, donde las melodías y la fusión de sonidos, tanto funky como pop, hicieron acto de presencia, dotando e impulsando al oído buenas vibraciones y destellos de calidad.
Curiosamente a esta banda nunca la habíamos visto en directo, su nombre nos sonaba de verles en algunos carteles y agendas que todas las semanas revisamos, pero verles en directo, nunca. Una formación con teclados, guitarra, bajo y batería, cuatro tipos, entre ellos Ernesto Sánchez a la batería, que, si conocíamos por tocar con los madrileños Antigua, su base rítmica no pasó desapercibida.
Concierto de cinco temas, algunos nuevos otros de sus dos anteriores discos, el más reciente, “Sturm and Drangs” del que tocaron “Carne de Brujas”, dando más presencia a su primer trabajo de seis canciones que lleva por título “Sentimientos Vivos”, de este, escuchamos “Sobrevolando Campos”, tema que abrió el concierto, y “Navío Varado”, con la que cerraron a base de pop dentro de su lado más oscuro, tirando a lo que bien practicaban los desaparecidos gipuzkoanos La Dama se Esconde.
Destacando una serie de temas donde los sonidos se fusionan, la improvisación está presente y los teclados les dan un rollo funky y soul de los más apetecible, de ese que nos invita a mover nuestros pies. Y sobre los temas nuevos, “Carne de Noche” y “Olvidos”, registros melódicos y melodías hipnóticas.
Moncada 20
Luego vinieron los cordobeses Estirpe, que volvían a pisar el mismo escenario que su última visita hace más de cuatro años, y allí les dimos el calor suficiente para que recordasen esta actuación por muchos años, el cariño del público vasco estuvo presente, tanto cuando estaban arriba del escenario como abajo.
Recordamos que en su última visita estaban acompañados por el bajista Pepe Bao, pero ahora hay cambios, nueva incorporación y talento como la de Paco Records Jr al bajo (ex Crayon) y Miguel Fuentes a la batería, y como no, tirando siempre del carro su guitarrista y segunda voz, Loren Gómez, y el inagotable Manuel Angel Mart a la voz.
20 canciones tenían por delante, ante una sala que les llevó en palmitas durante toda la actuación, y es que muchos sabíamos que esta sería la última oportunidad de verles y escucharles en directo, es decir, se dio todo. La banda salió a por todas, siendo pocos los instantes en el que pudimos escuchar las palabras de Mart agradeciendo su presencia al personal.
Fueron a piñón fijo comenzando con dos temas de su disco en estudio “Neurasia”, primero “En Tus Ojos” y luego “Como Ayer”, continuando con “Por Suerte” y “Magnético”, un pequeño viaje en el tiempo hacia uno de los discos que pasó más desapercibido de su carrera, pero que a la vez nos llenó de emociones, y nos dimos cuenta una vez más que Estirpe siempre ha arriesgado al máximo en sus interpretaciones, no poniendo límites a sus horizontes musicales y siendo incapaces de repetirse disco a disco.
Luego entraron una serie de himnos capaces de levantar a cualquiera en primera instancia, son dueños de una magia emocional que nos guían al cambio social indicando que la lucha está en nuestras manos, hablo de “Mi Revolución” o “América”, ambas alojadas en el disco “Inventarse el Mundo”, un trabajo que les abrió varias puertas actuando en festivales importantes como el Derrame Rock o el Viña Rock. Buenos músicos la verdad, nos quedamos con la boca abierta al ver tocar las seis cuerdas de Loren, o a su nuevo bajista, que para nada tiene que envidiar al mismísimo Pepe Bao.
Estirpe
Ya en el ecuador, regulaban la balanza al ir metiendo más temas de “Neurasia”, como “En Silencio”, donde Mart se perdió por un instante, también nos acercaba a luchar por los amigos, “Contigo” y volcarnos hacia otra serie de temas más abiertos y cubiertos de llama emocional, enraizados en cada uno de sus discos y rebozados de unas letras que te llegan al alma, una de ellas, “Un esfuerzo más”, un lavado de cara que nos lleva a las raíces reggae que parece ser que se adueña de este corte por unos instantes, luego, todo el grupo a excepción de su batería, se bajaron del escenario, en ese momento a Mart le dieron una bufanda del Athletic Club de Bilbao, que no dudó en ponérsela y acabar con ella dicho tema.
Ya en la recta final y antes de la primera tanda de bises, apareció “No Somos 100), del último disco grabado en directo, un tema con sesión de vientos donde el saxofón es el protagonista. “El Mundo al Revés”, “Mi Bella Condición” y “Encender Otro Angel”, siguió alimentando la llama de un gran concierto, con un Mart mágico, con un grupo que firma discos que no pasan desapercibidos, fieles a sus seguidores, entre ellos nosotros, que nunca les olvidaremos y les tenemos un cariño muy especial, disfrutamos de cada una de sus canciones, pero nos hubiera gustado escuchar “Más Azul” en esta despedida, pero por la falta de tiempo se quedó fuera del tintero.
Una tanda de bises de cinco temas seguidos sirvieron para despedir a la banda, primero el rock enérgico de “Vértigo” e “Infinito”, luego otros volcados a terrenos más liricos y emocionales, “El Último Pétalo”, y sus dos últimos himnos, “El Color de mi Voz” que sirvió para presentarnos a la banda y “Hazme Crecer”.
Sentimientos enfrentados, Estirpe nos dicen adiós, pero al menos su llama ha sabido llegar muy lejos y quedarse alojada en nuestros corazones. Hasta siempre amigos!!!