Antonio Arco, ex cantante de El Puchero del Hortelano, está de gira presentando su nuevo proyecto en solitario bajo el nombre de Arco, el año pasado en el mes de marzo lanzó su primer disco “Uno”, y a día de hoy aún continúa la gira. Nosotros le vimos el pasado viernes 17 de febrero en la Sala Azkena de Bilbao dentro de su final de gira, seguramente ya con vistas de grabar una segunda referencia ya que tiene canciones en la recámara que no entraron en el primer disco, nuevas composiciones que a lo largo de estos meses han ido creciendo.

Justo un año después de su primera visita a Bilbao, repetía por estos lares, eso sí, a una sala más reducida como es la Azkena ya que el año pasado eligió el Kafe Antzokia y como el público no respondí, pues que mejor estar en un recinto más pequeño sintiendo de tú a tú al público, que, por cierto, superaron el centenar de personas. Un concierto que casi se suspende por la molesta gripe de Arco, pero no se amilanó y sacó pecho para tirar adelante la fecha.

Es curioso, aquí actuó ante un público reducido, pero al día siguiente lo hizo en la Caracol de Madrid colgando el cartel de entradas agotadas, un dato a tener en cuenta, cada ciudad hay que trabajarla duramente, eso sí, con las mismas ilusiones de tocar cada noche.

18 temas teníamos por delante, prácticamente un calco del concierto que vimos un año antes, eso sí, cambiando el orden de las canciones, también iba acompañado de la misma banda que le arropa perfectamente, resaltando esa buena colección de canciones de calado emocional y nutridas en medios tiempos que bien vimos en su primera grabación, para nosotros, de lo mejorcito del 2016.

Primera toma de contacto con “Vivo”, un mensaje de libertad y de cumplir los sueños, se adueña de nuestras emociones y conquista nuestras raíces emocionales, una pieza fundamental a las que recurre al escribir, cosas cercanas y cotidianas de la vida. Tras “.. gabón Bilbao..” continuó con “Estampa Floral”, recogiendo el calor del público que le acompañó toda la noche desgarrando sus gargantas en los estribillos, cosa que se intensificó en la recta final.

Antonio Arco, antes de tocar “Reverso”, nos recordó que este era el final de la gira, entre registros melódicos y grandes guitarras, luego continuaron con “La Vida Entera”, un vuelco a la felicidad de ser padres y al narcisismo que eso conlleva. Equilibrando la balanza, vino “Castillo de Naipes”, lucha interior, hay que levantarse después de las derrotas que te encuentras en esta vida, y que ha descubierto a través de sus hijos, o “Martillo y Cincel”, una manera perfecta de esculpir el amor más absoluto y declararlo contra viento y marea.

Seguía encendiendo gargantas y creando un ambiente festivo gracias a “Manuel”, ese recuerdo a su otra banda El Puchero del Hortelano, un proyecto que puso fin para empezar esta nueva etapa de su vida, un tema en el que tuvo varios problemas con el jack de su guitarra hasta llegar el punto de cambiarlo.

“Mamá” le sirvió como excusa para alabar a las madres del mundo, una canción donde el batería, con una sola mano mientras marcaba el ritmo, tocaba el teclado, dos instrumentos a la vez, todo un crack, la primera vez que lo veíamos y por eso le felicitamos!!

Cambio de ritmo y de registros, llegaba “Ciudad”, un poquito de rap con palabras encadenadas para describir y descubrir lo que es un día normal en su ciudad natal, Málaga. Pasando después a descubrir un tema de los 90, cantado por Juan Luis Guerra y al que ellos lo han llevado a su terreno con cariño, “Te Regalo una Rosa”.

Llegando a la recta final, antes delos bises, nos presentaron un tema nuevo “Las Pelusas”, nuevo sonido con teclados que hicieron acto de presencia, después fueron directos en búsqueda de verdades con “Por la Mañana y a la Cara”, más la fusión flamenca de “Alegato”, un tema abierto al alma y a la fiesta, dejando las palabras de cambio, igualdad y defensa de los derechos de las mujeres.

Y ahora si, los bises, de primeras eliminaron el tema acústico “Tiempo”, posiblemente por la maldita gripe que sufría Antonio, pero sus himnos más bellos como “Un día Perfecto” o “Una Canción”, salieron a la palestra, montando un ambiente festivo de su primera obra en solitario.

Se despidió con “Tu Eres Eso” y “Lo Difícil”, una rumba personal y para un festival. Y al acabar, recibieron una ovación sincera, tras su muestra cercana y sentimental, con temas puros y sinceros que bien vimos en su primer disco que nos atravesó el corazón al decir verdades como puños.