Tenía ya ganas de volver a ver a los chicos de Sinbat, a los que, por unas u otras razones, no había podido volver a ver en directo desde que presentaron su disco "Guerras pendientes" a finales de septiembre; además, y como añadido, iba a ser la primera vez que veía un concierto en el Nuevo Charles Tavern.
Por cuestiones de última hora, el concierto se retrasó media hora sobre el horario previsto, con lo que nos dio tiempo a tomar algo tranquilos, mientras conocíamos el local, un local muy amplio y muy adecuado para la realización de conciertos, con mesas a uno de los lados, la barra en el otro lado y un amplio espacio en la zona central para disfrutar del concierto sin agobios.
Con una buena presencia de público, entre los que nos encontrábamos casi todos los habituales de sus concierto, arrancaron los de Los Corrales igual que en el disco con "Cuerpo a cuerpo", que fue precedida por la introducción que abre el mismo.
Tras el primer guiño a su anterior "Días de duelo", con "Perder mi tren", llegó el turno de "Martilleando", que, como ellos nos comentaron, fue de las primeras canciones que hicieron para su actual disco. Quisieron animar aún más a los presentes y para ello nada mejor que dos versiones: "Alucinante" de Platero y tú" y "Niño soldado" de Ska-P.
Una de las canciones con más trasfondo del nuevo disco es "A cal y canto", tema en el que colabora Martin Romero de Bocanada, tras la que llego la popular "Cadillac solitario" de Loquillo y los Trogloditas.
Siguieron con dos temas más de su actual disco, concretamente "Por hacerla sonreír" y "En balde", en medio de las cuales sonó la siempre festiva "Chiquilla" de Seguridad Social. Se respiraba un ambiente muy familiar y agradable, con los chicos pasándoselo genial y los que estábamos abajo viéndolo también, y en esas estábamos cuando recordaron su anterior trabajo con "Entre las dudas".
Tras la muy acertada versión de "La senda del tiempo" de Celtas Cortos, retomaron su actual disco con "Mi dios y mi norte", una de las que más me gustan, y "Sepultura", que trata sobre aquellos genios que solo son reconocidos cuando mueren o están a punto de hacerlo. Hay canciones que forman parte de las noches de fiesta de cualquier rockero y una de ellas es "En blanco y negro" de Barricada, tras la que interpretaron "Días de duelo", canción que titulaba su anterior referencia.
La noche iba avanzando y el concierto encaraba su recta final, pero aún quedaba mucha tela que cortar y llegó el turno de la balada "Nuestros pasos" y "Libre", las dos últimas referencias que faltaban de su actual disco, interpretando entre medio la inevitable "Dolores se llamaba Lola" de Los Suaves. Tras la preciosa versión del "Noche de Halloween" de los Saurom, improvisaron un duelo de bajo y batería, antes de despedirse con "Gato de callejón", su himno y quizás el tema más conocido de la banda hasta el momento y que sirvió de presentación de los miembros de la banda y para agradecernos nuestra presencia.
Sin embargo, la banda retornó para hacer dos versiones de Extremoduro, "Jesucristo García" y "Puta", con las que se despidieron de todos nosotros tras dos horas de concierto. No se les puede pedir más a esta joven banda, que sigue creciendo día a día, que tienen un nuevo disco, que es un gran paso adelante en su trayectoria y que siguen haciendo concierto allá donde les llamen.
Nos gustó mucho el concierto de Sinbat, a los que volveré a ver en cuanto tenga la ocasión, y también el Nuevo Charles Tavern, al que espero volver en breve para ver música en directo.