Este año, desde la dirección de Insonoro se decidió tirar la casa por la ventana y montar varias fiestas insonoros, dos de las cuales tuvieron lugar en el mismo fin de semana, y con dos propuestas bastante diferentes, pero siempre buscando acercar bandas con mucha proyección junto a bandas locales.
El primer día la apuesta era por una banda con una larga trayectoria, pero que ha pegado un golpe encima de la mesa con su disco “Indomables”; esto fue lo que llevo a Jorge a contar con Aphonnic para esta fiesta.
Después está la siempre ardua tarea de encontrar alguien que encaje con este grupo y que además estuviera disponible, siendo al final Marlenne, banda cántabra con una amplia trayectoria y que habían vuelto hacia unos meses a la actividad en directo.
Una vez preparado el cartel, sólo faltaba la respuesta de la gente y la verdad es que eso fue lo peor de la noche, ya que la afluencia de gente apenas llegó a las 30 personas, lo cual es muy poco. Me callaré muchas cosas que pienso sobre la gran labor que Insonoro hace por los grupos de Cantabria y la casi inexistente respuesta de los mismos; por el contrario, quiero agradece a Oskar de Noche de Rock que siempre que puede acude y allí estuvo una vez más.
Yendo ya al concierto propiamente, decir que el retraso que tuvo el arranque del mismo esta vez me vino bien, ya que el horario fijado estaba muy próximo a mi hora salida del trabajo; afortunadamente llegue justo cuando Marlenne comenzaban a hacer sonar su intro.
El concierto para Marlenne era un reto personal, ya que han hecho muchas modificaciones para acondicionar el sonido a lo que buscan y a veces estos cambios hacen que las cosas no salgan todo lo bien que esperas.
Marlenne
Ya cuando arrancaron con “De nada sirve” notamos que aquello no sonaba como se buscaba y eso hacía que el grupo estuviera algo intranquilo, lo que hizo que la maravillosa “Busco mis alas” no emocionase como otras veces.
Tras seguir con “Días de papel”, nos agradecieron nuestra presencia, para seguir con “Fácil”, tras la que Chena, responsable del sonido de la sala Black Bird donde se desarrollaba el evento, les pidió parar para así solventar el mal sonido que sufríamos.
Tras estos ajustes, “Sueña” fue la primera canción que realmente sonó bien y que nos hizo disfrutar de la banda en su plenitud, al igual que en “Encadenado”.
Realmente parecía que estábamos en otro concierto, con la banda ya algo más relajada como pudimos ver en “Huir de aquí”, que prolongaron y que sirvió de presentación de la banda y de agradecimiento por haber contado con ellos.
Enfilaron la recta final de su actuación con dos clásicos de la banda como son “Libre” y “Un segundo”, antes de atacar con su revisión del “Personal Jesús” de los Depeche Mode, con esos fragmentos del “Sad but true” de Metallica habituales y del “The Four Horsemen” también de los de San Francisco.
Así concluían los 45 minutos de los torrelaveguenses, que dieron un concierto con dos partes muy distintas del concierto, mejorando mucho a medida que avanzaba su repertorio.
Esperemos que esa búsqueda del sonido de la banda dé sus frutos y dentro de poco podamos disfrutar de actuaciones mejores que esta, que sin ser mala, nos dejó a todos un poco fríos.
Reconozco mi desconocimiento del pasado de Aphonnic, los cuales creía que eran una banda con menos años de los que llevan de actividad y es que los de Vigo están funcionando ya desde el 2004.
Pese a que tienen varios trabajos previos, actualmente estos son obviados para centrarse en sus dos discos más recientes: “Héroes” (2013) e “Indomables” (2016).
Tras una intro, comenzó a sonar “Amarga despedida” de su anterior disco, para ir calentando a la gente, seguida de esa maravilla que es “Osos color salmón”, que fue muy bien recibida por la gente y donde se vio a los pocos asistentes ya metidos en el concierto.
Después de presentarse, siguieron con “Amantes”, también de su nuevo disco, y que en directo, me pareció aun mejor que en estudio, para recuperar “Mi capitán”, una de las mejores canciones de su anterior obra.
Sin dejar ésta, siguieron con “Ahora que tengo 33”, maravillosa canción que ejecutaron con una brillantez asombrosa, lo cual fue la tónica de todo el concierto, con un Chechu que no paraba de saltar mientras ejecutaba los temas, con esa voz tan particular que tiene.
Una breve introducción, acompañados de más agradecimientos de la banda, nos mantuvo en “Héroes”, para que sonase “Luz y Fer”, antes de escuchar el esperado “Ombligos”, de su último trabajo, que sonó brutal y que fue muy bien recibido por todos; reconozco que solo por oír esa canción ya merece la pena estar ahí.
Aphonnic
No dejamos su actual obra, para seguir con “La deseada”, otra maravillosa canción que me gusto mucho en directo, para seguir con ese alegato a la amistad que es “Cunfia”, con todo el grupo saltando como si le fuese la vida en ello.
La muy intensa “Sol de abril”, con Chechu dejándose la voz, nos llevo a “Honrada avestruz”, no menos intensa y que fue muy aclamada por los presentes.
Llego el momento de reflexionar sobre el asesinato de niños palestinos por el ejército israelí con la brutal “Fruta fresca”, un temazo en toda regla y con una letra que te pone la piel de gallina.
Tras agradecernos de nuevo nuestra presencia, se despidieron pero primero sonó “Jerry” de su anterior obra y el soberbio “Ciclopes” de su actual trabajo, con el que dieron por finalizada su poco más de una hora de actuación.
Aphonnic hicieron un grandísimo concierto, sonando como una ametralladora de principio a final y dejando claro que son una banda de la que oiremos hablar más por sus gestas en directo, ya que tienen muy buenas canciones y en directo son bestiales; solo me falto que sonase “Aquellos maravillosos”, una de mis preferidas, pero no se puede tener todo.
Y así concluía esta primera fiesta Insonoro de este 2017, con dos bandas que lo dieron todo, aunque tuvieron suerte desigual; estoy convencido de que Marlenne darán conciertos mejores cuando amolden esas novedades en el sonido y esperemos ver a Aphonnic más veces por estas tierras, porque son una banda con mayúsculas, aunque a tenor de la poca afluencia, supongo que tardaremos en verles.