¡¡¡Maaaaammmmbooooo!!! Esta palabra por sí sola y así pronunciada tiene un poder cuasi mágico. Te electriza cada músculo del cuerpo, te eriza los vellos, te dibuja una inmensa sonrisa mientras te posee el espíritu de San Vito. Si le añadimos ¡¡¡Jaaaammmboooo!!! Nada en tu cuerpo se queda inmóvil. Te vuelves sinuoso y trémulo y esa sensación es tan agradable que te dejas llevar en un vaivén de olas sónicas.
Con el inmenso Dani Nel.lo a la cabeza, el surf que destilan nada tiene que ver con playas o cuerpos morenos tostados al sol de California. Los Mambo Jambo parecen más bien unos tipos salidos de una película de gansters de los años treinta o de alguna tórrida novela negra, donde tipos de dudosa reputación hacen encargos al límite o fuera de la ley. Tipos que te solucionan un problema y te crean diez.
Se muestran al principio un tanto hieráticos y duros, pero esa pose se va diluyendo al mezclarse con el ritmo a lo largo del concierto. ¿Quién necesita letra cuando la música te envuelve y te abstrae de la realidad? Es ese el viaje al que da acceso una entrada a un concierto de Los Mambo. |
Desde el minuto uno, no te queda articulación en el cuerpo que no haya crujido o amenace con hacerlo, nada que no cure el frio de la cerveza. Como era de esperar los primeros temas que descargan en directo son del álbum Jambology. Lago Salado, Ases del Baile, Fuego Cruzado, Gallo de Pelea, Dont Mess With Mr. Eddy, Blue Iguana y El Grito ejecutados con precisión, con maestría.
Una endiablada ejecución instrumental donde Dani Nel-Lo, al saxo, atrae las miradas con un magnetismo propio de quien ha crecido en un escenario, donde es un maestro en dirigir y manejar la escena como un buen capo del Rock and Roll. Iván Kovacevic al contrabajo, un tipo inmenso al que preferiría no encontrar en ningún callejón cochambroso. Grande no solo en estatura sino en dominio del instrumento y en puesta en escena. Dani Baraldes a la guitarra, es el guitarra oficial después de la marcha de Mario Cobo aunque aquí tuvo un sustituto del que recuero el nombre (lo siento). Puedo decir que estuvo certero, tal vez un poco nervioso, pero en líneas generales perfecto. Anton Jarl a la batería, sobrio pero muy contundente. Maneja el ritmo haciendo que los demás sonidos encajen de vicio sobre ese colchón.
Con la misma energía siguieron sonando temas como Operativo en Texoco, Road-Race, Moaninn´,Wham o Impacto. Más que agradable sorpresa fue para mí, e imagino que también para la gente de más edad, escuchar la versión de El Hombre y La Tierra en directo. Guiño para los que han comprado ese precioso EP que sin duda se revalorizará con el tiempo.
Desde mi punto de vista es uno de los grupos más interesantes del panorama, con un directo pantagruélico. Son como el rabo de la lagartija, acabado el concierto te sigues moviendo con una sonrisa en la cara. |